Mientras Aura iba de regreso a la oficina de abogados solo podría preguntarse ‘¿Estarás dispuesto a decirme la verdad Maurizio?’… Quizás ella misma no debería ser capaz de juzgarlo porque sabía Dios cuantas cosas mantenía ocultas de él y de todo el mundo. Pero el corazón se vuelve ciego a veces, y muy necio, y siente celos hasta del aire que rozaba su piel; por momentos estaba desesperada por terminar su caso, que el quede libre de toda acusación y poder correr a sus brazos. Te juro que en este momento solo podía cerrar sus ojos e imaginar sus labios sobre los suyos, muy despacio, como si no hubiera tiempo, como si nada pudiera detenerlos, como…
El timbre del celular interrumpe sus pensamientos, es un numero desconocido.
- ¡Hola! ¡Buenas tardes! – responde Aura.
Silencio…
- ¡Hola! – repite Aura.
Silencio…
- ¡Hola! – repite Aura. – Bueno, habrá sido una llamada por error – y cierra el teléfono.
Ya estaba entrando al complejo de
Hola!!! Me alegra que estés por aquí.
Mientras confirmaban que la información recaudad era correcta Maurizio le escribe un mensaje a Aura, ‘Hermosa, desespero por verte. Te envío la ubicación de mi casa, cualquier cosa me llamas y te alcanzo’. ------- Aura estaba casi terminando la reunión con todos los abogados trabajando en el caso cuando su celular vibra, pensando que podría ser Beck, Aura mira su celular, se sonroja ligeramente y termina mordiendo su labio inferior para contener la sonrisa tonta que se asomaba a sus labios. Algunos siguieron mirando a Andrea que hablaba en ese momento, pero hasta ella de dio cuenta del gesto de Aura y se quedó sorprendida por 5 segundos, continuó con lo que decía rápidamente y dio por finalizada la reunión. Mientras todos salían Aura parecía aun un poco distraída, se acercó a ella y con una sonrisa burlona le dijo – No me imaginaba el día en que te vería tan enamorada – - ¿Me hablas a mí? – dijo Aura confundida - Aquí nadie está enamorado, te
Cuando Aura termina de girar se encuentra con sus ojos grises, cargados con una mirada profunda y sedienta, Maurizio se inclina levemente y despacio, susurra con la voz ronca “Aura…” Pero solo escuchar su voz fue suficiente para que Aura arremetiera contra los labios de Maurizio, necesitaba besarlo y cumplir las fantasías que amenazaban con volverla loca. Él no se sorprendió por su iniciativa, fue un beso desesperado que ambos anhelaban, por un largo rato dejaron sus lenguas entrelazarse, explorarse, conocerse, mientras las manos de Aura rondaban el pecho de Maurizio, y las de él se deslizaban peligrosamente por su espalda baja hasta levantarla y engancharla sobre la encimera de la cocina, descendiendo sus besos por el cuello de Aura haciéndola estremecer y gemir suavemente. Se detiene un segundo para respirar y Maurizio sabe que debe detenerse, lo reconoce mientras observa a Aura con una mirada perturbada, como quien no sabe qué hacer en ese momento, nunca la había visto ta
Mientras Aura abrazaba a Maurizio, se dio cuenta de lo cómoda que se sentía en sus brazos, mientras intentaba darle soporte a él, tuvo que aceptar que sentía que estaba en el lugar correcto y aunque enamorarse no estaba en sus planes, de repente se sentía invadida por esta sensación que superaba todo lo que se había imaginado. Detestaba la idea de rechazar al único hombre que había podido infiltrarse tan pronto en su mente, y la verdad no estaba segura de sí ya estaba en su corazón también.- Se siente tan bien estar entre tus brazos – se encontró diciendo en voz alta, y no se arrepentía.- Donde debes estar, hermosa – respondió Maurizio con una voz mucho mas relajada. Se separo un poco del abrazo para levantar la barbilla de Aura y mirarla directamente a los ojos – todo pasa por una razón, y esa razón eres tú.- Solo es
