El viaje comenzó, ese día eran los únicos, nadie más del pueblo iba a salir a Healy ese día, las parejas de lobos escogieron sus asientos juntos, Alana prefirió alejarse de las dos parejas y se fue hasta la parte final del bus. Estaba nevando, todos esos días lo había hecho, pero suave, aunque ese día en particular había mucha brisa. El movimiento del carro la hizo sumergirse rápidamente en un profundo sueño, dónde se encontró nuevamente a la loba blanca, sus ojos centelleaban con el cambio de color, su destello era más fuerte, más grande, más llamativo. Alana miraba sus ojos, embelesada, como si el simple hecho de mirarlos la atrajera, la hipnotizara. La mujer en sus sueños , hizo el mismo gesto que cuando estuvo en la casa, agachó su cabeza buscándola a ella, Alana se acercó a la loba y la imitó. La corriente que salió de la loba esta vez no sólo se podía sentir, podía verla, una corriente blanca, salir de su cabeza y entrar en la de ella. Era mágico, no dolía, aunque si era b
Debía ser una broma,cómo ellos fueron a parar al mismo hotel que Gabriel? Ahhh, será que su papá así lo había platicado, o fueron los chicos? Fue ese momento en que cayó en cuenta, que justo Jacob había estado en Healy hace un día, quiso gritar pero se controlo. Respiró con toda la calma que el momento podia brindarle, se habló a si misma - Lo superamos Alana, ya lo superamos, puede que sea incómodo, pero sólo serán dos días. Una voz que le pareció muy molesta la saco de sus pensamientos - Gabriel? La habitación de Gabriel sólo tiene una cama. Claro, tiene un sofá a diferencia de la habitación que queda. - Bueno, no creo que haya problema con Gabriel, estoy seguro que si aceptará que nos quedemos con el. - De ser así, iré a buscarlo. Alana notó la forma tan familiar en la que se refería al lobo y la verdad fue que no le agradó. La chica subió las escaleras bajo la mirada de todos, hasta que ya no se pudo ver. La loba sintió como le sudaban las manos y comenzaban a tembla
La noche fue fría, lluviosa y con truenos, se sentía el viento soplar contra las ventanas, la madera crujía entre el vaivén del agua y el viento. Era una tormenta. Lo que al principio parecía sólo ser una nevada , se volvió una tormenta eléctrica. La lluvia no era tan fuerte como el viento y los truenos, Alana había perdido la cuenta de cuántos habían caído. No sé atrevía a voltear hacia donde estaba el lobo que permanecía acostado detrás de ella, estaba apenada, parecía una niña de seis años, con un miedo tan grande a los truenos que salía corriendo a la habitación de sus papás. No podía dormir, no iba a dormir, tenía un frío horrible, la calefacción parecía luchar contra el frío de afuera. En mala hora habían llegado a Healy y lo peor de todo fue lo que sus amigas le hicieron hacer. No podía creerlo, seguro ellos estaban aprovechando el frío y la lluvia para calentarse con sus lobos. Ahhh se sintió frustrada. Intentó cerrar sus ojos nuevamente para intentar dormir, se aco
Abrieron sus ojos y se vieron por varios segundos, el momento se sintió bastante incómodo. Alana recordó todo lo que había pasado la noche anterior y la paz que Gabriel había provocado en ella, había dormido plácidamente junto a él.Pero se sintió como una estúpida, se suponía que quien debía buscar un acercamiento en ellos era él y no ella, las cosas habían estado tensas, pero no por haber dormido juntos iba a ser diferente. Quiso recuperar su cordura de la peor manera, - Gabriel, dijiste que te irías al sofá en lo que yo me durmiera.Sí, el lo había dicho, pero cayó en un sueño tan profundo que no supo si se durmió primero que ella, respiró profundo, la mañana ya había comenzado mal, lo que significaba que el día iba a ser peor. No quiso pelear, ella tenía razón.Se levantó rápidamente y sin mirarla le dijo - Lo siento Alana, no quería faltarte el respeto ni incomodarte, al contrario sólo no quería que tuvieras miedo. Yo, yo me quedé dormido creo que primero que tú.Aunque ella se
