Ocho meses después…
Cuatrillizos.
—Enhorabuena, dos niños y dos niñas, pero la niña más pequeña, de sólo dos tercios del tamaño de los otros bebés, no durará mucho en este mundo.
Fueron lo que dijeron los médicos tan gentilmente como pudieron, pero no había forma de suavizar este tipo de golpe, para Selene.
Apenas le sobraba dinero de los ahorros que le dejó la amiga de su madre después de todas las facturas del hospital para dar la bienvenida a un bebé.
Los protegió durante los últimos meses con todo el amor y cuidado que poseía, pero ahora estaba aprendiendo que sus mejores esfuerzos no habían sido suficientes.
—La más pequeña nació con una afección cardiaca potencialmente mortal, e incluso si de alguna manera sobrevive, no tiene ningún rasgo de hombre lobo.
—Eso no me importa por supuesto —la amaría, aunque naciera con dos cabezas.
—A menos que suceda un milagro, su hija morirá antes de que acabe la noche.
Ella pensó que conocía el dolor.
Cuando soportó el despreció y las maldades de su madrastra o cuando perdió a su hermano junto a Kanu e incluso Diana, su identidad en el mismo día o peor aun cuando tuvo que huir de su compañero destinado y padre de sus hijos porque tenía sangre de traidora, imaginó que nada podría ser más doloroso. Entonces la amiga de su madre murió.
Ella realmente perdió todo, y aun así no fue suficiente.
Su loba aúllo lastimosamente en su cabeza mientras Selene se balanceo adelante y atrás, acunando el frágil bulto contra su pecho.
—Ella no puede morir. No dejaré que suceda. Tiene que haber una manera —lloro, presionando sus labios contra la suave cabeza del bebé—. Tiene que haber algo que puedas probar.
—Diana —comienza su médico en voz baja.
Si ella había tomado la identidad de Diana, su doncella personal para ocultarse del mundo.
—Hemos hecho todo lo posible aquí. Solo hay un cirujano en el continente que posiblemente podría ayudarla, y...
—¿Qué? —exigió, el sabor de sus propias lágrimas persiste en su lengua—. Si pueden ayudarla, ¿Por qué no estamos tratando de atraparlos?
El médico frunce los labios.
—Diana —dijo de nuevo, en un tono apaciguador que ella está empezando a odiar—. No puedes permitirtelo.
La furia justa y materna la consumió en una gran explosión de llamas.
¿Todo se trata de dinero? ¿Incluso salvar vidas?
—Tal vez yo no pueda pagarlo —gruñó con enojo—. Pero su padre sí.
—Nos dijiste que el padre de los bebés no les importaba —el médico le recuerda tentativamente.
Mirando a su pequeña y perfecta hija, Selene supo que ninguno de sus sentimientos o preocupaciones pasadas es importante.
Sus hijos son lo único que le importa ahora.
Y no podía dejarla morir, este milagro que ni siquiera ha tenido la oportunidad de nombrar.
—Eso fue antes —hipo, sintiendo lágrimas frescas deslizarse por sus mejillas—. Si eso significa que ella puede vivir... haré lo que sea necesario.
—Entiendo. Le avisaremos de inmediato, denos un contacto.
Ella no respondió, apenas lo había visto en las noticias por lo que sabía su nombre.
—¡Él es el príncipe Dante! —dijo y el médico abrió los ojos como platos, realmente estaba sorprendido. Ella lo agarró del brazo—. Yo-soy un omega. Si sabe acerca de los otros bebés, me los quitará. Me hará su esclava y no me dejará estar cerca de ellos. Le imploro que entienda. Puedo entregarla para salvar su vida, pero él no puede saber acerca de los demás. Él no puede saber que estoy viva.
—¿Me estás pidiendo que le mienta a un Alfa de la realeza? —el médico aclara con cautela.
—Te pido que me ayudes a salvar la vida de mi hija —corrigió—. Y evitar que mis otros bebés sean separados de su madre. Entonces, ¿Me ayudarás o no?
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—Eso no es posible —insistió Dante, mirando a la diminuta criatura que la enfermera acaba de poner en sus brazos.
El mundo daba vueltas a su alrededor en un zumbido repugnante.
En el espacio de treinta segundos supo que su pareja, a la cual había estado buscando como loco, murió dándome una hija, cuando él ni siquiera sabía que estaba embarazada.
—Lo siento mucho, príncipe —el doctor murmuró, con un nudo en la garganta no podía creer que aquella chica lo haya convencido de mentir y nada menos que a unos de los príncipes herederos. —Pero es verdad. He estado cuidando a Diana durante los últimos seis meses.
—Diana —murmuró Dante con suavidad, era la primera vez escuchaba su nombre—. ¿Dónde está ella? —se ahogó, en sus ojos ardiendo con lágrimas no derramadas—. Quiero verla.
No podía creer esto.
Ya que él sentiría si su pareja estuviera muerta.
