Es muy sencillo, si pretendes volar tendrás que desprenderte de las cosas que te pesan.

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No puedo evitar notar que el me seguía mirándome fijamente mientras permanecía sentado en la mesa.

Decido dar un paso al frente y acercarme a él.

Con cada paso que daba, notaba su mirada escrutadora de pies a cabeza, lo que me hacía sentir un ligero rubor en las mejillas.

Finalmente, me situó a su lado, y él pareció sorprenderse levemente por mi valentía.

Nuestros ojos se encontraron, y una sonrisa tímidamente curvada apareció en mis labios.

Había algo magnético en la forma en que él me miraba, algo que.

Me hacía sentir atraída.

__¿Te importaría si me uno a ti? __pregunte, mientras señalaba la silla frente a él.

El solo asintió con una sonrisa amable y me hizo un gesto para que tomara asiento.

Sacó una botella de vino y llenó una copa para mi, y luego otra para él.

__Mira, un brindis por la valentía, __dijo él, levantando su copa.

sonreí y chocó mi copa con la suya.

Tomamos un sorbo de vino y comenzamos a conversar.

La mirada penetrante y sus ojos mielosos hizo que me sintiera cautivada.

Hablamos de nuestras pasiones, de nuestros lugares favoritos, de los libros que habíamos leído y las películas que habíamos visto.

La voz ronca y firme de el me envolvía, me encontraba cada vez más intrigada por él.

Después de un rato, notó que la noche avanzaba, y decidí que era hora de irme.

Me despido de Liam con una sonrisa.

__Fue un placer conocerte, __dije con una sonrisa.

Él asintió, y sus ojos mielosos brillaron bajo la luz tenue de la casa. __Igualmente, Cristal.

Me levantó y me dirijo a donde estaba mi amiga, quien me observaba con una sonrisa cómplice en el rostro.

Le susurró que planeaba dar un paseo por el bosque y luego regresaría para descansar.

Mi amiga me abrazó con cariño y me dijo: __Ten cuidado, y asegúrate de volver sana y salva.

asentí y salgo de la casa, respirando profundamente el aire fresco de la noche.

Caminó hacia el bosque, donde la luz de la luna iluminaba el camino.

Me senté en el suave césped y me quedó mirando la luna, pensando en la fascinante conversación que había tenido con el chico de ojos mielosos.

La noche estaba llena de misterio, me sentía emocionada por lo que el futuro. me deparaba.

Mientras me perdía en mis pensamientos, disfruto de la tranquilidad y la belleza de la noche estrellada en el bosque.

Con paso sigiloso, regrese a la casa, asegurándome de no hacer ruido.

La noche estaba en su apogeo, y las luces de la casa habían sido reducidas, creando una atmósfera tranquila y misteriosa.

camine por el pasillo hasta llegar a mi hermosa habitación.

Al abrir la puerta, una suave luz de luna inundó la estancia, revelando una decoración que reflejaba mi personalidad.

Las paredes estaban pintadas en un suave tono azul, con cuadros de paisajes y obras de arte que yo misma había pintado.

Cortinas de encaje blanco dejaban pasar la luz de la luna, creando patrones ondulantes en el suelo de madera.

El mobiliario era elegante y acogedor.

Una cama con dosel con sábanas de algodón suave ocupaba el centro de la habitación.

Al lado de la cama, una mesa de noche sostenía una lámpara de estilo vintage y un libro que había estado leyendo.

En una esquina, una pequeña área de trabajo con un escritorio de madera y una silla ergonómica esperaba sus proyectos creativos.

Me deslizó bajo las sábanas frescas y suaves de su cama, sintiendo la calidez y la comodidad que me ofrecían.

Sonrió al recordar la maravillosa conversación que había tenido con el chico de ojos mielosos y cómo el vino había añadido un toque especial a esa noche.

Mientras me acomodaba en mi cama, la luna llena seguía derramando su luz plateada a través de la ventana.

Me sentí agradecida por el día increíble que había tenido y por la amistad que comenzaba a forjarse.

Cerré los ojos, dejando que la paz de mi hermosa habitación me envolviera.

La sonrisa en mi rostro no se desvaneció mientras me sumía en un sueño reparador, emocionada por lo que el mañana me deparaba y agradecida por las sorpresas que la vida le tenía reservadas.