4

*—Clayton:

Clayton sintió las mejillas ardiendo mientras veía a sus amigos quienes estaban sorprendidos tratando de asimilar su confesión, aquella donde el confeso que creía que había dormido con un hombre. Bueno. no había dormido del todo con aquel desconocido, pero sí sabía que algo había pasado. Tal vez no habían llegado a la última base, sin embargo, Clayton estaba seguro de que si habían pasado por las demás.

—¿Bromeas? —preguntó Dylan saliendo de su estupefacción.

Clayton se rió con nerviosismo.

Le hubiera gustado que fuera así, una simple broma, pero cada día que pasaba, algo nuevo recordaba y su subconsciente le rememoraba lo poco que había en su mente de aquel encuentro. Podía sentir las grandes manos de aquel extraño sobre su cuerpo todavía y este reaccionaba como nunca le había pasado en su vida. Era vergonzoso, pero quería entender con claridad porque se sentía así. ¿Era por qué en el fondo era homosexual o porque nunca, ni siquiera Hazel, lo había tocado así? Quizás solo era curiosidad y hasta que no la satisficiera, era probable que continuara pensando en ello.

—No recuerdo mucho, pero sé que me emborraché como una cuba y que alguien me ayudó, pero quizás no del todo —hizo una mueca—. Sé que hice algo con él, pero no lo recuerdo bien. Creo que me besó por todo el cuerpo, me tanteó y me lamió el… —Clayton se ruborizó y paseó la mirada por las personas sentadas en sus mesas alrededor. Nadie les ponía caso, así que prosiguió—. Creo que me lamió el culo —susurró avergonzado.

—¿Y te gusto? —fue lo primero que preguntó Hayden y ante esto, Dylan le golpeó el brazo.

—¿En serio preguntas eso Hayden? —le devolvió Dylan mientras Hayden se acariciaba el área golpeada.

Hayden se encogió de hombros.

—La forma en la que lo dice no parece como de alguien que lo haya odiado —comentó Hayden encogiéndose de hombros y la verdad era que tenía mucha razón.

Clayton debería sentirse asqueado porque un desconocido lo hubiera tocado, pero lo que sentía era más curiosidad que otra cosa. Aunque no iba a mentir y decir que no se asustó al estar tan al borde de ser violado o algo peor, pero al final no había pasado a mayores, por lo cual, quizás era por esto que se sentía de esa forma, tan curioso por saber más.

—No creo que lo haya odiado, más bien, desde ese entonces mi cuerpo ha estado extraño —comentó Clayton abrazándose a sí mismo.

—Necesito alcohol —expresó Dylan y le hizo señas a un mesero para que por fin viniera a tenderlos. Pidió una botella de vino de la mejor cosecha que tenían allí porque según Dylan, no podía afrontar estas revelaciones sin nada que tomar y que lo hiciera tragar mejor.

Cuando el mesero se fue con la orden, Clayton prosiguió sin esperar el vino porque tenía que sacar todo de adentro para sentirse mejor.

—Desde lo que pasó, como dije antes, he estado sintiéndome extraño y por un lado he estado comenzando a entender porque Hazel me engañó —dijo bajando la mirada—. Recuerden que les dije que Hazel hizo lo que hizo porque dijo que no era bueno en la cama, que no jugaba y que era bastante aburrido —Clayton alzó la mirada hacia sus amigos—. Y el tipo con el que estuve me dijo que soy muy convencional, entonces eso me hizo pensar que tal vez… —Clayton se mordió los labios porque no quería decirlo en voz alta.

—¿Crees que eres gay? —decidió Hayden preguntar por él y Clayton asintió.

Era probable que fuera gay y no se había dado cuenta hasta hace poco. No era muy experimentado y era muy convencional en la cama. Era cierto que no jugaba y viéndolo claramente, era muy aburrido. El tipo que lo había tocado lo había encendido como una antorcha muy empapada de gasolina, algo que nunca le había pasado en su vida, así que si, era probable que era gay y por eso había actuado de esa forma con Hazel.

