Ignacio—Los socios, no lo quieren como presidente de las empresas Besnier, incluso ya hasta tienen su propio candidato para proponerlo como presidente.Me quedo estupefacto pero no entiendo porque no me quieren que le he hecho, estudió administración, soy un excelente estudiante hablo tres idiomas. Desde niños me he preparado para esto porque es mi sueño ser el presidente del grupo Besnier y mi otro sueño es pasar el resto de mi vida con mi pecosa.—¿Por qué no me quieren? —preguntó lentamente frunciendo el ceño.—Tengo entendido que es porque usted permaneció mucho años en los Estados Unidos al punto de que ellos lo ven como un estadounidense y no aceptan que un extranjero venga de tan lejos para ocupar la presidencia y darle órdenes.—Eso es ridículo yo soy francés aunque allá pasado la mayor parte de mi vida en Nueva York y esas empresas las fundó mi abuelo Antoni Besnier, luego pasaron a manos de mi padre y ahora a las de mi madre, si ellos no me aceptan yo pelearé la mitad de la
Llegué a empresas Besnier, está vez dejo mi auto en el estacionamiento, y me dirijo al edificio donde queda la presidencia, los de seguridad me dejaron entrar sin pedirme la identificación, es que uno de los que estaba en la puerta era el mismo de la última vez que vine.No paso por recepción si no que entro al elevador y marcó el cuarto piso, cuando el elevador se abre me dirijo a la oficina de presidencia.Hay muchos empleados, vestidos con su uniforme gris, pero están muy concentrados en su computador como para mirarme y es mejor porque no vine aquí a ser el centro de atención de nadie.Cuando llegó, la secretaria de la presidenta se levanta, de su silla y me mira con una sonrisa —Joven, Buenos días su madre y su prometida lo están esperando.—Buenos días —respondo sin ninguna expresión de alegría.Abro la puerta y entro Isabel y Carlota están sentadas en el sofá tomando el té, observó su oficina y veo que hay una licorera nueva, otra mesa de vidrio con adornos de cristales.Carl
Atención, capítulo más de 18 para adultos.CamilaUn ruido hace que me despierte abro los ojos y siento cómo colocan una mano en mi boca para que no grite, y cuando levanto la mirada me topo con esos ojos verdes y esa sonrisa que me cautivo desde que era una niña, lleva un dedo índice al centro de sus labios como señal de que no haga bulla y después quita la mano lentamente de mi boca me siento impactada, es que no puedo creer que él este aquí, frente a mí ¿Pero cómo? ¿cuándo? Si él estaba en París, lo miró unos segundos sin saber si es realidad o producto de mi imaginación por lo mucho que lo extraño.—¿Cómo entraste en mi habitación? —preguntó en voz baja y él señaló hacia mi ventana.—Tú no tienes porque estar aquí vete. —respondo con amargura, pero la voz de mi conciencia grita dentro de mí Nooo que por favor se quede y para siempre… No, así que mejor se callan neuronas, es una batalla entre mi corazón y mi cerebro.—Tenía que venir porque tú eres mía y lo sabes pecosa. —expreso
Nooo esto no me puede estar pasando a mí, ¿será que entonces me gustan los dos? Llevó mis dos manos a mi cuello y lo aprieto suavemente por favor que alguien venga y me estrangule. Después que termino mis cinco minutos de dramatismo me levanto, voy a darme una ducha me lavo el cabello con mi shampoo de fresa, salgo y me cepillo los dientes, ya terminé me dirijo a mi closet a buscar lo que voy a usar hoy, me coloco un short jean azul corto, una franela blanca y encima un chaleco rojo y mis tenis blanco, pinto mis labios de rojo, me eche bastante corrector de ojeras y un poquito de polvo. Me hago unas ondas en las puntas de mi cabello, me aplico un poco de perfume, me miro al espejo y ya estoy lista, recojo mi morral que está encima de la mesa donde hago mis tareas. Bajo voy a la cocina a preparar mi desayuno, sacó de la nevera tres naranja, las cortó y las colocó una por una en el exprimidor me hice un jugo de naranja, luego me preparo un sándwich de jamón, queso y tomate me como mi des
