Lloré tanto, como no había llorado jamás en mi vida, por fin había tenido la oportunidad de tener una familia, esa familia que soñé tantas veces mientras era una niña y estaba sola en el orfanato. Mi oportunidad de tener padres se había desvanecido, pero la de dar vida no, y aunque tenía muchísimo miedo, desde el día en el que supe que un bebé crecía dentro de mí, sabía que me atrevería a cualquier cosa por él, daría todo para ser la mejor madre que pudiera existir. Me siento tan culpable, tantas decisiones que tome que me llevaron a esto, pasar la noche junto a Max, tener el accidente que provocó que el embarazo fuera de alto riesgo, quitarle la camisa Christian y descubrir que me estaba engañando, alterarme por todo lo que pasó. Si hubiera evitado alguna de esas cosas, mi bebé no se habría ido al cielo. Y qué procede ahora, qué tengo que hacer, podría hacerle una tumba a la cual llevarle flores y recordar que algún día, aunque no por mucho tiempo fui madre —Amiga. — escuché deci
—Mónica, Mónica por Dios, despierta. — escuchaba la voz de Christian, estaba estremeciendo mi cuerpo.Durante el tiempo en el que me quedé dormida, soñé que estaba caminando por un lugar muy oscuro, parecía que todo era negro. Pero había un poco de agua en el suelo, no mucha pero lo suficiente para cubrir mis dedos de los pies, me sentía curiosa, así que camine por todo el espacio tratando de buscar a alguien o algo pero no había nada, camine, camine y camine hasta que encontré un gran espejo, en él podía verme tal cual era sentí que de un momento a otro el suelo se estremeció, mire abajo y efectivamente en el agua parecía que habían ondas, si se había movido, cuando levante la mirada en el espejo había una pequeña niña, era yo en mi época de orfanato, la peor, aquella en la que entendí que todos los niños serían adoptados menos yo, fue muy difícil de asimilar.Cada noche me preguntaba porque nadie me quería, que era lo que estaba haciendo mal, cuál era mi defecto, que debía hacer, po
Desde que me mudé, decidí escribir todo lo que me sucedía en un pequeño diario, dicen que es una manera muy efectiva de sacar todo lo que sentimos, y es una recomendación que dejó la señora Meredith a todos los pacientes y Susan como buena sucesora, lo sigue recomendando, es una manera de desahogarse sin tener la necesidad de contarle a nadie lo que nos sucede, además me hacía sentir libre acompañada, luego podía leerlo y entenderme mejor. Así que comencé a escribir un recuento del último tiempo, sentada en mi pequeño escritorio, el que me habían dejado en mi habitación, Susan lo trajo, pero sé que fue un detalle de Maximiliano. Comencé un nuevo cuaderno y por eso decidí hacer un resumen de lo que trató el último. Saqué mis plumas y escogí la de color azul. Han pasado dos meses desde que fui internada en la fundación, la verdad es que ya me siento mucho mejor, cada día tengo una sesión de terapia y los psicólogos me han ayudado mucho a superar la muerte de mi bebé, Christian me ha
Seguí acariciando a Sol un buen rato mientras Maximiliano nos veía sentado en el banco. —¿Te incomoda estar cerca de mí? —pregunto. —No, Mónica. —Empezó a reír. — Todo lo contrario, traté de no molestarte para no incomodarte. — dijo mirando el horizonte. Ya era de noche. Todo estaba muy oscuro, había luciérnagas rodeando el árbol, solo estaba cansada de tanto jugar y yo feliz de tenerla, junto a mí. —Discúlpame si te hice sentir eso. De verdad, tú no eres culpable de nada de lo que me pasó Maximiliano. —Tú no me hiciste sentir así. Creo que yo mismo me culpe. —Dijo suspirando. Lo miré, estiré mi mano y él la tomó. —Quedemos en paz, por favor, no quiero regresar al hospital y sentir que hay una tensión entre los dos. —Dije tratando de dejar todo el dolor atrás. Sonrió. —Está bien. Yo tampoco quiero que estemos mal. Así que gracias por hablar conmigo. —Dijo suspirando. —Gracias a ti. —Sonreí y volví a ver a Sol, acariciándola y lanzando una rama que había caído del árbol. Él
