Konstantin seguía a Eyra hasta el interior del que era su penthouse, todo seguía casi igual a diferencia de que ahora había más cosas de Eyra que suyas. Podía ver algunas prendas de hombres, que suponían eran de Nacho. Trata de mantener la calma, no tiene nada que reclamar cuando él no estuvo con ella y Nacho sí. — Konstantin – lo llamó desde la habitación y fue directo a ella. Vio que la habitación estaba patas arriba, ropa por doquier, la cama destendida, había medicamentos en una mesita de noche, envolturas de dulces. — Nacho ya me regañó por tener todo un caos, lo arreglaré cuando regrese.— Está bien. Pudo ver que aún estaba su ropa en su closet, estaba junto a la de ella, y entonces vio algo que lo detuvo por completo. Había un tipo álbum de fotos con su nombre y el de ella, sobre ese álbum estaba el anillo de compromiso que le dio. — ¿Qué es esto? – dijo, mientras tomaba el anillo y se lo guardaba en su uniforme. Tomó el álbum y lo abrió.— Básicamente todo del bebé desde qu
Había llegado el momento de que ambos hablaran, pero está vez sería Konstatin quien iniciara, mientras le daba un masaje a Eyra y la consentía con todo lo que se le antojaba pasándose por lo huevos lo que el médico y Nacho decían de una comida sana y saludable, él quería que su chica y su bebé tuvieran lo que quisieran, así tuviera que ir al otro lado del mundo a conseguirlo. No se quedaría con el antojo. — He sido muy evasivo y con todo lo ocurrido necesitas respuestas – la miró – Quiero que lo nuestro funcione. No más citas a escondidas y sexo sin compromiso – Eyra lo miró – Quiero hacer esto enserio, te quiero conmigo todos los días – le sonrió, recordando lo que Nacho algun día le dijo – Eres mi alma gemela y te amo, de verdad quiero que todo esto…Eyra no le dejo terminar ya que junto sus labios con los suyos, dándole un gran beso que le robó el aliento. Su primer besó desde que todo acabó, desde que se vieron.— También te amo Konstantin, te amo demasiado – lo abrazo.Kon stant
— Está confirmado, Konstantin se fue a Italia con Mía – dijo Max mientras cortaba una llamada. – Ella me lo dijo. — ¿Y qué dice? – dijo Nacho que estaba abrazando a Eyra. — Es Konstantin no Lebrant, de hecho puede decirse que Lebrant hubiera sido más razonable, sus últimas sesiones con él han sido muy buenas, pero esto es cosa de Konstantin. Se siente amenazado y sin duda va a llevarte por la fuerza – dijo Max mirándola.— Pues eso no pasará – dijo Eyra. – No soy un objeto que puede mover de un lado a otro, además, mi vida está aquí – suspiró y se separó de Nacho. – Ya huí una vez por un hombre, no lo volveré a hacer y menos estando embarazada. — No te irás de aquí – dijo Max. – Mira, puede ser mi hermano y mi mejor amigo, pero esto no lo hará. Eyra suspiró y miró su vientre.— Konstantin abandonó la campaña con esto – dijo Katherin. – Hagamos que Eyra sea la mujer con más poder – la miró. – Ex abogada fiscal, Superintendente de la Central de Mando de Sacramento, Dama de la mafia
— Eyra es fuerte – dijo Greco mientras preparaba un café. – Va a superar esto.— Sé que es fuerte – dijo Max mirándola. Eyra estaba dando órdenes a su malla. – No sé Greco, realmente creí que habría paz después de todo lo que pasó. Pero mi hermano parece que enloqueció de amor o no lo sé. — Eyra también está un poco loca – sonrió divertido. – El problema de ambos es que son demasiado orgullosos y egoístas, viste de cerca su relación entre ellos dos, tóxicos y posesivos, ninguno de los dos pensó en un posible embarazo. El bebé llegó en un momento que nadie esperaba. Sí, tal vez Konstantin la dejó sola mucho tiempo, y ella se hizo cargo de todo, pero no ven que ahora que estamos en relativa paz pueden tomarse las cosas con calma. Crear un vínculo, una relación sana y crear un lecho familiar sano para la llegada del bebé, a pero no, Konstantin dice que se va a la mafia italiana y Eyra dice que se queda como superintendente, viendo sus propios intereses cuando ya no debe ser así, deben v
— No puedo dejar Italia sin protección, vete, mis mejores hombres van contigo – dijo Enzo. – Mía se puede quedar con la bebé, tienes que recuperarla. — La cague – susurró sin quitar la vista de la bebé que estaba dormida. – La dejé, la abandoné después de decirle amenazarla. — Todos la cagamos en su momento – puso su mano sobre su hombro – Si tú no puedes con esto, tienes que dejar que Lebrant lo haga. — Yo la cague, no él, tengo que resolver esto – suspiró. – No puedo perderla, no como ella – lo miró. — No lo harás, por eso, tienes 10 horas para pensarlo y formar un plan, no te puedes quedar aquí – suspiró. – Tienes que ir por ella, si dices que su ex esposo era un abogado de renombre, debe tener tratos con mafias. — ¿Qué pasa si tiene trato con una mafia?— Dependiendo del poder que tenga, sabes que los importantes y poderosos somos la mafia siciliana, la Bratva, la Yakuza y el Cartel, si ese tipo tiene trato con alguna de esas mafias, usa el nombre que tienes y házmelo saber.
