"Tú, un alfa y una Luna a quienes no conozco y que no me conocen simplemente decidieron mi rol por mí". Di un paso hacia adelante e instantáneamente el alfa me miró a los ojos, sentí los orbes de cada uno de los licántropo en la oficina, no es que les prestara atención. Había comenzado mi conocido vómito verbal, y una vez que comenzaba, todos sabían que no podía parar. "Eso es lo que hicieron. Me ayudaron a escapar de una prisión solo para arrojarme a otra". No es que realmente importara ahora de todos modos. Estaba en la manada, lista para comenzar lo que fuera necesario para sacar al rey de sus sombras.

"Su Excelencia, te lo aseguro, esa no fue nuestra intención, es solo que...". Sacudí la cabeza, el pasado no se podía cambiar. Lo único que podía hacer era demostrar que mis habilidades eran vitales para la causa.

"No importa...". Ahora habría sido el momento perfecto para mencionarle mi plan al alfa y ver si era posible llevarlo a cabo. "De todos modos, no tiene sentido planificar