Akira se quedó mirándome fijamente y sonrió.
—Ya veo— fingió una sonrisa despreocupada—. Báñate princesa, tenemos que salir— Me pasó por el lado sin decir nada más. Su tono despreocupado es lo más que me preocupa. Ya conozco esa expresión y es cuando está tramando algo.Me encaminé al baño, quería quitarme este olor de encima. La culpa me estaba matando. No encontraba como ir a ver a Kaori, me sentía muy mal y sucia. No quiero poner mis sucias manos en ella.AkiraLlamada telefónica—Ya salió, señor.—Ya saben que hacer.—Si, señor.LisaFui al cuarto de Kaori y la miré de lejos. No sé si sea la última vez que la vea. Le tiré un beso en el aire y me despedí. BusAkira se quedó mirándome fijamente y luego de un rato en silencio bajó a Lin.—Bien, ¿Ahora qué harás, corderito?— se acercó.—Ella no tuvo la culpa, fui yo el que actuó por su cuenta. No le hagas nada, ni tampoco a Lin. Si quieres desquitarte con alguien, que sea conmigo— gritó Shuji.—Tengo culpa también, Akira. No tuve la fuerza de voluntad para rechazarlo— bajé el arma y Akira me encaró.—Que mujer tan entretenida tengo, debería aplaudirte por tremendo espectáculo— sonrió—. Apuntarte con un arma sin tener la más mínima gana de halar el gatillo, es una de tu más grandes estupideces. ¿Quieres que te ayude? — Akira cogió mi mano con el arma y la puso en mi cabeza—. ¿Lo harás tú o prefieres que lo haga yo?&md
Akira me llevó a la casa y antes de irse me dijo que no me atreviera a dormir. Ya creo saber lo que viene. Se fue a llevar a sus hermanos con Mr. Jefferson, no sé si haya sido buena idea dejarlos ir solos con Akira. No sé si sea capaz de algo ahora que no estoy. La preocupación tampoco me dejaría dormir de igual manera.Akira—Quiero que vigiles a estos dos, Jefferson. Son hijos de ese cabrón.—¿Y por qué están aquí y no les hiciste nada?—Me van ayudar con lo del negocio. Necesito dar con el paradero de la hermana de lisa.—Yo sé dónde la tienen— dijo Shuji.—¿Y dónde la tienen?—Hay un negocio que se llama “SugarBay”. Puedo llevarte directamente si así lo quieres, aunque necesitarás hombres que te ayuden. En ese lugar solo entra
—No iba a llegar más lejos que esto, pero escuchando y sintiendo cómo estás, creo que deberé complacerte un poco.—No, Akira— murmuré casi sin poder. Sentí el miembro de Akira entre mis glúteos—Oye, espera.—Separa un poco las piernas y inclínate contra la pared— ordenó. Hice lo que dijo, si hace lo que estoy pensando va a matarme. Él nunca se controla. Se acercó a mi oído—. Relájate, corderito— sentí su miembro en la entrada de mi ano.—No puedo, Akira.—Te escuchas tan sexy cuando hablas así, lisa. No sabes cuánto muero por estar dentro de ti. Me has tenido esperando mucho tiempo— se me eriza la piel solamente de escuchar su voz cerca de mi oído. Entró dentro de mí, pero en mi vagina. Lo hizo tan de repente que hizo mi cuerpo estremec
Nos quedamos un rato juntos. El teléfono de Akira sonó haciéndolo despertar.Llamada telefónica—¿Pasó algo?—Pude conseguir un plano del lugar, Akira. Será un poco arriesgado, si vamos actuar tendrá que ser con precaución. Tu hermano quiere hablar contigo, ¿Puedes venir?—Si, voy para allá— colgó la llamada.—Vamos a la casa de Jefferson.—¿Pasó algo?—Es solo para el plan del rescate de tu hermana. Quiero que mantengas a tu mamá ocupada, no quiero que vaya a escuchar nada.—Lo haré, mi amor— intenté levantarme de la cama y Akira me jaló el brazo, haciéndome quedar acostada.—¿Te piensas ir sin darme un beso?—No cambias — lo besé antes de
—Por supuesto, ella es parte de nuestra familia también.—Esta bien, te daré un maletín con dinero. Quiero que lleves un micrófono encima, por si algo sale mal te comuniques, estaremos afuera esperándote para cubrirte cuando salgas con la chica, ¿Te parece?—Si, sabes que siempre rebuscan.—Yo me encargo de esconderlo bien, no te preocupes. Esta noche quiero que hagamos la vuelta.—¿Esta noche? ¿Tan pronto?—No quiero que pase mas tiempo, le prometí a lisa que traería a su hermana de vuelta y eso haré. Nada tiene que salir mal mientras elaboremos un buen plan; ya que tenemos el plano del lugar, las cosas serán un poco más facil. No es la primera vez que hacemos esto, Jefferson. No te dejaré solo. Será mejor que vayamos a compartir con nuestras chicas, no quiero que se preocupen po
Compartimos en familia, luego de tanto tiempo. Siento algo de angustia con todo lo que está pasando con mi hermana. Akira se veía muy seguro y decidido a rescatarla. No ha dejado de sonreír y dedicarme guiños pícaros durante la cena. Lin y Kaori estaban sentados en una misma silla, han estado juntos desde que llegamos. El único distante ha sido Shuji, me da algo de lástima que se sienta fuera de grupo.—Quiero aprovechar este momento para decir unas palabras— Mr. Jefferson se levantó de la mesa y rompió el silencio que había—. Primero que todo quiero decirles lo feliz que estoy con que nuestra familia ahora sea más grande y que estemos compartiendo luego de tanto juntos— Mr. Jefferson se veía nervioso—. No quería decir estas palabras así de repente, pero mejor ahora que nunca— Mr. Jefferson miró a mi madre y agarró su mano.
—¿Qué estabas tratando de hacer?— intenté arrebatarle a Kaori de las manos, pero tenía en su mano un tipo de perfume o algo así que rocío en mi cara. Me ardieron los ojos y me sentí muy mareada, en instantes perdí el conocimiento.Jefferson—Buenas noches, vengo para la subasta—le dije a los guardias de seguridad.—Por aquí— me llevaron dentro del lugar y me re buscaron, pero no encontraron nada. Caminé hacia la sala donde iban a realizar la subasta, pero entre las chicas que estaban, no vi la cara de la hermana de lisa. Habían varios mafiosos conocidos, espero ninguno me reconozca. Bajé mi sombrero para pasar al baño, tengo que hablar con Akira. Al llegar entré a uno de los baños y me puse el micrófono.—¿Me escuchas?—Si, ¿Alguna novedad?
Akira—Si el viejo cree que va a evitar que entre, está muy equivocado. Estoy seguro que algo anda mal, su voz se escuchaba extraña. Prepárense, iremos por la parte de atrás, es mucho más seguro que ir directo a estos cabrones.—Si, Señor.—Maten a quien sea, excepto a las mujeres, a ellas no las toquen. No dejen que nadie escape, los quiero a todos muertos.—Si, señor.Jefferson—Oh, ¿qué tenemos aquí? No sabía que te habías cambiado para el otro bando, Mr. Jefferson, pero parece que era cierto.—Ren, tanto tiempo sin verte. Yo no quiero problemas contigo, solo quiero a la chica.—Tenemos órdenes de matarte, lástima que éramos buenos amigos.—Por esos años, al menos déjame sacar a la chica.