***NARRA LU FABIANO***Monterrey, Nuevo LeónTodas estábamos muy concentradas, leyendo varias carpetas con documentos, ahora sí, que estábamos muy metidas en lo nuestro. Yo solo pensaba que, necesitaba con urgencia dar con el documento que más me interesaba, con el acta de matrimonio de Boris y sabía, que lo había tenido que traer a la Universidad. Todos los profesores casados, lo tenían que presentar porque, era necesario para efectos del seguro médico y que se pudiera dar de alta a sus cónyuges, tenía que estar sin duda, por algún lado y yo, tenía la certeza de haberlo visto antes, lo recordaba, pero aun no pasaba por mis manos.–Lu, creo que, tenemos algo importante por aquí – Dijo Julia – Están unos documentos de cuando Boris solicitó un permiso económico, aquí figura una dirección.Con que tuviéramos una dirección y que la pudiéramos corroborar era de mucha ayuda, pero seguiríamos recabando toda la información necesaria. Aunque era poco, ahí ya íbamos encontrando algo. Ya por lo
***NARRA LU FABIANO***Monterrey, Nuevo LeónÉl si amaba a Julia de verdad, no por nada estaba ya pensando en que en cuanto saliera iba a formalizar su relación con ella, y por lo que veía iba muy en serio, porque hasta en hijos ya había pensado él en tener con Julia, hacían una muy bonita pareja y ella le demostraba cada día que estaría con él en las buenas y en las malas. –Hablan tan hermoso del amor, que dan ganas de enamorarse y que de una se enamoraran – Dijo Alma Rosa apesadumbrada – Yo quisiera saber, algún día lo que se siente ser amada.Ni Julia, ni yo, pudimos o supimos que decir ante lo dicho por la pobre de Alma Rosa, debía ser terrible todo lo que estaba pasando en su vida, Nathan estaba enamorado de su hermana y ella seguía enamorada de él, aunque ahora lo quisiera tapar y debía estarse sintiendo fatal al pensar en ellos juntos, yo en su lugar no sabría, ni tendría tampoco la menor idea de cómo manejar dicha cuestión, era un caso demasiado triste. Seguimos buscando cad
***NARRA ALMA ROSA***Monterrey, Nuevo LeónLu se había quedado muy pensativa, luego de encontrar esa fotografía en la que Boris abrazaba a una mujer, en un evento de la Universidad, por mi mente pasaba la posibilidad que fuera o Adelaida o Imelda, Julia se aproximó al ver la cara pensativa de Lu y se llevó las manos a la cara, casi de inmediato de la sorpresa que le causó el mirar esa foto.–No lo puedo creer, Lu – Dijo Julia – Esa es Diana y yo no sabía que, ella andaba con alguien acá en Monterrey.Según lo que yo había escuchado de todo esto, ella no tuvo nada que ver con ese tipo, tal vez él era el que quería algo con ella, por eso la abrazaba de forma tan posesiva.–Alma Rosa, Julia, como se pueden dar cuenta, él es Boris Guzmán – Nos dijo Lu a ambas – Tenemos que, darnos a la tarea de buscar todo lo relacionado con él, en dónde podamos, no sé si le puedas pedir a tú tío Julia, que nos ayude a buscarlo, por favor.Claro que eso sería una ayuda inmensa, que lo pudieran localizar
***NARRA ALMA ROSA***Monterrey, Nuevo LeónEra un buen argumento, unas alumnas preocupadas por la salud de uno de sus maestros más queridos, queríamos saber si se encontraba bien y si pronto iría a seguir dándonos clases. Porque en nuestra universidad no debíamos dejar esa materia.–Eso me parece excelente, a nosotras no nos conoce – Julia respondió emocionada – Eso es brillante a no ser que, tú Lu, tengas otro plan.Yo creía que esa primera idea estaba muy bien, pero si Lu, tenía una mejor, por mí no había problemas. Porque de todos modos a donde fuéramos teníamos que poner a prueba la idea a ver si funcionaba. Cualquier cosa con tal de ir a esa casa, ya me estaban matando las ansias. De saber si estaba o no casado con Imelda, y poder ir en busca de la otra mujer.–Es muy buen plan ese que han armado – Dijo Lu, muy satisfecha – Estamos a muy buena hora de ir a casa de Imelda, porque si ella trabaja ya debe estar por salir, en lo que, nosotras llegamos a su casa. Podemos ir a comprar
***NARRA BORIS***Monterrey, Nuevo LeónSabía que, me estaban buscando desde el momento que supe que Camilo y Nicolás, se encontraban en la cárcel. Eso no me gustaba para nada y me hacía sentirme demasiado alterado. Ahora todo en mi vida, se estaba yendo al caño, por culpa de otras personas, que habían elegido mal, y no contento con eso el destino me tenía otra mala jugada. Perdí a mi hijo y era el golpe más duro que la vida me había dado, no lo iba a poder reponer con nada, ni con todo el dinero que le había sacado al desgraciado de Nicolás y no me iba a dar el lujo, de perder lo único que no podía permitirme perder, mi libertad, haría lo que fuera posible, para conservarla.–Boris, tienen que irse a descansar un rato, por favor. Tú esposa y tú, no se ven para nada bien, no se pueden enfermar ahora – Una de mis tías muy cordialmente, nos pedía ir a dormir – No puede, ahogarse en el dolor, quiero que me prometas que ella y tú, van a ir a terapia con una tanatóloga.Por supuesto nosot
***NARRA BORIS***Monterrey, Nuevo LeónYa había demasiada gente aquí, me empezaba a sentir asfixiado, pero no sabía cómo hacerles ver que ya había sido suficiente, que me sentía demasiado agobiado con tantas atenciones.–Claro que sí, profe – Dijo uno de ellos – Usted, es el mejor maestro que hemos tenido y lo queremos pronto de vuelta en la Universidad.–Pronto me verán por allá, se los prometo – Les dije aun sabiendo, que de momento esa promesa, no la podría cumplir – Además, la profe Estrada debe estar tratándolos de lo mejor. Los encargué con ella.Con esta situación del gran dolor qué nos estaba embargando a mi esposa y a mí, no había una posibilidad de que yo regresara a dar clases a la universidad y mucho menos sí me encontraba en el ojo de búsqueda de las autoridades. –La profe Estrada, es super buena onda, pero, nadie como usted profe – Ambos volvieron a abrazarme y yo, que ya no quería llorar – Vuelva pronto, que lo queremos y lo necesitamos.–Sí, lo haré – Les aseguré – G
***NARRA LU FABIANO***Monterrey, Nuevo LeónLo que la profesora Estrada había hecho por nosotros, no tenía precio sinceramente. Ella sin darse cuenta, nos había puesto la información de Boris en nuestras manos y ahora, estábamos a poco tiempo de dar con él. No podía ni describir cómo me estaba sintiendo en esos momentos. Lo único que lamentaba, al subirnos las chicas y yo a la camioneta, era que, tendría que llamar a mi madre para que se ocupara de Nicky está noche, ella y mi padre claro. Odiaba no poder ir por mi hija, pero no podía dejar que Boris se nos escapara, así que marqué el número de mamá, apenas tomamos camino.–Hola hija ¿Qué pasa Lu?, ¿Estás bien? – Mi mamá respondió como siempre, con sus preguntas – Pensé que ya, estarías aquí cerca, para llevarte a Nicky.–Hola mamá, todo bien y no te preocupes – La tranquilicé – Mi papá y tú, están de suerte, podrán hacer pijamada con Nicky esta noche y como mañana ella no tiene escuela, podrán desvelarse. El asunto que me ha ocupado
***NARRA LU FABIANO***Monterrey, Nuevo LeónÉl tenía que pagar por los chantajes a Nick, por querer chantajearme a mí, por la muerte de Diana, de la que yo estaba segura ahora más que nunca, que él tenía mucho que ver.Crucé la calle y entré al lugar, se veía todavía demasiada gente. Yo buscaba con la mirada a Boris y no lo encontraba, tenía que tener calma. El tenía que estar aquí, no podía irse del velorio de su bebé, eso iba a ser por demás absurdo, pensé dentro de mí. Estaba por preguntar por él cuando, me encontré con unos de mis estudiantes, ambos por supuesto, se acercaron bien a mí para saludarme.–Hola profesora Fabiano – Dijeron ambos – No esperábamos verla por aquí.Así como todo el mundo que lo conocía y le fuera a dar sus condolencias, porque era válido que todos nos sintiéramos apenados por la que estaba pasando, no veía el porqué de su asombro.–Hola chicos, claro que tenía que venir – Les aseguré – El profesor Guzmán, es mi colega y en cuanto me he enterado, he acudid