En ese momento que Oleika corrió para rescatarla dejando de prestar atención a su enemigo, el zorro de árbol la embistió aprovechando su oportunidad, estampándola contra el suelo y él subiéndose en ella.La estaba arañando desgarrando su espalda, pero Oleika no podía dejar de ver el rostro lleno de dolor desgarrador que sentía Tina en ese momento.El sonido de los lamentos agonizantes de Tina, acompañado del sonido de los huesos de la niña quebrándose con cada ajuste de presión de la serpiente eran aún mas tormentosos para Oleika que su propia tortura en manos del zorro de árbol.Ella era la culpable, ella era quien había sacado esa pequeña niña de un área segura.Ahora ambas pagarían las consecuencias.Un último jadeo de parte de la niña se escuchó en el denso bosque antes de que se diera por vencida.En ese momento tan desesperado, Tina cerró los ojos, su cuerpo cedía ante la presión de la serpiente, y la pelirroja no pudo soportarlo más.La sangre de Oleika comienza a calentarse, n
~ ¡Cúrala!~ Gritó él por el enlace mental.Alfa Líder Malcolm estaba desesperado, en cuanto se presentó frente a Mila supo que eso era más grave de lo que se podría esperar, y un sentimiento de nervios comenzó a aparecer en el por que la curandera hiciera algo, necesitaba que ella lo hiciera.Veía la duda en sus ojos y sus manos temblorosas, cualquier decisión que tomara en este caso sería monumental.“De equivocarse…” No quería ni pensarlo pero él mismo se encargaría de corregirla y hacerla actuar como era debido, a la fuerza si era preciso.La respiración agitada de todos los presentes era el único ruido del que eran conscientes.Mila asintió, aceptando el mensaje de cada uno de los machos presentes y en ese instante se giró hacia Malcolm y extendió sus manos para atender a la princesa Clara.Un gruñido lleno de rabia inundó el lugar, incluso los colmillos del lobo salieron al ataque mostrando la gravedad de su decisión, Malcolm no había podido evitarlo, el tiempo era poco y ella l
La plaza central de la manada Garra Dorada, se encuentra completamente vacía, a excepción de varios guerreros heridos.Aprovechando la luna roja, algunos de ellos quisieron probar sus capacidades y retaron a bestias difíciles de controlar.— ¿Cuántos son los heridos?— preguntó Malcolm haciendo un registro de los daños tanto de sus guerreros, como los guerreros invitados.— Fueron pocos— declara Mila— y a excepción de los envenenados todos los demás simplemente se fueron a sus habitaciones, la curación rápida de sus lobos los ayudará.— Perfecto— dijo Malcolm fingiendo poner atención.No podía olvidarse de ella, Oleika se encontraba en recuperación, su lobo estaba desesperado y una sensación de inconformidad y ansia lo estaban consumiendo.— Mila —dijo de nuevo llamando la atención de la curandera— dime ¿cómo están las heridas de la clínica?Debía disimular un poco su interés por Oleika, nadie lo entendería, y como hacerlo si ni él mismo lo hacía— Están bien, las he sedado, no tienen
Malcolm estaba nervioso, a pesar de habérselo negado una y mil veces, sentía una desesperación innegable por saber constantemente como estaba Oleika.“¿Estaría mejorando? ¿Mila le pondría suficiente atención? ¿Qué pasaba si ella se llenaba de pacientes y se olvidaba de ella?”Al principio podía ir con Clara y así disfrazar su presencia constante pero ahora… ahora no podía darle tanta atención a una esclava.Todas esas noches se había negado a dormir, no podía hacerlo sin ella.~Acéptalo~ decía su lobo interior~ acepta que la necesitas~~No~ dijo por el enlace del Alfa mostrándose firme.~Acepta que tu vida no es la misma Malcolm, resígnate y descubre porque sentimos lo que sentimos~~ ¡Qué no, que no!~ repitió desesperado el Alfa al mismo tiempo que caminaba sin poner atención a dónde ~entiende, tengo que casarme con Clara, necesito encontrar esos malditos registros, quiero encontrar alguna esperanza de que aún existe el aquelarre Leiia, alguien que pueda arrancar la maldición de la i