Era un nuevo día y Aura sabía lo que le tocaba hacer, hoy tendría una reunión con el Jorge Russo, el abogado y CEO de Russo & Vera, quien hacía ocho años atrás estafó a su padre y se apropió de la casa familiar de la avenida Roma. Su padre nunca le quiso dar mas explicaciones, solo le dijo que su abogado abusó de su confianza y sin el darse cuenta le había entregado la propiedad, para cuando se dio cuenta era muy tarde y no había marcha atrás. Pensaba demandarlo, estaba reuniendo pruebas, pero falleció antes de poder hacerlo y ella le juró a su padre que lo haría por él. Había investigado mucho, y ya tenia el documento que había utilizado para engañar a mi padre.Pero solo ser acusado por lo que le hizo a su padre ya no era suficiente para Aura, si apenas le tocarían unos 6 meses de prisión y con sus contactos de seguro
“Hola Maurizio” responde Aura con una sonrisa en sus labios, Carla que justo en ese momento se devolvió a buscar algo no pudo hacer mas que mirarla, sorprenderse y salir en silencio, se alegraba tanto por su amiga que no quiso burlarse de ella en ese momento. “Sabes que puedo sentir tu sonrisa desde aquí” dijo Maurizio “imagino esos ojos tuyos color miel derritiéndome el alma, casi nunca sonríes, y cuando lo haces siento que se ilumina todo, como ahora, ni siquiera la estoy viendo y ya lo estás haciendo” “Creo que pudieras ser un buen abogado” responde Aura ahora riendo a carcajadas “De verdad que tienes el don de la palabra, hasta me dejaste sin saber que decir” “Pues ya sé que estoy a punto de ganar el caso” responde Maurizio con una sonrisa traviesa. “¿Y cuál es el caso?” pregunta Aura perpleja, mientras piensa en cuanto le gustaría estar frente a frente a él. “No tiene chiste si te lo digo ahora” responde Maurizio aguantando una carcajada
- Mejor vámonos – dijo Aura mientras un estremecimiento recorría su cuerpo. Estaba luchando intensamente para no sucumbir ante la oleada de placer que le provocaba la cercanía de Maurizio y su lengua que recorría su oído. Le preocupaba que Carla pudiera salir en cualquier momento. Se sacudió y caminó hacia la puerta mientras Maurizio pasaba su mano por su cabello y se reía pícaramente ‘Dios mío Aura, no lo mires, que te devuelves y te lo comes’.- Vamos hermosa, tenemos todo el tiempo del mundo – dijo mientras se dirigían hacia el Jeep Wrangler Dragon negro mate en el cual Maurizio había llegado. Era espectacular, los detalles dorados resaltaban en el negro dándole un aspecto agresivo, pero de realeza. Ya Aura había notado que Maurizio parecía tener mas dinero del que se veía, pero aún no sabía cuánto ¿Y porque Jor
"De verdad que eres adicta al peligro" le responde Maurizio luego de observarla por unos largos segundos, había un resplandor en Aura que lo atraía como nada lo había atraído en este mundo, su piel era como una invitación a tocarla y sus ojos miel que se veían tan fríos ahora se veían en fuego, lo seducían y estaba seguro que ella no estaba consciente de lo que provocaba en él. Y no solo en su cuerpo, también en su corazón, no tenía que estar dentro de su cuerpo para saber que ya se estaba enamorando de ella y no sabia como era eso posible en tan poco tiempo. Habían cosas importantes de él que no le había dicho y no se sentía cómodo avanzando mas sin contarle, nunca había conocido a una mujer que le provocara tantas cosas a la vez: respeto, admiración y un deseo ferviente de que sea completamente suya, en alma y cuerpo. "A veces" respondió Aura con una sonrisa mientras se giraba hacia uno de los ventanales, había algo en la mirada de Maurizio que la sorprendió. Ni si
Aura se muerde el labio inferior mientras piensa en la invitación silenciosa de Maurizio, que ahora mismo la mira intensamente con una mirada cargada de un deseo palpable. Se comienza a quitar el pantalón y la blusa quedando en unas bragas y un sostén deportivo. Sin pensarlo mucho más se lanza al lago y siente el agua fría adormecer sus extremidades y antes de ella poder decir nada, siente los brazos de Mauricio en su cintura y rápidamente sus labios acaparan los de ella en un beso sensual y apasionado que le hizo olvidar el frío de su cuerpo, de hecho, en pocos unos segundos ya sentía su cuerpo arder como si estuviera en un horno y no en una bendita cueva debajo de la tierra.Continuaron besándose durante largos minutos mientras Aura sentía las manos de Maurizio recorrer su cuerpo, deteniéndose en su pecho y masajeándolo suavemente, escapando un gemido desde su interior a la vez que sent&iacu