En la mañana, Elon se fue sin siquiera tomar el desayuno. Se encontraba molesto tras la discusión que mantuvo en la noche con Ross. No podía creer que una mujer no aceptara quedarse en casa a cuidar de los niños, «ella no tiene necesidad de trabajar, no entiendo su necedad», pensó. En cuanto a Ross, esa mañana, se encargó de arreglar a los pequeños llevándolos al colegio y se dedicó a entregar su currículo en varias empresas de diseñadores. A pesar de que su currículo está bien sustentado, no tuvo éxito en conseguir un empleo, «Elon tiene razón, donde tengan conocimiento de que soy su prometida, no me van a dar empleo», pensó. Estaba cansada, pues lleva toda la mañana recorriendo empresas y entregando currículo, por lo que decide sentarse en una cafetería a descansar un poco y tomarse un café. Va distraída caminando y tropieza con un hombre alto, moreno y de buena apariencia.— Disculpe, señor. Estaba distraída y no vi que venía hacia mí — expresó Ross roja de la vergüenza, pues
Después de un rato, Elon se va a la empresa, necesita terminar de preparar todo para su evento. Al llegar, Liz lo recibe con cariño.— Buenos días, Elon. Me vine en taxi, pues te estaba esperando y nunca llegaste –dijo la mujer con una sonrisa amistosa.— Discúlpame por no avisarte, es que se me presento un asunto que no podía dejar pasar por alto, pero ya estoy aquí, así que vamos a trabajar —expresó dejando notar su perfecta dentadura y chocando sus manos con ánimo.— Elon, te conozco y algo no anda bien, por lo general tu sonrisa es natural y esta que tienes se nota forzada —dijo Liz y se le acerca a darle masajes en los hombros— definitivamente, pasaste un mal rato y se te nota, estás muy tenso.— La verdad es que si, esta mañana discutí con mi prometida, no puede entender la cantidad de trabajo que tengo por este evento —dijo pasándose las manos por la cara— y ahora está empeñada en trabajar, ¿no veo que ella tenga necesidad de eso?, yo le puedo dar todo lo que me pida.— Mi mad
— ¿Qué quieres que diga?, sabes bien que no quiero que trabajes, pero siempre haces lo que te da la gana —gritó el hombre enfurecido, en ese instante, Ross no dice nada, para evitar que esa situación sé salga de control. Elon se dirige a la sala y se sirve un trago, necesita relajarse y no consigue otra forma. Esa noche, no fue a la mesa a cenar, prefirió continuar tomando, no quiere descargar toda la rabia con su prometida y menos con los niños. Al pasar un rato, Ross se acerca para conversar, ella quiere hacerle entender que, el trabajar para ella es una necesidad, pues lo ha hecho desde muy joven.— Esta calmado, Elon, necesito que entiendas que trabajar para mí es necesario —dijo la mujer en un tono sereno.— No te das cuenta de que el hecho que tú trabajes, me hace quedar mal a mí en la sociedad, la mujer es para estar en la casa al cuidado de los niños y del hogar —dijo viéndola a los ojos, la furia que tiene, la expresa en cada palabra que dice.— Entiende algo, eso era antes
Al salir del departamento de Liz, se dirige a su casa para cambiarse y hablar con Ross. Lo primero que hace es buscarla en la habitación, pero no la encuentra. El debe darle una explicación, por el hecho de no haber llegado a dormir, sin embargo, siente un alivio de que no esté. En ese momento, aprovecha para bañarse y cambiarse de ropa para ir a trabajar. Tiene dolor de cabeza y malestar, por la cantidad de licor que ingirió esa noche, pero no puede faltar, pues queda poco tiempo para el evento y mucho trabajo que realizar. Al estar listo, baja a la cocina a comer algo y se encuentra con Anya, quien lo detiene para hablar con el.— Elon, ¿qué haces aquí, a esta hora?, ¿te sientes mal? —pregunta con una sonrisa en los labios, pues ella sabe que no pasó la noche en la casa.— No, tía, se me hizo tarde, Ya me debo ir a trabajar —dijo para no dar explicaciones—. ¿Dónde se encuentra, Ross?— Ella salió muy temprano y no dijo para donde va. La verdad, sobrino, a ella no la veo muy entu