Las bombas de humo inundaron el lugar, las personas comenzaron a toser, 10 hombres armados hasta los dientes derribaron la puerta del despacho jurídico, ordenando que todos se fueran al piso. Un hombre con un arma larga comenzó a caminar entre cada uno de los abogados que estaban en el suelo, él no estaba ahí, así que dio la orden de que le trajeran a uno de los abogados que estaban en el piso. — ¿Dónde está Nick Miller? — Ya no trabaja aquí – dijo un hombre. – Hace meses que dejó el despacho. — ¿Por qué?— No lo sé, solo se fue. Soltó un fuerte suspiro y pateó una silla. — Cálmate – susurró un hombre que se puso a su lado. – Vamos a encontrarla – se acercó al hombre. – Quiero todas sus cosas, reportes, últimos casos y los quiero ahora. El resto de hombres se mantenía apuntando a cada abogado, mientras uno traía todo lo que habían pedido. El líder del ataque se metió en una oficina, se quitó el casco y la máscara que cubría su rostro y miró al frente. Pasó la mano por su cabell
— Ya pasó otro puto mes, Eyra debe estar en el octavo mes – dijo Konstantin, pasando sus manos por su rostro. – ¿No hay nada? — La CIA y la DEA saben lo mismo, la Yakuza se mueve demasiado, el jefe debe estar en una isla sin registro – dijo Katherin por la pantalla. – Hacemos lo que podemos.— Pues no se nota – suspiró cansado. – Tengo que irme, llama si saben algo útil. Corto la llamada y miró al frente, Max, Enzo, Nacho y Beth estaban con él en Italia. Konstantin decidió irse con Enzo, estar más protegido, y tener más ojos en busca de Eyra, sin mencionar que estar cerca de su pequeña niña le da un poco de paz. — Katherin tiene razón – dijo Enzo. – Tengo ojos en todo el mundo, incluso en Japón, el líder está desaparecido y todos sabemos porque. No va a salir, puede que de la cara cuando Eyra de a luz.— No puedo dejar que eso pase, Eyra está muy embarazada, no puedo dejar que dé a luz sin mí – susurró Konstantin. — Deben de estar en un solo lugar – dijo Nacho. – Eyra no puede via
Konstantin salía a la entrada, Nacho y Beth estaban por partir cuando su presencia los detuvo. Ambos hombres estaban magullados por los golpes, no era la mejor forma de hablar las cosas pero ambos ya estaban en paz. — Vayan con cuidado, no por ser los mejores en esto quieran hacerse los héroes, la encontraremos – afirmó Konstantin. – ¿Entendido?— Sí – dijo Beth. – Y tú también, no hagas una estupidez – se acercó y le dio un corto abrazo. Nacho no dijo nada, Konstantin y él se miraron y con un ligero asentimiento de cabeza, Nacho subió a la camioneta y Konstantin volvió al interior de la casa. — Nos reuniremos pronto con los irlandeses – dijo Enzo que llegaba a su lado con la pequeña Annika. – Ellos tienen trato directo con la yakuza, nos ayudarán.— ¿Cómo estás tan seguro? – dijo Max.— Porque les voy a dar algo que tanto quieren – sonrió mirándolo. – A Konstantin. Max mira Konstantin con fundido y él solo fija la mirada en la pequeña bebé. — ¿Dé qué mierda hablas? — Tu hermano