"Es muy diferente. Honestamente no puedo esperar la reacción de Lewis al enterarse de que has hablado con la diosa de la luna personalmente". Bueno, eso no era gran cosa, ya que él ya sabía sobre la última vez, cuando básicamente me asusté al pedirle un espejo para asegurarse de que no me hubiera convertido en una loba.

"No hará mucho, después de todo, esta no es la primera vez que la vi o hablé con ella, solo sucede que esta vez me cambió físicamente. Aún así, no soy una licántropa, así que puedo descansar bien sabiendo eso". Le lancé otro puñetazo al beta, quien simplemente atrapó mi muñeca frunciendo el ceño. ¿Acaso no le gustó mi alivio por no ser una de ellos? "¡¿Y ahora qué?! Te juro que eres la persona más prejuiciosa de la historia, tu rostro lo delata todo".

"Creo que estás loca por haber rechazado convertirte en una licantropa bendecida, podrías haber sido más fuerte que todos. Podrías haber tomado el trono sin despeinarte. Todos los licántropos se habrían inclinado ante ti