capítulo 6

Nuestra mayor debilidad radica en darse por vencido. La forma más segura de tener éxito es intentarlo una vez más.

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mire la hora en mi reloj y decido que era hora de prepararme para mi encuentro con Liam. La noche ya había caído, y el bosque adquiría un aura de misterio que me hacía fruncir el ceño.

¿Por qué Liam me había invitado a esas horas tan tardías en el bosque?

A pesar de mis dudas, la curiosidad y la conexión que sentía hacia él me impulsaron a aceptar la invitación.

Decido cambiarme a ropa más cómoda para la ocasión. Me deshice del atuendo que llevaba y opte por una camiseta de manga larga y unos pantalones de senderismo. Añadi una chaqueta ligera, ya que la noche podía volverse fría en el bosque. Mis zapatillas resistentes completaron el atuendo, asegurando que estaría preparada para cualquier aventura que me esperara.

Lista y abrigada, sali de mi casa. La oscuridad de la noche envolvía la zona, y la luna brillaba en lo alto, iluminando mi camino. El aire estaba fresco y lleno de sonidos nocturnos, como el ulular de un búho o el canto de los grillos. Mientras avanzaba hacia el bosque, mi mente revivía los eventos misteriosos que habían ocurrido la última vez.

Cuando llegué al borde del bosque, una sensación de inquietud me recorrió. No podía evitar recordar el encuentro con los ojos brillantes y la voz en su cabeza. A pesar de mis dudas, seguí adelante con precaución, caminando con pasos sigilosos y manteniendo todos mis sentidos alerta.

Llegó a un claro en el bosque y decido sentarme en el suave pasto. La luna, grande y luminosa, iluminaba la escena, creando un ambiente mágico. Me senti atraída por su resplandor y me dejó envolver por la serenidad de la noche.

Mientras me sentaba en el pasto, contemplando la luna y el cielo estrellado, escuche algo que me puso en alerta. Un sonido de pisadas, algo fuertes y resonantes, como si algo o alguien se aproximara. Me giré en dirección al sonido, tratando de identificar su origen.

Fue entonces cuando vi unos ojos rojos brillando entre las sombras. Eran unos ojos que parecían contener un misterio profundo, como dos joyas incandescentes en medio de la oscuridad. Mi mirada fija se encontró con la de aquellos ojos hipnóticos.

La criatura a la que pertenecían esos ojos avanzó lentamente hacia mi desde la penumbra. Era un gran lobo negro, con un pelaje espeso y brillante que absorbía la luz de la luna. Sus ojos rojos parecían arder con un fuego sobrenatural, como si fueran dos brasas vivas en la noche.

El lobo se detuvo a unos metros de mi y me observó con una intensidad penetrante. Se erguía con majestuosidad, su figura imponente y sus músculos tensos, como si estuviera en perfecta armonía con la naturaleza que lo rodeaba.

permaneci inmóvil, sin apartar la mirada de aquel lobo magnífico. A pesar de la advertencia que latía en mi interior, no sentía miedo. Estaba fascinada por la belleza y la misteriosa presencia de la criatura que se alzaba ante mi.

El lobo, sin emitir sonido alguno, se sentó cerca de mi y continuó observándome. Dio un leve gruñido, como si estuviera advirtiendo a su manada de mantenerse alejada. La comunicación de la criatura con sus ojos y su actitud era clara: no debería estar aquí.

La voz en mi mente, la misma que me había advertido antes, retumbó de nuevo.

«Aléjate, no deberías estar aquí,» —susurró en mi interior.

Sin embargo, en lugar de obedecer, respondi con un no dominante. No podía evitar sentir que aquel lobo tenía algo que decirme, algo que estaba relacionado con los eventos misteriosos que habían estado ocurriendo. Estaba decidida a descubrir la verdad.

Justo cuando volvi a fijar la mirada en los ojos del lobo, este se levantó y desapareció en la oscuridad del bosque. Me quede con muchas dudas, pero también con un sentido de asombro y admiración por la criatura que había compartido ese momento conmigo.

Me recosté en el suave pasto, con mi mente llena de pensamientos sobre el enigmático encuentro con el lobo negro. Observe la luna y las estrellas en el cielo nocturno, mientras la noche se extendía a su alrededor. La quietud del bosque me envolvía, creando una atmósfera de misterio y asombro.

De repente, sentí una presencia cerca y abrí mis ojos. Para mi sorpresa, Liam estaba observándome con una mirada curiosa en su rostro. Me sentó rápidamente, una mezcla de asombro y alegría llenando mi mirada.

—Liam, ¿por qué tardaste tanto? —pregunte, con una sonrisa juguetona.

Liam se sentó a mi lado, con una sonrisa encantadora.

—Tuve que terminar un trabajo extra, pero no quería perderme esta noche especial contigo.

Entonces, con un gesto suave, Liam sacó una caja dorada brillante de su bolsillo. La caja parecía contener un tesoro en su interior. Al abrirla, reveló una hermosa pulsera de plata adornada con delicados detalles en forma de estrellas. Cada estrella estaba engastada con pequeñas piedras brillantes que parecían destellos de luz en la oscuridad. Era una pulsera que irradiaba elegancia y belleza.

quedé asombrada por el regalo. Mis ojos se llenaron de gratitud y admiración mientras miraba la pulsera. Era un gesto de amor y aprecio que me conmovió profundamente.

Liam tomó la pulsera y con un tono apasionado, pronunció las palabras que hicieron latir mi corazón con fuerza.

—Esta pulsera es como tú, Cris. Brillante, hermosa y llena de luz. Cada estrella representa un deseo que tengo para ti, y las piedras preciosas simbolizan el brillo de tu alma. Quiero que la lleves como un recordatorio de lo especial que eres para mí.

Me sentí abrumada por la declaración de Liam. Mis ojos brillaban con emoción mientras aceptaba la pulsera y me la colocaba en la muñeca.

—Es hermosa, Liam. Gracias por este regalo tan significativo.

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