IgnacioSalimos de esa clase Elior y Bradley hablan y ríen yo anoche casi no dormí, me desvele pensando en mi pecosa y en el miedo que me da el solo pensar que la puedo perder, mis ánimos están por el piso ni siquiera pude concentrarme en clases hoy, creo que soy un completo caos sin ella…Desde que llegué de París, ella siempre me rechaza pero yo no creo que le guste alguien más, Camila está enamorada de mí desde que era una niña ¿Pero y si le gustara alguien más?La pecosa: Es linda, inteligente, amable cualquiera se fijaría en ella… No eso no puede ser, así que mandó esos sucios pensamientos a la basura porque Camila es mía solo mía…A lo lejos mire al chico ese que parece un nerd y que estaba cerca de ella cuando la recogí del piso en el comedor porque se desmayó, me separo de mis dos amigos, él estaba abriendo su locker y los amigos de German se le acercaron, Fabián él pelirojo y Liam él moreno que colocó su brazo sobre el hombro de ese chico que ahora luce muy tembloroso, ellos
ELIOR Bradley me acaba de sermonear por burlarme de Germansita, pero para qué viene a molestarnos si él sabe que nuestro odio es mutuo, esos son los becados que le tienen miedo a él y a su escuadrón de psicópatas, yo prefiero ser un payaso que ser un narcisista cómo él, Ignacio lo mira con rabia tiene sus labios apretado y German también lo está observando con ira.—Tengo una pregunta para ti ¿Tú jugaste con Camila la becada? —le pregunta serio torciendo sus labios, el tigre no le responde y continúa hablando, —No sé para qué te lo pregunte yo se que le haces lo mismo a todas, lastimarlas, es que ustedes son especialistas en ser unos malditos desgraciados con las chicas —ironiza German.—No es tu problema lo que pase entre Camila y yo —responde Ignacio secamente.—Te equivocas porque ahora sí es mi problema, es que Camila y yo no hemos vuelto muy cercanos —muestra una sonrisa chocante.Bradley me mira, estamos sorprendidos, boca abierta, mientras Ignacio está cabreado muy pero muy
EliorAl siguiente día en la universidad le conté a Ignacio y a Bradley del compromiso no lo podían creer. No sé qué le voy a decir a Natasha, yo salgo con muchas chicas pero la fija que nunca dejó a un lado es a Natasha. Digamos que ella me acepta como soy, nuestra relación es muy abierta. En esos día me ponía de mal humor de solo pensar en esa chica. La odiaba y sin conocerla cuando llegó él día de conocer a Amelia era un sábado. Para mi desgracia llegó ese día que no quería que llegara nunca. Me vestí elegantemente pantalón negro chaleco negro y debajo una camisa verde que resaltar mis ojos verdes me mire en el espejo. Más atractivo de lo que soy es imposible, siempre he disfrutado mi soltería algo que por culpa de mi padre voy ha tener que olvidar. El chófer nos lleva a la residencia de los Hilton, nunca había ido cuando llegamos él conductor abre la puerta de la limosina y mi padre se baja primero después yo. Miro la mansión… Por… fuera antes de entrar todo es como me lo esper
CamilaMe siento en el sofá frente al televisor, para ver una película en N*****x, se llama corazones malheridos mientras como palomitas y bebo gaseosa de Pepsi cola, la película termina como me gusta con un final feliz.Cuando terminó de verla me voy a cepillar los dientes y subo a acostarme, reviso mi móvil y tengo un mensaje es de German y también dos llamadas perdidas de Elior. Me llega una notificación Ignacio subió unas historias a su I*******m, yo lo había bloqueado, pero ya lo desbloque des mis redes sociales, reviso su I*******m porque lo empecé a seguir otra vez, él tiene mucho seguidores y podría jurar que la mayoría son chicas, reviso sus historias subió tres.La primera que leí es una imagen.“El destino nos separo pero aún así no dejo de pensar en ti”Reviso la segunda y dice:¿Y si dejas tu peleadera y regresa conmigo? Yo sé que todavía me amas… Leo el tercero escribió:Ni en está vida y ni en la otra dejaras de ser… Mía.Todas sus historias son unas indirectas hacia m