—No sé si lo soy, pues no recuerdo mucho de ese momento y, sin embargo, no estoy enfadado ni asqueado —admitió Clayton suspirando—. Solo tengo miedo o más bien, me siento algo asustado porque no sé qué fue lo que pasó exactamente.

—Entonces, ¿nos estás diciendo que el tipo te hizo suyo? —preguntó Dylan curioso—. Aunque escuchándote, no creo que hayan llegado a ese punto, ¿o sí?

—No, creo que aún sigo virgen —dijo Clayton mirando hacia Dylan que se veía muy normal ahora, pero seguramente era costumbre, pues había tenido otra revelación con Hayden hace unos años y eran amigos desde hace mucho tiempo. Debía de estar acostumbrado a estas conversaciones, pero quizás le sorprendió que viniera de Clayton.

—¿Y el tipo te dejo ir así sin más? —preguntó Hayden con confusión—. No es por nada, pero es extraño que alguien te recogiera en la calle, te besara y te tocara, y cuando volviste en sí y le reclamaste, ¿te dejara y se fuera? —Hayden movió la cabeza—. ¿Un buen samaritano que te llevó a una habitación de hotel para cogerte y al final no te cogiera? —los labios de su amigo se fruncieron—. Sospechoso.

—Quizás es un buen caballero —murmuró Dylan encogiéndose de hombros.

—Creo que dijo que le di permiso, no recuerdo bien —explicó Clayton, aunque no recordaba haberlo hecho, pero parece ser que sí—. Además de eso, creo que quiere verme una vez más, pues me dejó una nota —comentó y sacó su billetera en donde había colocado la nota que encontró en la habitación del hotel y la cual había estado guardando muy preciosamente desde entonces.

—Vaya letra más bella tiene —silbó Dylan.

—Seguro es un abogado —murmuró Hayden viendo la nota por igual—. El esposo de Jenna escribe así de hermoso —explicó para luego devolverle la nota a Clayton—. ¿Vas a llamarlo? —preguntó refiriéndose al número que había en la nota.

—Si llama, el buen samaritano le hará errar un poco —se burló Dylan sin dejarlo ir.

—¿Y si lo intento? —decidió Clayton preguntar sintiéndose muy curioso de llamar al número del desconocido y hacer que esta persona no fuera tan desconocida para él. No tenía idea cómo se veía, pero tenía un vago recuerdo de que este era alto y fuerte. Aun recordaba el olor de su intensa colonia y viendo la letra de este, no podía ser tan malo.

—¿Tu mujer te engañó y ahora vas a caer en los brazos de un hombre? —señaló Dylan y si, entendía su preocupación, era de locos, pero…

—¿Y si soy gay y por eso no funcionó entre nosotros? —le preguntó Clayton, pero Dylan no le respondió y continuó—. No quiero embarcarme en una nueva relación para que al final vuelvan y me dejen por lo mismo —terminó diciendo. Quizás Clayton estaba curioso, pero también sentía que debía de estar seguro antes de dar una vez más ese paso. Tal vez debió, antes de casarse con Hazel experimentar un poco más. Era cierto que se habían casado jóvenes e inocentes y parecía que ese fue el problema—. Así que creo que es mejor que empiece a entenderme a mí mismo, ver que me gusta y que no, para que cuando lo vuelva a intentar, sepa lo que quiero en verdad.

—A mí me parece genial —expresó Hayden sonriéndole y dándole el visto bueno—. Puedes intentarlo y nadie debe porque meterse en ello. No se lo debes a nadie más que a ti, así que puedes aprovechar la oportunidad para descubrirte y saber bien cuál es tu verdadera orientación sexual —le invitó y Clayton le agradeció.

Tenía un visto bueno, faltaba otro.

—¿Qué dices tú? —preguntó Clayton volviéndose hacia Dylan—. Sé que estás enfadado porque quizás estoy tomando lo que me paso a la ligera, pero sabes que no me gusta fallar y las pocas veces que lo he hecho, aunque me deprimí, volví más fuerte y no me quiero echar a morir por esto, ¿entiendes? —terminó diciendo y Dylan hizo una mueca por lo cual Clayton prosiguió: —. No quiero que esto me marque de por vida y debo de superarlo lo más pronto que pueda, Dylan.

