"¿Cuál crees que fue mi respuesta? ¡Por supuesto que dije que no! Después de todo lo que ella me hizo pasar, como es que tuvo el descaro de pedirme que aceptara". Exploté. ¿Cómo podían todos descartar tan fácilmente lo que me había pasado? Estaba en todo mi derecho de estar molesta, y maldita sea si me daba por vencida ahora. Nunca jamás me convertiría en un licántropo, ni ahora ni en un millón de años. "Siempre he dicho que los humanos somos mucho más fuertes de lo que su especie nos da crédito, ahora es mi turno de demostrar que esa declaración es cierta, a todos, incluyendo a tu diosa".

"Esa es mi chica", declaró Lewis con una sonrisa antes de abrir mucho los ojos y ponerse de un profundo tono rojo antes de balbucear por completo sus siguientes palabras, lo que me hizo contener la risa. "No mi chica, solo una chica, es decir no solo una chica, pero ya sabes, una chica que…". Una vez que terminé de ver cómo la finura del pobre chico se desmoronaba, sonreí y solté una pequeña risita,