Capítulo 5

Debes hacer lo que crees que no puedes hacer.

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Liam, yo y mi amiga pasamos un rato agradable en la casa, compartiendo risas y conversaciones. La conexión entre Liam y yo se hacía cada vez más fuerte, y había una energía especial que nos unía. Después de un rato, Liam propuso una idea emocionante.

__¿Qué les parece si vamos a nadar en el lago? Hay un hermoso lago grande no muy lejos de aquí, y sería un plan perfecto para un día como este, __sugirió Liam con entusiasmo.

Las dos asentimos emocionadas y aceptamos la invitación. Rápidamente, nos preparamos para la aventura, cambiándolos en trajes de baño y recogiendo toallas y protector solar.

El lago al que nos dirijamos estaba rodeado de naturaleza exuberante. Un sendero boscoso nos llevó a un claro donde el lago se extendía majestuosamente. Era un lago grande, de aguas cristalinas y rodeado de árboles frondosos que ofrecían sombra y un ambiente fresco. El sol brillaba en el cielo, creando un día perfecto para nadar.

Liam se zambulló en el agua con confianza, seguido por mi y mi amiga. El agua estaba fresca y revitalizante, y las risas llenaron el aire mientras jugabamos y andábamos. Nos sumergimos, nadamos en círculos y nos relajamos en el agua, disfrutando de la sensación de libertad que solo un lago puede ofrecer.

Después de un tiempo en el agua, nos dirijimos a una pequeña área de playa donde extendimos nuestras toallas y nos tumbamos para tomar el sol. El día estaba claro y despejado, y el paisaje del lago era idílico.

Liam me encontro mirándolo, mientras el sol acariciaba nuestros rostros. Había una emoción palpable en el aire, una tensión cargada de deseos y sentimientos que ninguno de los dos podía ignorar.

Finalmente, Liam rompió el silencio con una sonrisa __Este lugar es increíble, ¿verdad? Me siento afortunado de poder compartirlo contigo. __dice sin despegar la mirada de mi

asenti con una sonrisa igualmente radiante. __Es un día perfecto. Y estoy feliz de compartirlo contigo también, Liam. __sonrió

A medida que charlabamos, la conversación se volvía cada vez más personal y sincera. Compartimos nuestros sueños, nuestras esperanzas y nuestros deseos. Nos abrimos el uno al otro, compartiendo pensamientos y sentimientos de una manera que solo las almas afines pueden hacer.

Liam habló de sus viajes, de las personas que había conocido y de las experiencias que lo habían moldeado. Yo compartí mis pasiones, mis metas y los momentos significativos de mi vida. Hubo risas, complicidad y un crecimiento de la conexión que sentíamos el uno por el otro.

La tarde en el lago se convirtió en un día que ninguno de los tres olvidaría. La belleza de la naturaleza, la emoción de la compañía y la profundidad de las conversaciones hicieron que fuera un día mágico.

Mientras el sol se ponía en el horizonte, Liam me miró con una mirada significativa. __Tengo que admitir que desde el momento en que te vi en la casa, supe que había algo especial en ti. No sé cómo explicarlo, pero siento una conexión única.

asenti, con los ojos brillantes. Yo también siento lo mismo, Liam. Es como si nuestras almas se entendieran en un nivel profundo. Es un sentimiento raro pero hermoso. __digo un poco sonrojada

La tarde continuó, y mientras se preparaban para regresar a la casa, la conexión entre ambos seguía creciendo. A medida que se alejaban del lago, sabían que este día había sido el comienzo de algo hermoso, algo que prometía cambiar sus vidas de maneras inesperadas.

Sin embargo, mientras disfrutaba de su compañía, otro chico llegó al lago. Era el novio de Alira, la amiga. Era un joven apuesto con ojos brillantes y una sonrisa contagiosa. Mi amiga y su novio se sumergieron en el agua y comenzaron a jugar y a salpicarse mutuamente, creando una atmósfera llena de amor y complicidad.

Yo observaba la escena, admirando la conexión entre mi amiga y su novio. Era evidente que compartían un vínculo especial y que estaban profundamente enamorados. Mientras los veía, reflexioné sobre la belleza de las relaciones humanas y la forma en que cada persona puede encontrar el amor y la felicidad a su manera.

aún con la toalla envuelta alrededor de mi cuerpo, me despido de Liam después de acordar encontrarse más tarde. Con una sonrisa y un gesto de mano, me alejé del lago y comencé a caminar a través del bosque que me llevaría de regreso a mi casa.

Mientras avanzaba entre los árboles, un sentimiento inquietante me invadió. La sensación de que algo no estaba bien me hizo detenerme bruscamente. Escuche el sonido de ramas rompiéndose y gruñidos profundos que provenían de la distancia. Los pelos de mi nuca se erizaron.

mire a mi alrededor, tratando de identificar la fuente de los sonidos inquietantes. Los gruñidos se hicieron más audibles, y el pulso de mi corazón se aceleró, llenándome de nerviosismo. Algo en mi interior le decía que debía tener cuidado.

De repente, una voz resonó en mi mente, como un susurro inquietante.

«Por fin he despertado. Vamos, aléjate de aquí, no es un lugar para que andes, humana.»

Me sobresalte al escuchar esa voz en mi cabeza. Miró a mi alrededor, pero no vi a nadie a mi alrededor. Una extraña sensación de temor me recorrió mientras intentaba comprender quién o qué me estaba hablando.

La voz en mi mente me dejó perpleja y preocupada.

¿Quién era esta entidad misteriosa que parecía conocerla? ¿Por qué la advertía de quedarse en el bosque?

Con un nudo en la garganta, decido seguir el consejo y di media vuelta, comenzando a alejarme del lugar. Mientras camino con paso rápido por el bosque, la inquietud y la sensación de que algo oscuro me acechando no me abandonaron.

llegué a mi casa apresuradamente, sintiendo un escalofrío recorriendo mi espalda. Rápidamente, me diriji a mi habitación para cambiarme. Me deshie de la toalla que cubría mi cuerpo y me puso un top negro ajustado que realzaba mi figura, dejando al descubierto mi piel suave y bronceada. Combine el top con un chort corto de tela ligera que me daba un aire relajado y fresco.

El chort, de un tono azul profundo, resaltaba mis piernas esbeltas y me daba un toque de estilo veraniego. Me miró en el espejo, satisfecha con mi elección de ropa. Me sentía cómoda y lista para disfrutar del resto de la tarde.

Con mi cabello negro cayendo en ondas suaves sobre sus hombros y sus ojos cafés claros brillando con determinación, irradiaba confianza y belleza natural. La combinación de elegancia y sencillez en su atuendo me hacía lucir deslumbrante

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