***NARRA NATHAN***

Monterrey, Nuevo León

Admiraba a Lu con todo mi corazón, tener que entregar al padre de su hija a la justicia tenía que ser una situación de lo más terrible y, sin embargo, ahí estábamos todos viendo cómo ella cumplía con su palabra. Luego que Grace y Julia, estaban rotas en llanto después de dejar a Camilo en manos de la justicia, yo les propuse a las tres que nos fuéramos a comer, a lo que ellas accedieron.

–Bueno, Lu, tú que eres la que conoce más de Monterrey ¿Dónde nos recomiendas que vayamos a comer? – Le pregunté – Tú decides el lugar.

Me preocupaba un poco esta situación, yo la había presionado mucho desde que la conocí, pero me daba cuenta que había cometido un error, tenía que reparar el daño que causé.

–Hay varios lugares bonitos y agradables para comer aquí – Respondió ella – Podemos ir a comer cabrito, si eso está bien para ustedes.

Esta mujer era un ejemplo a seguir, estaba tan firme como un roble. A pesar de lo duro por lo que estaba pasando, no se d