La habitación estaba sumida en el silencio mientras los dos amantes se miraban fijamente.

-Agustin, está vez no te detengas dijo de pronto Mónica acercándose al pecho de Agustín de lado.

-Cariño estás segura? Tú...

Se que a pesar de todo te has controlado porque prometiste llevarlo con calma pero esa calma es la me consume lentamente cada noche, es una tortura continua la cual ha sido suficiente querido esposo, no quiero esperar más mi respiracion se vuelve pesada cada vez que te siento cerca de mí por ello te pido que acabes con este castigo pues cada parte de mi cuerpo piden el calor y el fuego que hay dentro de tí.

Shhh.. no digas más. Mírame,y preguntaré por última vez ¿Estás segura?

-uhmm, asintió Monica escondiendo su rostro.

Aquella pregunta fue solo una intención de calmar el poco de autocontrol que quedaba en Agustin inquiriendo que sus oídos habían escuchado mal. Lo siguiente que sucedió fue que con una velocidad inimaginable puso a Monica debajo de él mientras la mi