—Tengo mis dudas sobre su calidad de víctima— frunció el ceño.
Arnulfo externó sus sospechas, Valeria conocía de antemano la tenacidad del hombre, sabía que cuando algo le inquietaba o no sentía que no encajaba era justificado, aunque aún no supiera por qué.
Mientras veían las imágenes y planteaban posibles hipótesis el aroma del teniente se coló hasta su interior. Haciéndola sentirse inquieta, pues durante muchos años ella había estado enamorada de él.
Al transcurrir el tiempo y no saber nada de él, continuó con su vida y se casó con un compañero de su equipo con quien duró 15 años de matrimonio y hace poco se había separado.
Valeria se giró en su eje para tomar distancia de él pues ese aroma que tenía la estaba enloqueciendo y si no lo hacía sabía que haría una tontería.
Con lo que no contó es que al darse la vuelta se toparía con él quedando de frente, cerca, m
Un capítulo con un toque distinto, desempolvé un poco a Arnulfo. ¿Lo imaginaban así? Saludos con cariño. Espero que en la reseñas, me den su opinión.
Rosarito, Baja California. Seis meses después. Paula María se encontraba frente al mar, sentada en la orilla de la playa, con las mejillas sonrojadas, producto de un par de bofetadas que le había dado ese hombre por haber estado llorando. Sintió un nudo en su interior al recordar los castigos y maltratos a los que había sido sometida. Observaba a su mamá jugar dentro en compañía de Juanjo. Abrazó a Charly su unicornio, presionó el botón que tenía su mano, a continuación comenzó a hablarle: — Ella no nos ama, es mala, entonces se desbordó llorando.— ¿En dónde estás papi? —su voz estaba inundada de profunda tristeza. —Paula María ven a jugar con nosotros —Amanda gritoneó. —Anda pequeña ven con tu nuevo papi —Juanjo se mofó. —Ni en tus sueños podrás ser como mi papi— La niña se levantó m
Benjamín disfrutaba de dirigir a sus anchas la empresa que tanto le había peleado a su primo. Susana su nueva asistente, tocó a la puerta anunciando la llegada de Ana Lucía su madre. —Mami. —Se puso de pie para recibirla. —Gracias Susana. —Benjamín miró a su asistente de arriba abajo. Tenía pocos días de haberla hecho su amante. —Deja de verla como si la fueras a devorar delante de mí. —Su madre le dio un codazo. Benjamín sonrió divertido al escucharla. —Un príncipe necesita de los mejores manjares. La mujer se tapó los oídos al escucharlo hablar. —Si fueras de la realeza no te revolcarías con las empleadas, estúpido. —No te enojes mamita, ¿Cuánto necesitas para que te vayas de compras y te sientas de mejor ánimo?, quizás hasta te puedas conseguir un novio, que te haga feliz— Ben
Ensenada, Baja California. Se encontraban en la habitación que habían asignado para análisis Ciro, Rene, Óscar, David y Edmundo escuchando una y otra vez el último audio que la niña había grabado, ampliando los sonidos para poder tratar de encontrar algo que les diera una pista. Entonces Edmundo lo encontró. —Amplía en el segundo 10, otra vez —volvió a solicitar. —Ahí está—. Sonrieron observándose unos a otros. Momentos después Arnulfo, Valeria y Álvaro entraron. — ¿Qué novedades encontraron? —cuestionó Valeria. —Están en una playa. —Hay que buscar propiedades a nombre del infeliz o de Amanda o de alguno de sus cómplices, un alias o un familiar, ¡a trabajar! —ordenó. ○○○○○○○○○○ Puebla, Puebla. Azul y Daniel se encontraban e
Angelópolis, Puebla. 9:00 pm Alondra se encontraba en su habitación con una sensación de nostalgia que la invadía, sus ojos se comenzaban a tornarse cristalinos. Sacó de su closet el regalo que había preparado para Daniel, comenzó a escribir una nota. «Querido Daniel: Agradezco mucho tu ayuda, pero siento que ahora es tiempo de valerme por mí misma. En cuanto me sienta mejor, te haré saber en dónde me encuentro. Al» Pegó la nota sobre el gran regalo que le tenía y lo dejó en la sala, regresó para terminar de arreglar sus cosas. «Soledad by Gloria Trevi», comenzó a escucharse en su playlist, entonces sintió como un escalofrío, la recorrió deseando que cada palabra que escuchaba se ahogara en el espacio, el dolor y el vacío de no tenerlo la embriagaba con amargura. «Soledad, soledad, soledad, haz que él sienta
