Balto apretó los puños, listo para acabar de una buena vez con ese desagradable hombre, pero Blanca miró a su esposo y negó, ella se hizo a un lado gracias al empujón que Artic le dio, podía anteponerse, pero y era hora de que ese hombre tuviera una dosis de realidad. Cleo, por su parte, estaba un poco confusa por la reacción de Blanca, ¿Por qué se apartaría ella? ¿Por qué el rey no mataba a su hijo de una buena vez? ¿Por qué están tan relajados aun sabiendo lo que su hijo está por hacer? A nadie le gusta una persona que rompa sus promesas y menos cuando se trata de la Diosa. ―¿Por qué no me dejas matarlo? ―Vociferó Balto realmente furioso a su oído. ―“Hay algo que él ignora y eso será su perdición” ―Balto calló y confió en su mujer. ―La luna que ustedes tanto aman, quien juró protegerlos y ayudarlos, esa misma que se cree un ángel en la tierra, ha cometido el peor de los pecados. ―Los miró a todos y la confusión en ellos lo alentó más. ―Ella, aun teniendo a su pareja, ¡Aun
Lo que le contó Firel había sido un golpe duro para Blanca, ella no le quería creer nada de lo que esa mujer le dijo, pues ya la había traicionado y consideró que estaba tratando de aprovecharse de la situación, pero para Balto y Susan fue una verdad inédita.Pues el poder que tiene Blanca es digno de una alfa, las investigaciones se llevaron a cabo y todo lo que la esclava escuchó era real. Los Nakamura traicionaron a los Midetlon Yoshida y los llevaron a una rebelión donde pagaron con su vida, años después los Nakamura reclamaron el trono porque se suponía que Artic era el destinado de Blanca.Se hicieron del liderazgo a base de mentiras, pues el vínculo que lo une a Blanca no es más que hechicería negra y la vendieron en cuanto tuvieron la oportunidad mintiéndole a las personas que ella había huido porque lo rechazó.Balto estuvo ahí con su esposa, ella cayó en depresión y no quería saber de nada, solo deseaba olvidar y que esa ignorancia en la que estaba volviera para no sufrir po
El plan fue creado y la guerra estaba por empezar. La estrategia fue tan buena como siempre, primero se tenía que convocar a los aliados para ir con todo y para estar más seguros, debían hacer nuevas alianzas, por lo que debían viajar a Europa para cobrar uno que otro favor.Todo estaba yendo sobre ruedas hasta que Blanca exigió acompañarlos a lo cual Balto se negó al instante, ella está embarazada y debe cuidar de Lucius, pero ella no estaba dispuesta, quería enfrentar a su enemigo.―“No soy solo una madre, soy reina y una guerrera, no me puedes negar ir a batalla” ―Lo miró a los ojos. ―“Tengo tanto derecho como tú a pelear esta guerra, lo sabes”―Déjennos solos. ―Ordenó Balto mirando a sus hombres. ―¡Salgan! ―Gritó cabreado, Susan que sabía no se le podía cabrear más, se llevó a los hombres y los dejó a solas.―“¿Acaso estás loca?” ―Balto la miró molesto. ―“Estás embarazada y esta guerra será realmente sangrienta, ¿Por qué no te quedas aquí a salvo con nuestros hijos?”―“¿Y permitir
La llegada a Europa no fue fácil. La última batalla que tuvieron y en la cual el jefe alfa fue destruido por ellos, no les hizo fácil la estadía. Muchas personas estaban enojadas con ellos, así como había otras que sin pedirlo ya estaban de su lado.Los rumores de la inevitable guerra se expandieron con rapidez. Artic había estado difundiendo mentiras para hacerse de aliados y lo estaba consiguiendo. Todos consideraban que Balto debía dejar de ser rey por la crueldad y sus pensamientos de ser mejor que los demás y verlos como si cada lycan en el mundo le perteneciera.―Esto está mal en muchos sentidos. ―Gideon se paró al lado de su alfa. ―Es increíble como las personas se dejan llevar por palabrerías. ―Negó indignado. ―El poder de las palabras es algo a lo que siempre le temeré. ―Balto estuvo de acuerdo con su beta.―Lograron asesinar a su jefe alfa y después tomaron su puesto como si nada. ―Resopló. ―Sin duda son buenos para el arte de la manipulación, lo bueno es que gran parte de E
