Aura dejó de pensar mientras posaba la vista en sus ojos, bajó la mirada a sus labios y se inclinó ligeramente. Maurizio advirtió su movimiento y lentamente capturó sus labios, suavemente aprovechando el momento mientras ella le respondía y con sus manos tocaba su pecho, el beso se hacía cada vez más apasionado, se detuvieron cuando ya casi no podía respirar, mientras Maurizio decía con voz ronca – Tengo la sensación de que eres la mujer de mi vida.
- Maurizio… - dijo Aura en un susurro, quería ceder a los impulsos de su corazón, pero no era correcto ‘¡él era su cliente! y la verdad el no la conocía’ pensó con amargura – aun eres mi cliente, esto no está bien.
- Solo respóndeme algo, si no lo fuera,… si no fuera tu cliente ¿aceptarías salir conmigo? – preguntó con el alma en
Habían pasado más de 3 días y Maurizio no se había comunicado con ella, no sabía si sentirse aliviada o perdida, su mente le decía no te involucres y su corazón le decía ¡Llámalo! ¡Búscalo! No sabía cómo podía estar tan obsesionada con un hombre que apenas conocía. Su frustración era visible y cada vez se le hacía más difícil controlar su temperamento. Siempre había tenido control de si misma, y estar en esta posición le irritaba.- Quiero una reunión en 30 minutos con todos los asociados – dijo con una voz cortante y fría a Massimo que acababa de tocar en su puerta, no lo miró, ni lo saludó, fingió estar haciendo algo en la computadora, pero la verdad era que su enojo era tan grande, que no quería ni mirar a nadie.- Bien – respondió Massimo indifere
Maurizio no se había esperado que luego de su madre luchar tanto contra el cáncer y aparentemente vencerlo hubiera vuelto ahora y peor, solo 2 días después de enterarse había caído en cama, respiraba con dificultad y apenas abría los ojos por poco tiempo.- Gracias – dijo en un susurro cuando Aura regresó, la verdad que no había comido en todo el día y no quería separarse ni un segundo del cuarto del hospital.- No es nada - le sonrió Aura en voz baja. Ella comenzó a servirle la comida en su plato.- Come un poco también – insistió él cuando vio que ella apenas había probado al comida.- No tengo mucha hambre – mintió ella, pronto se tendría que ir a casa y no sabía si el comería.- Come, por favor, o me sentiré mal.- Está bien – Aura asintió con la ca
- Y cuídate amiga – dijo Carla apesumbrada, habían tenido esta conversación tantas veces que ya ni intentaba cambiarle de idea. Duraron largo rato hablando de tonterías hasta que se dieron cuenta de lo tarde que eraAura apenas pudo dormir por lo que salió temprano al hospital, de camino compró desayuno para llevarle a Maurizio. Cuando llegó se sorprendió un poco al ver que él no estaba dentro de la habitación, decidió dejarle la bolsa en la mesita e irse, pero cuando la dejaba escuchó una voz suave.- Hola – saludó la mujer un poco perpleja ante la joven que estaba delante de ella.- Buen día señora Rinaldi – se volteó Aura con una sonrisa, un poco tensa ante la mujer despierta, ambas eran desconocidas entre sí – mi nombre es Aura Parra, soy la abogada de Maurizio, me comentó su condici&oacu
Cuando llegó al despacho se dio cuenta que Jorge Russo estaba ahí, ocultó su sorpresa mientras su mirada se volvía aguda y saludaba con cortesía.- Abogada – resopló Jorge Russo, sin importarle siguiera saber el nombre de la mujer - se le contrató para un trabajo, ¡Mejor sea que se ponga en el!- Estamos trabajando señor Russo – dijo Aura intentando mantener la compostura ante la hostilidad del hombre.- No lo parece – continuó enojado, mientras la miraba fijamente como si le hiciera un desafío – si fuera así, hubiera algún avance, van más de 2 semanas y aún no sabe cómo lo defendería.- No se preocupe usted por eso, yo sé en lo que estoy &ndas
Aura llega a su casa tarde y cansada, no había hablado con Maurizio, y le estaba comenzando a preocupar el caso, necesitaba dar con algo contundente y no lo había conseguido. Si seguía su corazonada su vecina tenía algo que ver, pero Beck no había dado con más nada aún. ‘Creo que necesitaré poner más de mis propios esfuerzos’ musitó para sus adentros.Marcó el número de Beck aunque ya eran pasadas las 11 de la noche.- Jefa Parra ¿En qué puedo servirle? - contestó rápidamente un Beck alerta.- Necesito que me repitas todo lo que has conseguido de Lucia. No omitas ni un sólo detalle - le respondió Aura calmada.Beck comenzó a contarle todo lo que le había dicho ya.- Hay algunos cabos sueltos que aún no te había dicho porque son pistas dispersas, nada concreto aún.
‘No te imaginas cuanto quisiera verte’ Maurizio no se imagina cuanto mi corazón se acelera al recibir su mensaje y leer sus palabras, quisiera detener la estúpida sonrisa que se forma en mi rostro, pero no puedo. Ayer fue un día tan difícil y complicado, aunque diga no tener miedo y actúe fuerte; por primera vez y mas que nunca quise dormir abrazada, escuchar una voz que me dijera que todo iba a salir bien y no podía mas que imaginarme su rostro, sus brazos rodeando mi piel, sus labios sobre los míos. He quedado loca, ya lo sé.‘Anoche tuve mucho trabajo y no pude ir por el Hospital. Pero esta noche iré por allá ¿Cómo sigue tu mamá?’ le responde Aura.‘Está mejorando muy bien. Ya hoy le darán de alta ¿Qué tal si vienes a cenar a casa esta noche?’ le pregunta Maurizio con emoción.
La mañana pasó suave luego de este descubrimiento. Aura llamó a Beck para recordarle que necesitaba identificar a esa mujer cuanto antes, si era necesario utilizar un programa de reconocimiento facial con la cara de esa mujer y Lucía que lo hiciera. Al mediodía fue con Toribio a la oficina central de ETSIVA.- Me puedes esperar debajo – le dice Aura al desmontarse del vehículo mientras Toribio le abre la puerta.- Si jefa – responde Toribio mientras la observa entrar al edificio.Mientras Aura va caminando se dirige directamente hacia el ascensor, en el piso inferior solo habían algunas personas en espera, el personal de seguridad y la recepcionista, quién al verla dirigirse al ascensor exclusivo del CEO, salió corriendo detrás de ella.- ¡Espera! ¿Qué haces? - continúo agitada hasta que le agarró de un brazo - ¿No ve que ese ascensor
Mientras Aura iba de regreso a la oficina de abogados solo podría preguntarse ‘¿Estarás dispuesto a decirme la verdad Maurizio?’… Quizás ella misma no debería ser capaz de juzgarlo porque sabía Dios cuantas cosas mantenía ocultas de él y de todo el mundo. Pero el corazón se vuelve ciego a veces, y muy necio, y siente celos hasta del aire que rozaba su piel; por momentos estaba desesperada por terminar su caso, que el quede libre de toda acusación y poder correr a sus brazos. Te juro que en este momento solo podía cerrar sus ojos e imaginar sus labios sobre los suyos, muy despacio, como si no hubiera tiempo, como si nada pudiera detenerlos, como… El timbre del celular interrumpe sus pensamientos, es un numero desconocido. - ¡Hola! ¡Buenas tardes! – responde Aura. Silencio… - ¡Hola! – repite Aura. Silencio… - ¡Hola! – repite Aura. – Bueno, habrá sido una llamada por error – y cierra el teléfono. Ya estaba entrando al complejo de