Dylan se pasó una mano por el rostro y miró hacia Clayton.

—Bueno, yo te apoyo en lo que sea, pero no te metas en problemas, ¿sí? —solo fue lo que dijo, pero Clayton que lo conocía, sabía que lo apoyaba, aunque no estuviera feliz. Clayton recordaba que Dylan había estado algo inquieto cuando les dijo a sus amigos aquella vez que se casaría con Hazel, el chico puso muchos peros, pero al final aceptó y pareció que le parecía genial que estuviera casado. Ahora ya no sabía qué pensaba este.

—¿Entonces qué vas a hacer? ¿Le darás la llamada al Buen Samaritano y te ligarás con él? —decidió preguntar Hayden muy animado, pero claro, alguien de su círculo estaba comenzando a batear para su comunidad, por lo cual, era obvio que estaría feliz.

—Tengo muchas cosas en mi plato para ligar con alguien por ahora —comentó Clayton contrario a lo que se esperaba. Aún no era tiempo para ello, primero debía de resolver cierto problema—. Necesito encontrar un trabajo —les recordó a estos, ya que después de esto, tenía que buscar a un abogado para comenzar el papeleo del divorcio y necesitaba dinero para ello. Tenía ahorros, pero estaba sobreviviendo con estos y la cantidad estaba bajando. 

—¡Te ayudaremos a ello! —exclamó Dylan animado—. Le diré a Taylor que te ayude y veras que encontraras uno lo más pronto posible —comentó y Clayton le agradeció, pero sabía que venía cierto comentario después y solo se carcajeó cuando se lo dijo—. Sin embargo, debiste irte cuando te lo sugerí, pero nunca me haces caso —se quejó y Clayton hizo un ademan de manos para que lo dejara ir—. Al igual que te dije que no te casaras con Hazel. Amigo, yo tengo un sexto sentido para las cosas, ¿Okay?

—Dylan —le advirtió Hayden ante su comentario y este se encogió de hombros. Hayden movió la cabeza—. Le diré a Johnny por igual, quizás hay una plaza en alguna de las empresas de su familia —comentó su amigo y Clayton se lo agradeció—. Y Hey, no te deprimas, nos tienes a nosotros, ¿Okay?

Clayton volvió a agradecerles a sus amigos, quienes sabía que no lo desampararían y lo dejarían a su merced.

Luego de esto, el vino llegó y decidieron entonces pedir la cena. Mientras esperaban por ella, Dylan decidió hacer un brindis por Clayton, deseándole lo mejor en aquellos cambios. Clayton se decía a sí mismo que no se dejará caer. No era el primero ni el último que había sido engañado ni despedido. Solo le preocupaba lo que dirían sus padres, pues siendo el menor de los cuatro hijos que tenían, había mucha carga sobre sus hombros al ser la sombra de sus hermanos mayores y esto que paso, no sería muy bien visto por sus padres.

No obstante, este debía de ser el momento en que Clayton les plantara la cara. No podía seguir guiando su vida por lo que estos dijeran y tenía que trazar sus propios límites.

Cuando decidieron irse, Hayden le ofreció un aventón y Clayton lo agradeció. A Dylan lo vino a buscar Taylor, su esposa y esta se excusó con estos porque Dylan había tomado de más y aunque no estaba siendo un imbécil, si estaba dando escena. Cuando Taylor se fue con Dylan, Hayden y Clayton caminaron hacia el todoterreno del primero estacionado en el parqueo del restaurante.

—¿Qué vas a hacer con el apartamento? —quiso saber Hayden una vez que estuvieron en el vehículo transportándose hacia el departamento de Clayton.

