***NARRA CAMILO***

Monterrey, Nuevo León

Abracé a Julia y la besé por última vez en ese momento, antes de volver a nuestros lugares, pues ya no nos quedaba mucho tiempo de su visita y no quería que le llamaran la atención al abogado, por permitir tanto acercamiento entre nosotros.

–Gracias abogado, por estar haciendo todo lo posible por sacar a mi Camilo – Le agradecía Julia – El es el hombre más bueno del mundo. El encubrió a su amigo, por la amistad que los une, solo por eso.

–Es mi trabajo señorita – Respondió el abogado – Su novio estará afuera, muy pronto. El afortunadamente, no participó en el asesinato de la occisa.

–De cualquier modo, gracias. Me da tanto miedo por mi Camilo, por cada día que pasa aquí encerrado. Siento que me muero si le llega a pasar algo y sé que la vida en este lugar es muy dura.

–Lo es mi amor – Tomé la mano de Julia entre la mía – Pero por ti, no hay nada que no pueda soportar. Sabiendo que afuera de este umbral, tú me vas a estar esperando mi amor.

–Te