La mazmorras Era sin duda uno de los lugares favoritos de Isan, disfrutaba estar allí, desde el olor, hasta sentir ver y hacer en ese lugar. Cualquiera que estuviera allí podría vomitar, incluso hasta desmayarse, la mayoría lo hacía, la cosa era que no todo el que entraba tenía la oportunidad de salir... Ziara no logró comer ni un poco, estaba tan nerviosa que el tenedor en su mano temblaba, su estómago se revolvía y la bilis amenazaba con llegar a su garganta. Intentaba calmarse respirando un poco suave y despacio, sintió que había una mirada fija en ella, levantó su cara para conseguirse unos ojos morados sobre ella mirándola burlones. La Vampiro tragó saliva, debía calmarse o tendría un ataque de pánico en la mesa, sería vergonzoso y aún más viendo a su padre que desayunaba taciturno cómo si no existiera nada en el mundo que pudiera perturbarlo. Miró el plato de Isan y notó que el vampiro comía con rapidez, Ziara decidió pedir permiso y levantarse para ir al baño, lo hizo s
La bruja Betzabet, o cómo algunos en el pueblo la llamaban la eterna amante del Rey, vivía retirada del resto y sólo se le veía cuando salía de compra al pequeño mercado del pueblo vampiro. Cada vez que salía llamaba la atención de todos, quizás era su ropa vestida de negro de pies a cabeza, con una mirada que causaba miedo, nunca se le había visto riendo. Nadie la había visto junto al Rey, pero sacaban conclusiones porque el Rey la visitaba casi a diario y podía pasar horas y horas dentro de su casa.Una casa que fue diseñada por el mismísimo Isan para ella, Betzabet amaba a Isan, lo amaba con locura. Si, con locura, sus sentimientos por el rey carecían de cualquier raciocinio. Tal vez cualquiera que supiera de ellos pensaría que el rey la ama y que está enamorado de ella. Pero no, Isan no amaba a nadie, quizás no a si mismo. Una sola mujer había provocado tales sentimientos, mismos que arrancó de raíz hace años.Ziara caminaba detrás de él, sentía que todos la observaban y de h
Infusión - Como sabés bien Betzabet, mi querida hija- El tono que uso para llamarla de esa forma fue sarcástico, ni él mismo creía que la quería. - Es mi, a ver a ver - Dijo poniendo una mano en su barbilla pensando. - Ahhh ya, es mi cómplice, mi espía, es mis ojos dentro de la manada de perros de al lado.Ziara cerró sus ojos, esas palabras dolían por el simple hecho de que eran ciertas.La bruja sonrió al ver la expresión dolida en el rostro de la joven vampiro.- Soy toda oídos- Le respondió con una sonrisa en el rostro.- Necesito que prepares dos cosas para mi, la primera es una infusión.La palabra infusión llamo la atención de Ziara, acaso quería envenenarla? Nooo, se regaño mentalmente, muerta no le servía de nada.- Una infusión para qué?- Bueno, cómo te podrás imaginar, Ziara vive teniendo sexo con su amado lobo, de hecho, aunque ella crea que no me doy cuenta está enamorada de él, está marcada. Así que yo cómo buen padre que soy, debo proteger a mi hija y sobre todo a mis
Gastón - No iremos ya te lo dijimos. - No les pregunté si querían, iremos y punto. - No podemos pisar ese castillo nuevamente, ese hombre nos va a matar, o se te olvidó cuando casi te mata ante mis ojos y los de su engreída reina? La sangre del vampiro hirvio pues los recuerdos le golpearon. Isan lo había humillado tantas veces y siempre lo trataba como a un vasallo, pero tenía un plan y no permitiría que nadie lo arruinara. Los vió a los dos y los ojos de Elena reflejaban miedo, si era cierto que casi los mataba, pero ese casi significaba mucho. Si Isan hubiera querido matarlos ya lo hubiese hecho. - Tienen una hora para estar listos, debemos volver pronto. - Ya te dijimos que no iremos. - Ya les dije que si, no les di opción, no pregunté si querían, les di una orden y deben obedecer. - Obedecer? Con quién carajos crees que estás hablando? Estás loco acaso? Somos tus padres.. - Si tienes razón, son mis padres. Pero fallaron en el intento de tener un giro, así que
