NoahNo me di cuenta en qué momento me quedé dormido. Solo sé que lloré como no recuerdo haberlo hecho antes desde que era niño. Mis lágrimas simplemente no dejaban de salir de mis ojos y mi pecho comprimido no me permitía tragar ni respirar con facilidad. Ayer, entre tanta bruma, solo encontré consuelo en su olor y con sus brazos alrededor mío mientras veíamos al causante de todas mis angustias: Falaris, quien perseguía dichoso a Mao por toda la pecera.Estúpido pez.Pensar en él me hace abrir los ojos con dificultad, la luz es molesta, el dolor de cabeza provocado por el llanto lo es más. El sol despunta con fuerza y pega directo gracias al gran ventanal del salón. Dormí en el sofá con Luna a mi lado y esa incomodidad ha reavivado el dolor de mi espalda baja, estoy envejeciendo en definitiva. Aunque no quiero, tengo que levantarme, primero porque ya no encuentro cómo acomodarme y segundo porque el incesante timbre de la puerta no me deja seguir descansando.Ella sigue aquí, conmigo.
Noah–¿En serio? ¿Qué es lo que quieres?–Tu ayuda… tu consejoEsta mañana que llegué de casa de mi madre Luna no estaba. Me preocupé y marqué varias veces a su teléfono y no hubo respuesta, sé que debe estar muy molesta y con toda la razón, solo que en verdad perdí la noción de las horas, hoy buscaré cómo resarcirme… Y así, con esos pensamientos revueltos, vine a trabajar como todos los días; sin embargo, no he podido sacarla de mi cabeza pensando en qué debería hacer para disculparme o si es prudente contarle la razón de mi desaparición, pero aquí estoy con la concentración más baja de lo normal y para sumarle más a mi cerebro embotado, Henry, mi hermano menor, no ha dejado de llamarme en todo el día, ha sido molesto, por lo que decidí contestarle para sacarlo rápido del camino, si es que es posible. –No soy la persona más indicada para eso, Henry, no entiendo qué haces llamándome.–¡No me cuelgues! Por favor, Noah, no tengo a nadie más a quién acudir…Resoplo y sobo mi sien mientr
Noah–¡No está! ¡Sus cosas tampoco están!–No entiendo, ¿para qué me llamas a mí si la responsabilidad de cuidarla era tuya? Te lo dije claro, Meier, si algo le pasa a Lu…–¡Tú sabes dónde está! ¡Tienes los malditos códigos de estas pulseras!–Con que alguien intentó hackear mis dispositivos –soltó con sorna el muy imbécil mientras mis nervios empeoraban.–¡Ja! como si no lo supieras… Oz, por favor… Si sabes dónde está solo dime.–Te dije que ya era hora de que tuviesen más libertades, tú fuiste a visitar a esa ricura que llamas mamá y si ella quiere salir también puede hacerlo.–Oz…–¿Qué? No puedo negar que tu madre es una preciosura y está libre…–Oz…–No sabía que eras uno de esos hijos celosos, acepta que ella también merece un poco de cariño y yo no me negaría a dárselo.–¡¡Oz!!… ¿¡Dónde está Luna!?El estruendo de un vaso estrellándose contra la pared me deja congelado. Si Oz está tomando tan temprano en la mañana es por algo grave… o eso creo, tal vez lo más extraño sea que no
Luna–…IMBÉCIL CRETINO FARISEO INFELIZ PERRO DESGRACIADO CABRÓN DE LA GRANDÍSIMA REPUTA ¡¡¡MIERDA!!! –las botellas vacías volaron por toda la habitación en mil pedazos al impactar contra la pared de la furia descomunal que tenía desde hace días.–Y yo que creí que solo las mujeres de La Orquídea eran de temer… –comentó Ares como si nada incrementando mi furia, a lo que lancé otra botella contra él que esquivó como si fuese un borrador–. Me halaga que me hagas el blanco de tus perdiciones, pero te recuerdo que el causante de tu malestar es…–¡¡NO TE ATREVAS A NOMBRAR A ESE ASQUEROSO MENTIROSO GUSANO INFELIZ!!–Vale –levantó las manos en son de rendición y se acercó acunando mi rostro. Debería estar muerto de los nervios al verme actuar como una lunática, pero sé que esto no es nada para lo que hace y ha visto–. Mi Luna, ya destruiste esta bodega, ¿qué te parece si mejor nos vamos a dormir? Hay mucho por hacer y necesitas descansar.Su voz era tan dulce como su expresión consiguiendo de