Max ha venido a visitarme todos los días, después de salir del hospital o antes de entrar, siempre viene, desde que hicimos el amor nos volvimos inseparables, por el amor y el deseo que parece que ni con agua fría puede ser apagado. Aunque la fundación está llena de personas, siempre encontramos un espacio en dónde entregarnos el uno al otro, es tan maravilloso, tan excitante y tan delicioso de sentir. Me siento joven, a veces un poco culpable por haber vivido con tantas reglas mi vida antes, pero decidí no castigarme y simplemente disfrutar el momento.Me quedan pocos días dentro de la fundación, aún no concreto con Christian sí regresaré a la casa mientras él permanece de viaje o si mejor la vendemos y repartimos el dinero, no hizo falta que le explicara que en este momento estoy con Maximiliano, la verdad es que creo que él lo planificó todo al pedirle que trajera Sol, me duele, pero también sé que lo hace de buena intención y que él también tratara de hacer feliz por su parte. Es
—Qué pasa? Te ves muy seria, me asustas, no estoy preparado para escuchar nada serio y al parecer es algo serio, ¿y si comemos primero? Así no dañamos la comida. —Dijo riendo. —Bueno la verdad es que sí es serio, por favor, no seas tonto, necesito tu ayuda en esto, creo que es importante para tu familia, pero siéntate por favor Le di palmadas al suelo junto a mí, ara que se sentara más cerca. Me hizo caso y se sentó en un espacio vacío entre tanto papeleo. —Encontré algunas cosas personales de tu mamá y también encontré estas bellas fotos— dije mostrándole el sobre que había visto antes. Se sorprendió y lo miró con tristeza. —El sobre es del lugar donde mi madre mandaba a revelar sus fotografías, creo que hicieron una fortuna con ella. —Dijo riendo. — estaba muy pequeño en estás fotos, pero lo recuerdo, papá le había regalado una cámara nueva y todo el tiempo me estaba tomando fotos, ese día hizo un delicioso pay de limón. — dijo con una sonrisa en su rostro. —la última fotografí
Ya estaba lista para ir a la casa de Christian, me había colocado bastante guapa. Hace mucho que no me sentía hermosa, el vestido llego a tiempo, era de color verde aceituna, la verdad, no es tan elegante como el vino tinto que use la última vez, pero era más acorde al evento de hoy, ya que el cumpleaños se celebrará en el gran jardín de la mansión. Me miré frente al espejo y recorrí todos los detalles, el vestido era de corte corazón y la tela era suave y delicada, tenía el dorso bastante pegado al cuerpo y la falda bailaba con la brisa, los tacones eran de color beige y la pedrería era en un color dorado, mi cabello decidí llevarlo suelto y me coloqué un ganchito con una pequeña brillantina en la esquina. Aún me preguntó a quién llevara Christian y por qué no se habrá comunicado conmigo antes, ¿será alguien que yo conozca? podría estar saliendo con Fabiana Rocha? aquella mujer que lo sedujo en el bar, después lo chantajeo y le quitó su dinero, no niego con la cabeza, Christian no
Caí al suelo, mis ojos no dejaban de ver el portarretrato, sentía que mi mundo se estaba cayendo, de nuevo. ¿Cómo podría ser yo la de la foto? pero estaba segura, estaba completamente segura, recuerdo mi cara en todas las imágenes del orfanato, siempre nos tomamos fotos grupales y eran constantes porque los grupos cambiaban rápidamente, todos eran llevados por nuevos padres. Además, la madre July tiene una fotografía de cuando llegué, y es exactamente igual, soy yo, estoy segura de que soy yo, pero no sale nada de mi boca, no puedo explicarle nada Maximiliano, porque y si existe la posibilidad de que me equivoque, las manos me tiemblan. —Mónica, ¿Qué pasa? — dijo bajando hasta dónde estabas. Mis manos estaban temblando, todo mi cuerpo se puso helado automáticamente, era un ataque de pánico, como pude subí las manos y tapé mis oídos, no quería escuchar a Max, no quería escuchar a nadie, quería concentrarme en lo que estaba pasando y Por qué mi cabeza me estaba diciendo que era yo l