Su lobo está completamente furioso, arañando la superficie de su piel, exigiendo que lo dejará salir, para rastrear a su pareja destinada y demostrar que esté ridículo doctor está equivocado.
—Lo siento, príncipe. Diana donó su cuerpo a la ciencia. No puede verlo ya que fue llevado de aquí a otro estado hace horas. Pero te aseguro que esta es tu hija.
—¡Yo sé eso! —gruñó.
Sabía que no había ninguna duda.
La beba se veía exactamente como su compañera, pequeña como ella y su cabellito rubio y ni hablar de sus ojos.
Incluso olía a ella, a pesar de todos los olores extraños y estériles del hospital que enturbian su dulce aroma.
—Eso no es lo que está en discusión.
El doctor se estremeció ante su tono áspero, pero no le importo a Dante.
—Lo sabría si mi compañera destinada estuviera muerta. Te lo digo, has cometido un error.
—Es natural no querer creer que un ser querido se ha ido —El médico analizó—. A todos nos gusta pensar que seríamos capaces de sentirlo, pero la verdad es que no podemos. Diana se ha ido, pero este bebé no. Ella necesita ayuda. Ella necesita a su padre.
La beba ha estado durmiendo desde el momento en que la enfermera la colocó en los brazos de Dante, pero ahora sus ojos se abren: vidriosos, soñolientos y tan azules como el cielo.
Los ojos de su pareja.
Dante ve a su hija parpadear y arrulla suavemente, abriendo la boquita en un gran bostezo que hace que su corazón se desgarre en su pecho.
—¿Qué tengo que hacer?
Punto de vista de autor::Para Selene renunciar a su hija fue lo más difícil que hizo, pero no se arrepentía ni un poco. Dante salvó a su beba tal como había rogado que lo hiciera, y algún día pensaba encontrar la manera de llevarla a casa, donde pertenece.En los años transcurridos desde que huyó, ella llegó a lo suyo. Estudió y finalmente, pudo hacer un buen uso de su título en química.Así fue como comenzó su propio negocio de perfumes de alta gama y se abrió paso en el mundo, construyendo lentamente el poder que necesitaba para enfrentarse algún día a su pareja predestinada y reunir a su joven familia.Nadie podría reconocerla como la hija de un traidor, ella se había encargado de que la antigua Selene muriera en aquel doloroso día que lo perdió todo. Y en cuando a Dante y ella sé volvieran a encontrar, encontraría una mujer muy diferente a la que una trato de someter, pero eso está muy lejos ya que por el momento ella estaba enfocada en criar a sus cachorros y por el bien de e
Punto de vista de autor::::33 De pie frente a un edificio, Selene observaba cuidadosamente los artículos que exponían en las vitrinas. Era demasiado cara y demasiado estilizada, es una absoluta monstruosidad. Como tantas lobas desafortunadas que asumen que la riqueza es lo mismo que la clase. Selene considero que la amante de su pareje predestinada llenó su tienda con los artículos más llamativos y extravagantes que pudo encontrar, sin importar si tenían un verdadero valor artístico. Sus perfumes, designados anónimamente con la palabra francesa para loba: Cruel Destino, se alinean en sus mostradores. Selene estaba segura de que aquella mujer no tiene idea de que los aromas exclusivos que ha colocado en sus estantes son las creaciones de la madre de Romí, ósea ella, y aunque no pudo criticar su gusto por los perfumes, sabía que solo los vende porque tienen mucha demanda. Cuando trató de entrar al taller, vestida informalmente con la misma ropa que uso en el laboratorio, las presu
Punto de vista de autor:::3Una alta mujer, que vestía de manera extravagante entro a la boutique una hora más tarde, y se detuvo en seco.Todo el mundo está alborotado y todos los mostradores de fragancias de Cruel Destino están vacíos.—¡¿Cuál es el significado de esta desfachatez?! —exigió Jane furiosa.Jane nunca había visto una foto de Eliza Ferrer ya que era famosa por su reserva y nunca se deja fotografiar o entrevistar por la prensa. Y ella siempre supuso que debía estar espantosamente deforme o algo así, y la mujer que tenía ahora frente a ella es todo lo contrario.Solo podía ver su espalda, pero una cascada de lustroso cabello negro que caía por su espalda y su figura esbelta está curvada en todos los lugares correctos.Sele, sé volteó cuando escuchó aquella voz, y el corazón de Jane se detuvo en su pecho. ¡La mirada de aquella mujer! Y sobre todo el color de sus ojos, Jane estaba segura que le eran familiar.Selene le ofreció una sonrisa letal y avanzó a grandes zancadas,