Ziara estaba en su habitación, se suponía que Alian había llegado ayer de su viaje y aunque tenía muchas ganas de verlo no quería ir a la manada. El encuentro con esa estúpida loba la había puesto muy alterada, le hizo sentir muchas cosas sobre todo una que era la que más le remordia la consciencia, la había hecho sentir culpable. Sabía que si era culpable, pero no del todo, ella no quiso hacerlo, nunca quiso ser participe de tan atroz acto. Pero que podía hacer? Ir en contra de los deseos de su padre y morir? Esperar a que matara a Alian. Cómo iba a vivir con la culpa? No sabía, había intentado Miles de ejercicios mentales para bloquear esos recuerdos pero sólo funcionaban por poco tiempo, cuándo algo los sacaba a relucir era muy difícil volver a deshacerse de ellos. Sabía que no tenía escapatoria si quería estar con Alian debía obedecer a su padre El tenía ojos en todos lados, en el consejo, incluso no dudaba que dentro de la manada también. Que horrible vida llevaba. Pero
Mientras iba de camino con Alian a su habitación, no podía dejar de pensar en Alana, era una loba un poco extraña decir verdad, había algo en ella, eso podía verlo, le agradaba Alana en verdad, pero si era de poner la vida de la loba o la de ella en una balanza, la de ella pesaba más. Al fin y al cabo, ella podía ayudar a Alian a sobrellevar su dolor, si es que algo le pasaba, claro no había que ir tan lejos. El Rey no podía hacerle nada o por lo menos no por ahora. Si no obvio todos sabrán que había sido ella, así que tenía que saber cómo actuar y como ganarse la confianza de todos los lobos, incluso de aquellos lobos del pueblo, de aquellos que eran amables y tratar de agradarles a los que la miraban con desdén. No se dió cuenta que ya estaban en la habitación y que Alian la miraba de forma extraña. La vampiro estaba ensimismada en sus pensamientos, tratando de sobrevivir a las amenazas de su padre y tratando de ser feliz le costara lo que le costara. - Ziara- Dijo Alian casi gr
Quien era Isan? Isan al igual que el Alfa Silas, era el último vampiro de Sangre Real, no había otro con un linaje más puro que el suyo, venía de sangre fuerte, de las dos familias más grandes que pudieron haber existido en todos los clanes del mundo. Pero Isan, había hecho cosas que nadie sabía, puede que alguien lo sospechara pero nadie se atrevía a decir, se podía decir que había acabado con todo lo que su padre había construido. Para el no existía un pueblo, eran lacayos que vivían en sus tierras, no había tal preocupación por nadie que no fuera él. Pero había Sido así toda su vida? No del todo, de hecho, en algún momento de su vida, se enamoró y fue el vampiro más feliz del universo. Pero todo acabó cuando sus padres expresaron la idea de que ese noviazgo o relación, podían acabar con lo puro de su linaje, a parte de que la unión de esas dos razas, podían resultar en un hijo muy extraño. Sus padres no lo aceptarían jamás. Hizo todo lo que pudo, pero cuando le dijeron que po
Las leyes, eran las leyes entre sus mismas especies por así decirlo, la que los separaba, era un amor imposible. Pero Alian y Ziara se amaban. Era un amor intenso capaz de superar cualquier lazo sanguíneo. Los lobos eran fieles, y defendían a capa y a espada, siempre y cuando fuera con sus parejas, existían manadas, dónde no les importaba el lazo de pareja, lo que tenía peso en realidad era el estatus social. Por qué? Porque pasaba mucho, la mayoría de las veces, que la pareja de los Alfas terminaba siendo alguien de una familia muy noble, sin pureza en su sangre. Para lo que a muchas manadas les resultaba peligroso porque se creía que restaba fuerza en la sangre Alfa. La Manada de hielo, era diferente, aunque respetaban las decisiones de todos, lo más seguro es que cada lobo o loba terminara con su pareja, la que la diosa luna hubiera escogido para ellos. Claro caso el de Alian, aunque el Alfa Silas era de esos alfas chapados a la antigua, no le gustaba que los lobos se mezclaran