Elon se acerca nervioso a donde se encuentran las mujeres hablando. No sabe las intenciones de Liz y tiene miedo que le cuente todo a su prometida.— Buenas, señoritas, ¿por qué están solas? —expreso Elon en juego, pues quiere evitar que Ross y Liz estén juntas, por lo menos hasta encontrar la forma de contarle lo que paso con Liz.— Estamos conversando acerca del desfile, está estupendo, después de todo, valió la pena tanto esfuerzo —dijo Ross emocionada y abraza a su prometido. Liz sonríe mientras ve a los ojos a Elon, se le nota el nerviosismo, «te tengo en mis manos, Elon Jobs, pero hoy no será que le cuente las cosas a Ross, por lo que puedes estar tranquilo», pensó la mujer mientras continuaba hablando con la pareja.— Amor, me acompañas, es que quiero que nos tomemos unas fotos juntos, en este evento, te presentaré como mi prometida antes la sociedad. No es la fiesta adecuada, pero es una manera de anunciar públicamente que somos pareja y nos vamos a casar —dijo Elon y la i
La tensión creció en el ambiente, Ross no podía creer que eso estuviera pasando el día de su boda, «¿por qué Liz, está interrumpiendo el matrimonio?, ¿qué sabe ella?, ¿qué está pasando?», pensó la novia en medio de la confusión mientras observaba a su prometido. En ese momento, la mujer se acerca poco a poco a donde se encuentran los novios y le entrega un sobre a Elon. En ese momento, las lágrimas comienzan a rodar por su mejilla, ella respira profundo para decir.— No te puedes casar, Elon, estoy embarazada —expresó entre sollozos, la voz le temblaba y estaba blanca como un papel.— ¿Qué?, ¿cómo es eso que estás embarazada? —expresó Ross confundida y le quitó el sobre a Elon para abrirlo. La desesperación se adueñó de ella y quería que aquella noticia fuese mentira. Al abrirlo, puede sacar la prueba de embarazo y un ultrasonido con la fecha de ese día— Elon, Liz está embarazada, ¿ese niño es tuyo?, dime la verdad, te acostaste con esta mujer.— Ross, amor, ¿no sé cómo explicarlo?
Al llegar al departamento, Ross toma un poco de agua, para sentirse mejor, el mareo que tiene no la deja desarrollar sus actividades cotidianas con naturalidad. En ese instante llega Tyler y puede observar a la mujer pálida y con aspecto de enferma.— ¿Te sientes mal, Ross?, el aspecto que tienes es de enferma y no es normal —dijo el hombre mientras se acerca y la toma del brazo— estás fría, pálida y ojerosa, de seguro estás enferma.— Sí, me encuentro bien, es solo que me tope con Elon en el centro y tuve una pequeña discusión, eso hizo que me alterara un poco —dijo la mujer mientras se pasa un algodón con alcohol por la frente— por es estoy descontrolada y un poco mareada, ese encuentro con Elon me hizo mal.— Ross, desde que llegaste estás con mareos y malestar, además de cansada todo el tiempo, ¿No estarás embarazada? —dijo el hombre mientras le observaba el vientre.— No, yo no puedo estar embarazada, eso es imposible. ¿Que haría si estoy embarazada? —dijo colocándose las manos
Todo lo que está pasando, hace que Elon se encuentre muy distraído, por lo que no está asistiendo a la empresa, el solo piensa en recuperar a Ross y eso no lo tiene nada fácil. Por fortuna, no tiene ningún asunto importante que requiera de su atención. Al llegar a su casa, se encuentra con Anya y Liz esperándolo, ellas querían hablar con él sobre el niño que están esperando.— Elon, ya no puedes evitar a Liz, es la madre de tu hijo —dijo Anya al mismo tiempo que lo toma por el brazo— ven, necesitamos planificar lo del matrimonio, pronto se le verá la barriga y eso sería de lo más bochornoso para nosotros.— Tía, ya he dicho que no me voy a casar con Liz, si me voy a hacer responsable del bebé, pues él no tiene la culpa de la calentura de nosotros y de la noche fogosa que debimos pasar, aunque no me acuerdo —mientras ve a Liz, con una mirada ensombrecida, la rabia se le notaba a leguas— pero no me voy a casar, un hijo no obliga a los padres a estar juntos.— ¿Cómo puedes hablar así,