El cuerpo le punzaba absolutamente adolorido.En ese momento Oleika se giró para ver al guerrero y colocó una de sus manos en donde había sido golpeada le ardía, le punzaba, incluso sentía como se estaba hinchando de nuevo su rostro.— No seas estúpida ¿quién más podría ser?— la reprendió el intruso— ¿dime que no fuiste una de las tantas bestias como tú me llamas?— dijo con desdén— dime que no fuiste tú quién asesinó a mi pueblo, quién los volvió esclavos y quemó nuestras chozas.Oleika se quedó en silencio, si su Alfa Líder Malcolm, había hecho todo, no era quien ella pensaba, una duda se instaló en su mente a partir de ese momento.— ¡Dímelo maldita sea!— gritó el hombre, al mismo tiempo que se acercaba y rodeaba el cuello de Oleika con su gruesa y fuerte mano.La presión era mucha y con ese agarre el hombre la estaba levantando con toda su fuerza hasta dejarla en el aire.Oleika movía las piernas y los brazos desesperada por encontrar un punto de agarre, algo que la ayudara a aleja
Alfa Malcolm es uno de los lobos más rápidos que existen, por no decir que es el más inminentemente peligroso del planeta.Justo al llegar al inicio del territorio de su manada observó que el ambiente había cambiado.En el aire se respiraba, incluso podía saborearse el hierro de la sangre, de la lucha que se llevaba a cabo.Al correr y llegar al pueblo donde las criaturas bajo su cuidado estaban luchando Malcolm perdió el control.Luchó contra cada una de las bestias cada uno de los lobos que no identificaba, destrozándolos por completo.A pesar de su lucha y de un ataque en conjunto de varios lobos al mismo tiempo, Malcolm siempre salía victorioso.Su pelaje oscuro como la noche parecía haber sido creado para perderse entre las sombras.Él se movía como pantera negra en la sombra, cubierto y protegido por el factor sorpresa.Uno… dos… tres lobos destruidos al mismo tiempo, con garras, mordidas, movimientos excepcionales incluso decapitaciones.~No lo hagas~ dijo Malcolm en el interio
Malcolm no puede alcanzar a procesar lo que escucha.— ¿Qué carajos dijiste?— estaba tan furioso, tan fuera de sí mismo que no se había dado cuenta que sus palabras sonaban más a una amenaza que a una pregunta.Oleika suspira aun nerviosa pero le sostuvo la mirada.— No tengo loba Alfa, nunca la he tenido— Decirlo en voz alta era como escupir clavos— No se lo que se siente tener esa compañera…“No era la enfermedad de parálisis incrustada” Pensó Malcolm furioso con el mismo por no haberlo visto antes, por suponer y dar respuesta a preguntas que no había hecho.Un gruñido gutural inundó a la pobre de Oleika quien tuvo que cerrar los ojos para contener su deseo de soltar el llanto.— ¡Que no tienes!— gritó Malcolm fuera de sí, intentando ignorar que todo el cuerpo de Oleika tenía impregnado el olor de ese bastardo y en ese momento se levantó.Él camino de un lado a otro, haciendo ver que ese espacio era demasiado pequeño para su imponente presencia.— No tienes… por la Diosa — jadeó Malc
El corazón de Oleika estaba trotando como caballo desbocado.Necesitaba continuar, necesitaba seguir recibiendo ese maravilloso placer, tanto o incluso más que respirar.— ¿Qué … Qué pasó? — Preguntó ella confundida y agitada.Aunque nada la preparó para ver cómo ese enorme y musculoso hombre salvaje salía completamente desnudo de la bañera, dejando que el agua corriera por cada uno de sus músculos, y su miembro erecto firme era otro ente que no podía perderse entre la inmensidad que lo rodeaba.Ese pedazo era… era…Oleika tragó saliva, era maravilloso.— ¿Me equivoque en algo?— Preguntó ella con los ojos brillosos ante la excitación que palpitaba desde el fondo de su… corazón.Malcolm se giró para tomarla entre sus brazos.Y así, ambos desnudos llegaron a la cama donde Oleika fue extendida, dejando que su cabello del tono del fuego enmarcara la belleza de su desnudes.La mirada de Malcolm era fuerte y llena de deseo.Todas las terminaciones nerviosas de Oleika comenzaron a quemar