Álvaro se encontraba en la camioneta con Ciro cada minuto que transcurría para él era una eternidad. Sintió como un escalofrío lo iba recorriendo, limpiaba las gotas de sudor que escurrían por su frente, mientras escuchaban el estruendo de los proyectiles. —Mi hija debe estar muy asustada —el matiz de su voz se oyó, angustiado. —Lo lamento —Ciro refirió con tristeza. Entonces su móvil comenzó a vibrar respondió al instante. Álvaro: Te escucho. Edmundo: Se trata de la niña, está corriendo en dirección de la playa, piensa que allá lo podrá encontrar. Entonces Álvaro, recordó alguna vez que habló con ella diciéndole que para él su zona segura era la playa. — ¡Dios! Álvaro y Ciro se miraron angustiados. —Avisaré al teniente, pero nadie respondió. Sin
Ensenada, Baja California. Álvaro se encontraba en la habitación del hospital en donde estaba Paula María internada, con su brazo con una férula y después de una crisis nerviosa, los médicos decidieron que lo mejor era sedarla, para que descansara un poco. Doña Ofelia acompañaba a su nieto. —No puedo creer que Amanda haya expuesto de esta manera a mi bisnieta—volteó a verlo, indignada. —Ni yo —Álvaro respondió mirando preocupado a la pequeña—. Haré todo lo que esté en mis manos para sacarla adelante. —Oye mijo, ahora que ya está Pau contigo. También necesitas recuperar lo que esa zorra te quitó —expresó con resentimiento. —Creí que ella no era de tu agrado. —Álvaro sonrió al escucharla hablar. —Es de sabios cambiar de opinión, la última vez que estuve en tu casa, en compañía de… tu madre, lo q
Alondra llegó a la primera entrevista de trabajo, observó la belleza del edificio, entró con ánimo al lujoso hotel que tenía una vacante en el área de Recursos humanos, pero luego de sentirse incómoda ante la mirada que el gerente le dio. Decidió descartarla de su lista, sabía que con sus ahorros podría buscar con calma el lugar adecuado para emprender un nuevo comienzo. Recordó las insinuaciones del hombre y se sintió asqueada, ni siquiera se esperó a que terminara la entrevista cuando se puso de pie, se giró en su eje dejando al sujeto con la palabra en la boca. Pasados unos días al llegar el fin de semana, tomó una pequeña maleta y partió hacia Puerto Escondido, Oaxaca. Rentó una habitación en un bungalow rústico con vista al mar, antes del atardecer la joven caminó a la zona de la playa, deseaba tanto observar el hermoso espectáculo que daba. Tomó una toalla y se sentó, para ver el ocaso. La tranquilidad que le
Amanda caminaba por las calles de la ciudad de Ensenada, llevaba días vagando, desorientada. —Me quitaron a mi pequeña —repitió una y otra vez, sin decir nada más. Hasta que atravesó una calle sin poner atención siendo impactada por un auto, la mujer cayó al suelo sin poder evitarlo, entonces perdió el conocimiento. Cuando llegó al hospital la clasificaron como persona desconocida. Por lo que llamaron a las autoridades, para que averiguaran de quién se trataba. Por la forma en la que vestía deducían que era de alguien de una clase económica alta, sin embargo, el estado descuidado los hizo dudar. Al llegar el agente especial para tomar huellas y buscar en listas de personas desaparecidas, la encontró. —Esta mujer es una prófuga de la justicia—el agente indicó al director del nosocomio. Dirigió personal especializado para custodiarla, pensando que e