* Silas Dos meses habían pasado, los días transcurrieron con normalidad y calma, una calma que para Silas fue algo abrumadora, pasó los primeros días preparado porque sentía que algo iba a suceder, pero con el pasar de los días se fue tranquilizando, aunque algo por dentro le decía que algo no andaba bien decidió confiar. *Eva Después de dos largas horas de entrenamiento, desayunaban a gusto todos en la mesa, Alana parecía mucho más tranquila, cosa que Eva agradeció, se veía con Gastón a diario, cada día su relación se afianzaba más. Los problemas poco a poco comenzaban a desaparecer y todo estaba tranquilo. *Gabriel Gabriel comía con los demás pero su mente permanecía en otro lugar, daba gracias a la luna por los entrenamientos, que hubieran comenzado era de mucha distracción para él, sobre todo para esos días donde su mente le recordaba cosas que quería olvidar. Estaba a cargo de los entrenamientos, pero lo que no le gustaba era que se estaban haciendo de la misma manera de
Gastón caminaba de regreso al castillo por el mismo camino de siempre, atento de quién podía encontrarse, ya era normal conseguirla por estos lados aunque no debería estar tan lejos de la manada. Escuchó el crujir de las ramas y giró su rostro para los árboles topandose con esos ojos marrones que le estaba tomando gusto conseguir. - Vampiro - Loba. Las últimas veces que se habían reunido se saludaban de la misma forma, era una loba muy guapa y con buen cuerpo como la mayoría. - Tienes algo para mí, hoy? - Tengo más de lo que crees. La respuesta había salido más tentadora de lo planeado. - Ah sí? - Si. Respondió acercándose al vampiro. - Sabías que hoy había cierta reunión secreta en la oficina del Alfa? Los pensamientos lascivos de Gastón desaparecieron al escucharla. - De que hablas? - Mmmm, a ver. Bueno, hay cierto lobo , es un anciano a decir verdad, estoy segura que ni transformarse puede ya, pero es él médico de esta manada, de otras dos y del consejo, por lo que es m
Con el pasar de los días el ambiente había vuelto a la normalidad, la manada entrenaba todos los días como era debido, excepto por los domingos o algunos fines de semana que los daban libres para que los lobos pudieran divertirse un poco. Pero cuánto duraría la paz? Sería así para siempre? El desayuno estaba servido y todos se sentaban para comer, la mesa estaba llena como siempre, hasta Gastón estaba allí. Sólo faltaba Ziara, todos esperaban a la vampiro habían quedado el día anterior en desayunar juntos por orden del Alfa. Silas planeaba dejar claro que antes de que terminara el año Ziara y Alian debían llevar su ceremonia a cabo y aunque no le agradaba mucho la idea, para principios de año esperaba que se llevara a cabo la de Alana y Gastón. La charla era amena, todos se mantenían conversando y riendo. Gabriel se mantenía serio y en silencio, como hacía años que no se veía, pero nadie decía nada al respecto, aunque Jacob sabía muy bien la razón, pero el tampoco era quien
Se acabó la Paz - Que pasa Tyson? Tyson un lobezno que Tadeo habia ayudado a criar, era el futuro médico de los lobos y era su persona de más confianza. - Alfa, Tadeo envía un mensaje para usted que debe ser entregado con suma urgencia. Los ojos de Eva se abrieron con sorpresa y preocupación su mirada pasó de Tyson a Silas, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. - Ven, vamos a mi oficina. Tyson comenzó a caminar en dirección a la oficina del Alfa, pero luego se volteó hacia la mesa y les dijo - disculpen, si mi entrada los sobresaltó, no era mi intención asustarlo. Hizo una pequeña reverencia a la luna y siguió al Alfa con pasos apresurados. La puerta de la oficina se abrió y también fue cerrada detrás del lobo. - Ahora dime, que ha pasado, para que llegues así a mi manada. - Alfa Silas, debía llegar lo más rápido posible. Tadeo le manda a decir qué el consejo ya sabe todo y que vienen hacia acá. - Qué? Cómo lo supieron? - No me dió mayor detalle, lo que me