—Hazel y yo lo compramos juntos —comenzó a explicarle Clayton—, y por lo que veo, tanto ella ni yo queremos continuar viviendo en este, así que es posible que lo vendamos y que repartamos el dinero —dijo Clayton. Aunque no había hablado cara a cara con Hazel aún, si habían intercambiado mensajes y la misma le informó que se había estado quedando en casa de una amiga y que dudaba que volviera al apartamento. El mismo Clayton tampoco quería quedarse en este, tenía demasiados recuerdos, por lo cual, habían hablado de que cuando comenzaran con el papeleo del divorcio, iban a vender el apartamento y repartirse la ganancia.

—Si no tienes donde vivir, puedes quedarte en nuestro hogar mientras tanto —sugirió Hayden y Clayton lo miró emocionado, aunque luego lo pensó mejor. Su amigo vivía con su pareja y quizás estaría molestando, y como si este supiera lo que pensara, hizo un ademan de manos—. A Johnny no le importará y cuando le hable sobre lo que te pasó, con más razón te ayudará, ¿sabes?

Con más razón es que no debería dejarse caer, tenía a grandes amigos apoyándolo. Clayton se prometió a sí mismo mejorar y encontrar paz.

—Gracias Hayden —le agradeció y no volvieron a hablar hasta que llegaron al apartamento de Clayton, sin embargo, antes de salir de su vehículo, Clayton decidió preguntar—. ¿Crees que Dylan está enfadado conmigo por mi decisión?

—No, Dylan solo quiere lo mejor para ti y no quiere que salgas herido —comentó Hayden—. Como eres el menor de los tres y el que menos experiencia tiene, creo que desea protegerte lo más que pueda. Estoy seguro que saber que Hazel te engaño, lo puso de muy mal humor, pero finge para no lastimarte, ¿sabes?

Clayton asintió. Así era Dylan y lo apreciaba mucho.

—¿Qué piensas tú? —decidió preguntarle a Hayden ahora que estaban solos. Quizás su amigo se cohibía de decir cosas frente a Dylan porque era hetero y aunque tenían años siendo amigos, mucho antes que Clayton se uniera a la fiesta, no era lo mismo a hablar algo que con alguien que entendía el amor entre personas del mismo sexo. Aunque Clayton no era un experto, ya había probado un poco de la comida que ofrecían de su lado.

—Bueno, yo también erré en el pasado, me acosté con el mejor amigo de mi gemelo, ¿recuerdas? —le dijo Hayden y Clayton asintió, haciéndole entender que recordaba cuando su amigo le dijo que tuvo su primera vez con ese tipo que fue muy brusco y un imbécil, y que eso provocó un gran jaleo entre su actual pareja, el tipo que fue su primera vez que de paso era conocido de su pareja y su hermano gemelo Harry que quería matar a su mejor amigo por tocar a su hermano. Toda una tremenda historia. 

—Sí, recuerdo que me lo mencionaste.

Hayden asintió.

—Por un tiempo pensé que nunca conocería a mi persona especial, que por mi orientación sexual no encontraría a esa persona, pero… —Hayden sonrió con felicidad mirando hacia la banda de oro en su mano izquierda que indicaba su unión con su actual pareja—. Encontrar a Johnny fue lo mejor que me pudo pasar, sin embargo, deje de ocultarme y tome riesgos —comentó y lo miró esperanzado—. Si este tipo mueve la tierra bajo tus pies y te hace sentir algo que nunca habías sentido, no soy quién para decirte que no lo intentes.

Clayton se ruborizó, pero tenía razón.

—Solo ten cuidado, ¿sí?

—Bueno, primero lo primero —comentó Clayton.

—El trabajo —dijeron al unísono y Clayton continuó—. Cuando encuentre un trabajo estable, creo que intentaré contactar a este tipo. Ahora mi mente está enfocada en el divorcio y en el trabajo —murmuró pues debía de resolver estos problemas antes de embarcarse en una nueva aventura.

—Tomate tu tiempo, Clay —le dijo Hayden cuando salía del vehículo poco después.

Ahora quería que todo fuera diferente, así que tomaría su consejo.

Se había dado cuenta que apresurarse no ayudaba en nada y ese fue su mantra desde aquel día.

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