Artic colocó la espada en la garganta de Micky provocando que Gideon y Blanca enfurecieran. Balto los agarró con fuerza para que no cayeran en la provocación, pues de hacerlo serían los primeros en atacar y todo se iría al caño. —¡Suéltala, hijo de perra! —Gritó Gideon luchando contra su alfa para soltarse. —¡Susan! —Ordenó Balto, ella que ya estaba lista, apareció ante Micky e inmediatamente la trajo de vuelta, pero los susurros desconcertados le hicieron mirar y lo único que había rescatado era el cuerpo de Micky. Artic alzó la cabeza dejándolos a todos aturdidos por lo que hizo. Gideon miró la cabeza en la mano del hombre y sintió que su vida se había acabado por completo, Blanca sintió una enorme irá al ver lo que fue capaz de hacer ese miserable y Balto por poco sucumbe a sus deseos, pero fue el pilar. —Como lo ven. —Artic aventó la cabeza como cualquier cosa sin importancia, golpeándolos más fuerte. —Era una de ellos y es justo como acabarán todos lo que vengan contra
Las cosas en el reino estaban pacíficas, pues los enemigos que salían no eran rivales y eran derrotados a la brevedad. La tristeza por la muerte de Vicky esta vez fue algo consoladora, ya que tenían un cuerpo para despedir y esos los ayudó muchísimo. Gideon se volvió el jefe alfa de Asia y estaba haciendo un trabajo increíble. Todos estaban de acuerdo en cuanto a que él es demasiado bueno en lo que hace. Se había vuelto algo más frío y cruel después de sepultar a su luna, pero eso no le quitaba lo justo y bueno con su gente o con cualquiera que necesitara de él. Balto y Blanca finalmente estaban teniendo esa felicidad que tanto les había costado conseguir. Ambos se aman incluso más que antes.Lucius por su parte, sigue siendo el mismo terremoto de siempre, conforme va creciendo, sus travesuras se vuelven más astutas y sus cuidadoras constantemente tienen ataques de nervios por miedo a su rey. Susan y Max volvieron al mundo humano, pero no dejan de visitar a su niña siempre que pu
Balto y Blanca guiaron a Gideon hasta el despacho, él dejó muy en claro que la conversación sería solo con ellos dos. Expectantes, se miraron entre sí después al hombre con la cicatriz en la cara. Gideon quería hablarlo de una buena vez, pero no sabía como abordar el tema. —Vamos, no nos dejes así. —Se quejó Blanca, ya bastante nerviosa. —Mi reina, no se ponga de esa manera. —Gideon se preocupó, pues su corazón late desbocado y no es su intensión asustarla. —No volveré. —Blanca y Balto cruzaron mirada y después miraron a su acompañante. —Desde ahora me voy a centrar en la guerra que se ha librado gracias a que algunos no me quieren como su jefe alfa. —¿Guerra? —Balto se acomodó en su puesto. —¿Quieres respaldo? Estoy dispuesto a ir con mis hombres y... —No. —Gideon lo cortó al instante. —Quiero que queden fuera de todo esto, yo solo quería explicarles, ya que ustedes fueron los que me dieron el puesto y me sentía con la obligación de decirles lo que pienso hacer para qué... —
El fuego vivo, las bestias destrozándose, una lucha de poder y resistencia.En medio del caos, el alfa Gideon lucha por ganar la batalla que se estaba dando, él peleó por ganar un territorio más y lo estaba consiguiendo. El zarpazo que le dio a su enemigo le cruzó la cara, no esperó a que se recuperara, la mordida en el cuello acabó por completo con él. Un giro inesperado de las cosas lo puso contra el suelo, un lobo estaba tratando de acertarle un golpe, pero el alfa era más poderoso que cualquiera ahí y rápidamente puso la circunstancia a su favor, así asesinándolo de un zarpazo en el cuello. Ensangrentado, agitado y con sus furiosos ojos dorados brillando por el éxtasis que le brinda la batalla, miró a su alrededor. Él había ganado, sus hombres lo dieron todo y el resultado fue ganar un territorio más. El alfa Gideon, un hombre oscuro y temerario. Un lobo feroz y violento. Un jefe fuerte y justo. No sonreía jamás, no vacilaba nunca y jamás dejaba pasar por alto una falta en su