Insisto en decirlo y afirmarlo, él se ve tierno cuándo duerme y no sé por qué pero quiero besarlo, abrazarlo, controlense hormonas, él es un chico comprometido y él que me haya traído contra mi voluntad consta como… Secuestro…Sí, pero como ya yo soy Camila la masoquista, lo que me falta ahora es desarrollar también el síndrome de estocolmo.Muevo un poco su brazo, —Ignacio, despierta ya llegamos a Miami —le digo en un tono suave, él abre lentamente sus ojos verdes sonríe y me abraza.—Quisiera que todos mis días fueran así, despertando a tú lado —musitó cerca de mí oído—Ya suéltame y bajemos, —pronuncie, esas palabras secamente y lo empuje, porque quiero ir a la playa siempre me ha gustado desde que soy una niña.Él se levanta y toma mi mano pero yo me suelto bruscamente de él, —Te dije que dejarás las peleas conmigo pecosa, si sigues voy a exposar nuestra manos. —advirtió.Lo miro unos segundos seria mientras cruzo mis brazos, abrazando mi cuerpo porque sé que Ignacio es capaz de h
CamilaAquí estamos los dos, él tratando de derrumbar ese muro alto que levante para no volver con él y solo con eso, con unas tiernas palabras, con sus ojos verdes nublados y un profundo arrepentimiento en su rostro. Yo también lo miro conmovida y el coloca una mano en mi espalda y lleva su otra mano a mi cara y con su pulgar acaricia mis labios varias veces, yo cierro mis ojos porque deseo que él me bese, quiero volver sentir sus carnosos labios otra vez. —Joven con su permiso me retiro, buenas noches . —es él mayordomo… Él baja su mano de mi rostro, mira al mayordomo y responde —Okey que pase buenas noches —él señor se retira y yo me separó de él, para cortar un poco la tensión de atracción que emana de nosotros. —Yo también me voy a mí habitación Ignacio —Está bien vamos yo también me voy acostar —fue lo único que dijo y tomó mi mano y otra vez no protesté, subimos la escalera y entré en la habitación izquierda… Y él en la suya. …… No traje pijama, me quito las sandalias
Él también me miro unos segundos y respondió: —No primero vamos a dar un recorrido por el yate y después hablamos de eso —extendió su mano, pero antes me comí otro sushi y me termine de tomar mi segunda copa de champaña, después limpie mi boca con una servilleta… tome su mano y entramos a la sala del primer piso, donde hay varios sofá blanco caminamos un poco más y también hay un bar. La claridad entra por las grandes ventanas, seguimos caminando y subimos al segundo piso ahí está otra piscina y unas asoleadoras dónde uno se puede acostar a tomar el sol. Salimos de ahí y vamos por un pasillo donde hay varias puertas de unas finas maderas, el piso está cubierto por alfombra y subimos unos cuatro escalones. Él se acerca a una puerta de metal escribe un código y está se abre, apenas ponemos un pie adentro las luces se encienden, frente a nosotros hay otra sala con un sofá, un pequeño bar y una nevera ejecutiva, seguimos caminando y la puerta de metal se cerró sola. Él caminó hacia u
Ignacio Camila se mantiene en silencio y abrazándome a estado rechazándome porque seguro le gusta bastante el maldito de German Palacios, desde que llegué de París estaba como un ciego y no quería ver la realidad, me separo y la miro fijamente la conozco también que juraría que ella está pensando en él maldito pandillero ese, y yo no me dejo robar lo que es mío y si no le e reclamado lo de German es porque no la traje para eso… Tocan la puerta de mi dormitorio —Ya vuelvo mi pecosa —cuando abro es uno de los empleados del yate —Joven ya está listo la moto… —Gracias —antes de traer a mi pecosa a la habitación mandé preparar la moto de agua para irme a pasear por el mar con ella… Después de a hablar con el hombre cierro la puerta y me devuelvo, pero primero voy a la habitación, en un mueble que esta cerca de la gran ventana hay un pequeño bolso, lo abro y saco un frasco de protector solar a Camila a veces se le olvida usar el protector y me imagino que como no sabía que veníamos a Mi