Noah¡Vaya horno es esta ciudad! Si pensaba que en Amsterdam hacía calor era porque nunca había llegado a Madrid en estas fechas, al menos no sobrio. Debo desabrocharme la camisa para poder respirar un poco, al parecer he pillado el día más caluroso del año para llegar a “ayudar” a mi hermano.Si, si… Soy un altruista sin remedio… bueno, eso pensarán todos los demás pero es obvio que no vine por eso. Fue solo verle al recibirme en el aeropuerto en compañía de una mujer y un hombre para darme cuenta en un segundo de toda la situación: Está calado por ella que no hace parte de su “normal” repertorio de acompañantes, quién por su aspecto grande se siente insegura por conquistar a alguien de las características de mi hermano y con un vigilante 24/7 que, si bien creo que lo hace por amor, no la deja ser ni expresarse como debería. Los temores, los temores…A veces la familia por querer proteger solo creamos inseguridades. Me costó entenderlo, nos pasó a todos con el rubio menor y míralo a
NoahExiste esa sensación aterradora de estar solo en el mundo… en que las cosas funcionaban de un modo que yo no entendía… Por esa razón tan banal, siendo apenas un chiquillo, tomé una decisión crucial en mi existencia: Convertirme en alguien a quien le tienen miedo en vez de alguien en quien pueden confiar, ya que, para mi lógica, en el miedo estaban el respeto y la confianza entrelazados y es que ver esta dinámica pintoresca entre mi hermano y la señorita que lo acompaña me hace dudar un poco sobre mi razonamiento… Miro y miro sin parar la pantalla de mi celular viendo cómo ese punto azul se desplaza de lugar a lugar sin percatarse de nada, sin medir el peligro o las consecuencias de ir detrás de un matón de la calaña de Ares. A veces no logro entender si es exceso de confianza o total inocencia lo que mueve a esa mujer, sí, a la señora de cabellos de plata que vine a perseguir y que simplemente debe andar disfrutando de la compañía de un hombre alto, fornido, de rostro casi divin
NoahMe la he pasado jugando al detective detrás de mi hermano y Alejandra, luego de rastrear sus fotos problemáticas, tuve que devolverle a David las cartas que me debía por guardarle los secretos a su mamá sobre cómo le encantaba andar rastreándola por ahí. Bueno, casi todas, solo conservo un favor que pretendo guardar para algo realmente importante, es más, mientras hackeo el sistema del lugar donde trabaja Alejandra (como cuando era un joven con mucho tiempo libre y me encantaba hacerlo con el apenas naciente sistema de la empresa de mi familia), preparo la forma en que ella y mi hermano se librarán del antagonista de su historia… o eso espero. Esto me costó convertirme en un papá para Henry y Juan David (el hermano de Alejandra), porque en definitiva hay hombres hechos solo para ir detrás de una pelota, si fuera por ellos, destrozar todo a su paso sería la única alternativa. En fin, espero que hoy a mi pequeño hermano esta ayuda desinteresada de mi parte, como el gran altruista
LunaPese a la inquietud de Ares en saber si recordaba cómo disparar y tras demostrarle con éxito que no tenía por qué dudar de mí, menos porque la tristeza se había ido gracias a su ayuda quedando el resentimiento por lo que me hizo Noah, podía tener la mente enfocada en la siguiente parte del plan que era investigar las rutas, más exactamente la de Somosierra que es la tiene mejor acceso con el centro del país.Esa noche quise jugar un poco con él para hacer más entretenido el momento al no haber todavía acción, pero esta no tardó en aparecer cuando unas horas después partimos al centro de Madrid donde encontramos a Marte en una reunión muy especial, nos infiltramos sin problema en la discoteca aprovechando un par de antifaces que robamos a un grupo que recién ingresaba con nosotros, así nos logramos quedar en la zona VIP sin que él se diera cuenta, pero más temprano que tarde las alarmas sonaron cuando unos sujetos ingresaron una hora después disparando por doquier y salimos de inm