James no volvió anoche y eso me hizo sentir mal, tuve que venir yo con mi boca, seguramente el tema de su familia es más delicado de lo que pensé.

Solo espero verlo hoy porque mañana me iré y necesito ese pase mas el número de uno de los jugadores del equipo.

Entiendo que me meto demasiado en el tema que no me convenía, pero ojalá no me odies tanto para hacerme el favor.

Los viernes me encantaba salir temprano de mi trabajo para salir de compras y justamente eso era lo que necesitaba, un poco de tranquilidad y las compras ayudan.

Antes de salir de mi local, me despedí de todos y esperaba que tuvieran un buen fin de semana. Luego salgo y me dirijo a mi auto, aunque algo me detiene.

—Kath… —Era Blake, acercándose a mi.

—¿Otra vez tú? —dije algo fastidiada.

—Vengo en paz —alza sus manos.

—Primero me amenazas con que no me vas a dejar tranquilo, ¿Y ahora vienes en paz? —me burle.

—Solo quiero saber dónde has estado durmiendo. —se le veía preocupado.

—Es tarde para preguntar eso,