—Claro las chismosas de tus amigas me imagino, —respondió con un tono de fastidio torciendo sus labios —Mejor sal de aquí Ariza, tú sabes que no quiero verte la cara ni a ti ni ha las otras dos —aseguro serio. Ella me mira con rabia, levanta sus dos manos y me empuja —Eres una maldita zorra te quiero lejos de German. —¿Puedes cálmate Ariza? —le dice mientras se baja del escritorio y se para en el medio de nosotras dos.—¿Cómo me pides que me calme si tú no contesta mis mensajes y ni siquiera mis llamadas y yo me estoy volviendo loca por tu culpa? —ella grita sus ojos están cristalizados al punto de que las lágrimas se empiezan a asomar.—Y tú sabes muy bien porque no te respondo, te los buscaste así que no te quejes y menos me grites. —replicó molesto.—Yo mejor mejor voy, —es lo único que digo —Si lárgate maldita pobretona becada, yo no soy Barbie que tú le robaste a él novio, a mí no me vas hacer lo mismo. —me ofende alterada.German se altera también y le responde —Ya no somos no
—Te sorprenderás —se bajó del escritorio tomó su violín y con una delicadeza lo acomodo en su hombro diagonal a su cuello y lo comenzó a tocar. Al oír lo que tocaba me quedo boca abierta porque él tocó la canción del poema llamado “La última rosa del verano” es una pieza muy difícil de tocar por la cantidad de intervalos que tiene y si a eso le sumas el nivel de interpretación la hace todavía más complicado. Además de que su significado es muy triste para mí simboliza la partida de una persona dejar ir a alguien que amas así como cuando se te muere un ser querido. Me preguntó si él ha perdido un familiar, hace rato estaba tocando la canción del Titanic que también es muy triste. Pero no puedo ignorar que se concentran cuando lo hace y tienen una destreza para mover el arco, un rato después toca una sonata, después tocó una… sinfonía su manera de tocar es preciosa el tiene talento seguro será un violinista muy famoso, por eso es que ha ganado tantos premios, yo todavía no olvido que e
CamilaMis ojos se abren con una lentitud y observo a mi alrededor, estoy acostada en una camilla, mire mi mano y note que tengo una intravenosa del lado de la muñeca y me encuentro en una habitación pequeña de paredes blancas parece un consultorio. Una señora alta cómo de unos cuarenta años, vestida toda de blanco jean y bata se me acerca. Lo único que recuerdo es que estaba en la cafetería, había pedido mi comida, para ir almorzar con Lucas y Miguel, aunque estaba un poco afectada porque antes de eso fui a mi casillero y me encontré con una rata muerta todavía recuerdo su fétido olor y se me eriza la piel.Primero las serpientes ahora esa rata y no entiendo a quien le agrada molestarme de esa manera tan perversa. Si tan solo supieras todo lo que iba a vivir antes de ingresar a esta universidad estoy segura que nunca me hubiera matriculado. Creo que quien sea que me este haciendo esto quiere que me vaya de la universidad o tal vez me odia ¿Pero por qué?—Por fin despertaste tienes q
—Ya son las dos de la tarde, yo ni siquiera he almorzado, voy a bajar a comer, mucho cuidado con lo que hacen ustedes dos aquí adentro jovencitos. Cuando ella se va, pegó mi espalda lo más que puedo de la pared le digo que se acueste a mi lado, él lo hace y yo lo abrazo con la mano donde tengo la via y colocó mi cabeza sobre su pecho. Pude escuchar los latidos de su corazón están acelerado. Lo miro y me sonríe luego me da un beso en la frente yo también le sonrió. —¿Cuándo llegaste? —Anoche mi pecosa. Él estaba molesto cuando se acercó a mí, lo sé por su mirada —¿Por qué estabas molesto cuando te acercaste a mí? Me mira serio y responde —Porque dos chicos que estaban cerca de ti cuando te recogí del piso estaban conversando uno de ellos dijo se pasan primero le dejan serpientes en su casillero y hoy una rata muerta, les pregunté quién fue, pero ellos dijeron que no lo saben y eso me hizo cabrear voy partirle la cara al que se atreva molestarte. —dijo esas palabras con rabia. —M