Si había algo que todos sabían era que no se debía molestar a un alfa y muchos menos desobedecer su orden. Algo que se había desarrollado en pocos segundos.

-Repite lo que dijiste… si te atreves- la mirada completamente dorada de White fulminó a Lilya que retrocedió temblando. Bajó la cabeza y no se atrevió a mirarlo.

Sky tragó en seco y caminó hacia su hermana poniéndola detrás de él de forma protectora, aunque sabía que si al alfa le daba por atacar él saldría del camino.

-Esta será la última vez que lo voy a decir Lilya. No creas que porque tuvimos sexo contadas veces eso hace algo de nuestra relación. Mientras estamos solteros no nos importa con quien desahoguemos nuestros deseos sexuales y salvajes, pero cuando estamos enlazados somos monógamos. Y solo queremos a nuestra pareja, sea la que sea.

-pero ella es humana- Lilya gruñó con un poco de valentía estando detrás de su hermano el cual le palmeó el muslo para que se callara, algo que ella no hizo- No es justo.

-Que sea justo o