Capítulo 210: Mi Historia No Es Bonita

Al día siguiente, Pedro no apareció en la cafetería durante la hora del almuerzo. Helena pasó todo el día con un nudo en el estómago, sus pensamientos volviendo constantemente a él. Cada vez que la campana de la puerta tintineaba, sus ojos se dirigían de inmediato al sonido, con una esperanza ansiosa. Pero, cada vez, era un cliente cualquiera, y no Pedro.

Cuando finalmente cayó la noche, la dueña del establecimiento se acercó a ella, sonriendo con dulzura.

— Ve con cuidado a casa, querida — dijo la señora, con una voz cargada de afecto.

Helena le devolvió la sonrisa, aunque forzada, sin llegar a sus ojos. Apretó con más fuerza la correa de su bolso y respiró hondo, tratando de calmar el torbellino de emociones que la invadía.

Afuera, el aire era fresco y la calle estaba iluminada solo por unos pocos faroles. Apenas cruzó la puerta, su cuerpo se congeló en el lugar. Allí, apoyado en un poste de luz, estaba Pedro, exactamente como en las otras noches.

Vino — pensó Helena, sintiendo una
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP