***NARRA ALMA ROSA***Monterrey, Nuevo LeónEra un buen argumento, unas alumnas preocupadas por la salud de uno de sus maestros más queridos, queríamos saber si se encontraba bien y si pronto iría a seguir dándonos clases. Porque en nuestra universidad no debíamos dejar esa materia.–Eso me parece excelente, a nosotras no nos conoce – Julia respondió emocionada – Eso es brillante a no ser que, tú Lu, tengas otro plan.Yo creía que esa primera idea estaba muy bien, pero si Lu, tenía una mejor, por mí no había problemas. Porque de todos modos a donde fuéramos teníamos que poner a prueba la idea a ver si funcionaba. Cualquier cosa con tal de ir a esa casa, ya me estaban matando las ansias. De saber si estaba o no casado con Imelda, y poder ir en busca de la otra mujer.–Es muy buen plan ese que han armado – Dijo Lu, muy satisfecha – Estamos a muy buena hora de ir a casa de Imelda, porque si ella trabaja ya debe estar por salir, en lo que, nosotras llegamos a su casa. Podemos ir a comprar
***NARRA BORIS***Monterrey, Nuevo LeónSabía que, me estaban buscando desde el momento que supe que Camilo y Nicolás, se encontraban en la cárcel. Eso no me gustaba para nada y me hacía sentirme demasiado alterado. Ahora todo en mi vida, se estaba yendo al caño, por culpa de otras personas, que habían elegido mal, y no contento con eso el destino me tenía otra mala jugada. Perdí a mi hijo y era el golpe más duro que la vida me había dado, no lo iba a poder reponer con nada, ni con todo el dinero que le había sacado al desgraciado de Nicolás y no me iba a dar el lujo, de perder lo único que no podía permitirme perder, mi libertad, haría lo que fuera posible, para conservarla.–Boris, tienen que irse a descansar un rato, por favor. Tú esposa y tú, no se ven para nada bien, no se pueden enfermar ahora – Una de mis tías muy cordialmente, nos pedía ir a dormir – No puede, ahogarse en el dolor, quiero que me prometas que ella y tú, van a ir a terapia con una tanatóloga.Por supuesto nosot
***NARRA BORIS***Monterrey, Nuevo LeónYa había demasiada gente aquí, me empezaba a sentir asfixiado, pero no sabía cómo hacerles ver que ya había sido suficiente, que me sentía demasiado agobiado con tantas atenciones.–Claro que sí, profe – Dijo uno de ellos – Usted, es el mejor maestro que hemos tenido y lo queremos pronto de vuelta en la Universidad.–Pronto me verán por allá, se los prometo – Les dije aun sabiendo, que de momento esa promesa, no la podría cumplir – Además, la profe Estrada debe estar tratándolos de lo mejor. Los encargué con ella.Con esta situación del gran dolor qué nos estaba embargando a mi esposa y a mí, no había una posibilidad de que yo regresara a dar clases a la universidad y mucho menos sí me encontraba en el ojo de búsqueda de las autoridades. –La profe Estrada, es super buena onda, pero, nadie como usted profe – Ambos volvieron a abrazarme y yo, que ya no quería llorar – Vuelva pronto, que lo queremos y lo necesitamos.–Sí, lo haré – Les aseguré – G
***NARRA LU FABIANO***Monterrey, Nuevo LeónLo que la profesora Estrada había hecho por nosotros, no tenía precio sinceramente. Ella sin darse cuenta, nos había puesto la información de Boris en nuestras manos y ahora, estábamos a poco tiempo de dar con él. No podía ni describir cómo me estaba sintiendo en esos momentos. Lo único que lamentaba, al subirnos las chicas y yo a la camioneta, era que, tendría que llamar a mi madre para que se ocupara de Nicky está noche, ella y mi padre claro. Odiaba no poder ir por mi hija, pero no podía dejar que Boris se nos escapara, así que marqué el número de mamá, apenas tomamos camino.–Hola hija ¿Qué pasa Lu?, ¿Estás bien? – Mi mamá respondió como siempre, con sus preguntas – Pensé que ya, estarías aquí cerca, para llevarte a Nicky.–Hola mamá, todo bien y no te preocupes – La tranquilicé – Mi papá y tú, están de suerte, podrán hacer pijamada con Nicky esta noche y como mañana ella no tiene escuela, podrán desvelarse. El asunto que me ha ocupado
***NARRA LU FABIANO***Monterrey, Nuevo LeónÉl tenía que pagar por los chantajes a Nick, por querer chantajearme a mí, por la muerte de Diana, de la que yo estaba segura ahora más que nunca, que él tenía mucho que ver.Crucé la calle y entré al lugar, se veía todavía demasiada gente. Yo buscaba con la mirada a Boris y no lo encontraba, tenía que tener calma. El tenía que estar aquí, no podía irse del velorio de su bebé, eso iba a ser por demás absurdo, pensé dentro de mí. Estaba por preguntar por él cuando, me encontré con unos de mis estudiantes, ambos por supuesto, se acercaron bien a mí para saludarme.–Hola profesora Fabiano – Dijeron ambos – No esperábamos verla por aquí.Así como todo el mundo que lo conocía y le fuera a dar sus condolencias, porque era válido que todos nos sintiéramos apenados por la que estaba pasando, no veía el porqué de su asombro.–Hola chicos, claro que tenía que venir – Les aseguré – El profesor Guzmán, es mi colega y en cuanto me he enterado, he acudid
***NARRA NATHAN***Monterrey, Nuevo LeónLu, Julia y Alma Rosa, no habían regresado todavía y eso a Grace y a mí, ya nos tenía demasiado preocupados, queríamos que ya aparecieran por la casa, pues era muy noche para que anduvieran ellas solas en la calle y hasta con la hija de Lu, con Nicky. Sentía mal por esa pobre niña que, tenía que andar padeciendo todo lo complicado que pasaba en la vida, de todos nosotros. –Nathan, tengo mucho miedo – Grace se sentó en mis piernas – No sé, si ha pasado algo malo con Camilo y que, por eso, Lu, Julia y mi hermana, no regresan.Grace estaba en las mismas que yo, pero no me preocupaba por Camilo, él estaba siendo protegido adentro de la cárcel, yo no me iba quedar tranquilo, como si nada, algo le podía suceder adentro y por eso había pagado por que lo protegieran.–Nada malo ha pasado mi amor, eso te lo aseguro – La tranquilicé – Ellas, están bien, sólo que debieron demorarse por algo. Quisiera preparar, algo para que cuando ellas lleguen, podamos
***NARRA NATHAN***Monterrey, Nuevo LeónPero ahora no nos podíamos lamentar de algo que no había sucedido, a lo mejor ellos hubieran escapado de alguna manera, siempre los malos tenían muchas salidas, no sé de qué clase de suerte se valían para que en algunas ocasiones, no pisaran la cárcel. –Gracias, Nathan – Lu, tomó mis manos – Nos vas a ser muy útil, en esa parte. Nosotras ya no podremos presentarnos en ningún lado, dónde le puedan avisar a Boris y a su esposa. Porque me vieron en el velorio, bastantes personas y pueden ponerlo sobre aviso, lo más correcto será que, vayan los investigadores.Efectivamente ahora ella no podía estar preguntándole a nadie de la vida de Boris, ni siquiera para darle sus condolencias, cualquier persona indirectamente lo pondría sobre aviso e iba a ser menos probable qué, se pudiera dar con el lugar dónde se encontraba.–Eso haremos Lu, ellos van a ir. Tu no te preocupes. Vamos a detener a Boris – Le dije convencido – Te doy mi palabra, que así va a s
***NARRA ALMA ROSA***Monterrey, Nuevo LeónEstaba nerviosa de ver a Nathan, de pie frente a mí con esa mirada de niño tierno, siendo una de las cosas, que me tenía enamorada de él. Está plática me iba a doler mucho, porque era algo definitivo, tenía que decirle adiós para siempre al único hombre, del que había estado enamorada. Nos sentamos, en una mesa del jardín de la casa de Lu, frente a frente el uno del otro y me tocaba a mí, comenzar a hablar.–Nathan, decir todo lo que pienso decirte no es fácil, no es nada fácil porque tú, ya sabes lo mucho que yo te amo – Reconocí ante él, mis sentimientos – Sé que está mal que lo diga, porque ya me has dejado claro, que te quieres casar con Grace.Yo no les podía decir que me dolía, pero la realidad era qué me estaba consumiendo un dolor tan profundo y una pena que no sabía cuándo iba a llegar a su fin, el amor que siento por Nathan, es el único que he sentido en mi vida.–Así es, Alma Rosa, me quiero casar con ella y me muero de ganas de h