Fuego

Aaron despertó sintiéndose como la mierda, pero el deber llamaba y se había prometido no descansar hasta que encontrara al asesino de los padres de Remi y al hijo de puta que había incendiado la casa de Erin, incluso si sospechaba que era el mismo hombre, el pirómano que lo tenía hasta las pelotas, tenía que encontrar la forma de atraparlo.

- Caleb, por favor, Aaron está durmiendo – escuchó a Erin quejarse del otro lado de su puerta, por lo que levantó una ceja con curiosidad

- Quiero jugar con el bombero – lloró el niño

- Caleb… - Erin se escuchaba cansada, por lo que se acercó para abrir la puerta de la habitación y encontrarse con Erin y el pequeño Caleb, que al verlo, corrió directamente hacia él

- Bomberoooo – saludó el pequeño con tanto entusiasmo que Aaron no pudo evitar sentirse halagado, lo

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