Punto de vista de autor;3El perfume de Selene fue personalizado para poder ocultar su olor verdadero de todos los demás y convencerlos de ser una alfa fuerte, sin embargo, ella dudaba seriamente que su compañero predestinado se deje engañar. Después de todo, es un príncipe Alfa, el líder más poderoso que la manada Blue Moon que se ha visto en generaciones.Mientras Selene sé alejaba por la calle, fantaseaba con huir con su hija en ese mismo momento. Asi su joven familia podría reunirse en una hora. Seria una sorpresa para los pequeños ya que los otros cachorros ni siquiera sabían que tenían una hermana y eso era lo que ella despreciaba más por el hecho de mantenerlos separados.Por supuesto, lo único que la detenía era que, si llevaba Romí ahora, no podría operarse.Aunque le era posible pagar la atención médica más avanzada ahora con su imperio de fragancias que es tan exitoso, pero solo hay un cirujano en el mundo que puede realizar el procedimiento que se requiere, y él estaba fir
Punto de vista del autor:3—¡Romí! —dijo Dante saltando hacia adelante y sacando a su cachorra de los brazos de la extraña mujer, y la abrazó con fuerza—. ¡Dónde has estado, he estado tan preocupado!—Lo siento, papa —su vocecita responde—. Me perdí.—¡Muchas gracias! —le digo Dante al salvador de su hija.—No, es nada su majestad —responde Bella, asintiendo hacia Romí.—¿Hay una recompensa? —gruñendo por lo bajo Dante, saca su billetera de su bolsillo trasero y extrae algo de efectivo, queriendo que la mujer desaparezca de su vista lo más rápido posible.Cuando finalmente se ha ido, me vuelve a hacia su hija.—¡Cariño, tienes que dejar de huir de Frank! No es seguro para ti estar sola en la ciudad.—Papá, estaba perfectamente a salvo —ella responde, como si estuviera siendo muy tonta—. Estaba con mamá.Dante no puedo creer lo que estaba escuchando. ¿Estaba alucinando su cachorra? ¿O era él? Todo el aire de sus pulmones sale en un gran silbido.—¿Qué dijiste?Romí mira a su padre con
Punto de vista de autor:3—Ella era tan perfecta —gime Selene, tomando un sorbo de vino mientras Bella escucha con simpatía—. Quería huir con ella en ese momento.—Es bueno que no lo hayas hecho —Bella aconseja.Estaban en él porche delantero de la casa de Bella, disfrutando de un cóctel al final de la tarde y discutían los eventos impactantes del dia.—Ya era bastante arriesgado simplemente pasar tiempo con ella. Si la tomabas, el Príncipe te perseguiría hasta los confines de la tierra, no dudes de ello.—Voy a tener que encontrar una manera de llevármela eventualmente. Ella me pertenece a mí, a sus hermanos —insistió Selene, sintiéndome positivamente abrumada después de todo lo que ha pasado en los últimos días.—Lo resolveremos —Bella le asegura—. Por ahora deberíamos estar agradecidos de que no se haya dado cuenta de que estás viva.—¿Y si lo hizo?La ansiedad en la voz de Selene, es tan visible que Bella resopla.—Cariño, tienes que confiar en que el certificado de defunción que
Punto de vista del autor:3En las vitrinas que recubren la ventana de la panadería que rebosa de deliciosos pasteles. Tenía pintado una "A" dorada en letra cursiva en los triángulos de chocolate que sobresalen de cada postre, la marca registrada de Aroma de Café Dulce.Dante suspiró, en el asiento trasero de su vehículo, mientras veía a unos de sus guardias real entrando a la tienda a comprar un postre, para su cachorra.Mientras mira más allá de la vitrina hacia el interior del mostrador, su corazón se agitó de repente al ver a una loba exactamente a su hermosa pareja. Ella es pequeña y delgada, y aunque su cabello largo sea negro y no rubio. Sus facciones físicas eran iguales.Dante no es cociente ni en qué momento ha salido del auto cuando ya se está acercándose a las puertas de cristal, entra justo cuando ella sale por la parte de atrás, evitándolo tan perfectamente que él está casi impresionado.Casi, ya que preferiría tenerla en sus brazos que perseguirla hasta los confines de
Punto de vista del autor;3 Bella estaba en su trabajo, cuando escucho un golpe en la puerta de su oficina, la última persona que esperaba encontrar esperando del otro lado fue al Príncipe Dante. No obstante, allí está el Principe Dante, con una expresión neutral en su hermoso rostro.Parpadeando sorprendida, Bella casi se ahoga con su propia respiración, ante de inclinarse como de costumbre. —Su majestad ¿A qué le debo el honor? —Hola Bella —saluda con frialdad—. Vine a agradecerte por traer a Romí a casa a salvo. —!Oh! Por supuesto.Bella sonríe, tratando de ocultar su malestar. Era demasiado obvió que esa no era la única razón por la que está aquí para Bella, sin embargo, estaba agradecida de que haya elegido venir a su trabajo, en lugar de a su casa. Porque la casa olía a Selene y los cachorros en este punto. —También tengo que preguntar —continúo Dante. Astutamente—. ¿Por qué no dijiste de la otra loba quien fue quién realmente encontró a mi cachorra?A pesar que se le cong