El camino de regreso a la oficina ha sido muy diferente. Entrelazo su mano con la mía, besó mis nudillos en cada oportunidad que ha tenido, y esa sonrisa increíblemente sensual me roba más de un suspiro. Es desquiciadamente guapo y eso a mí realmente me puede, sin contar que cada vez que me habla con ese acento italiano, yo pierdo la razón.
Estaciona el auto a una distancia prudencial de la entrada de la empresa y me mira — ¿cómo quieres hacerlo bel
Los últimos dos días han sido demasiados ocupados y con muchísima adrenalina al intentar disimular lo que Lucas y yo nos traemos. Nuestros besos a escondidas en la oficina, nuestras salidas a almorzar entre comillas, y algún que otro mensaje entre los dos; ha hecho que el día viernes se vea demasiado lejano.Hoy tengo que dejar de pensar en eso, o al menos por la siguiente hora. Necesito estar concentrada, necesito que me den ese puesto de trabajo; sobre todo porque de obtene
Un asunto menos por resolver. A pesar de las quejas de mi padre y de los muy válidos argumentos de Lucas a partir de hoy he dejado de trabajar para la empresa de mi padre. Sé que me espera una charla muy intensa con él, pero no es momento de pensar en ello ahora. Esta noche es una muy importante para mí; hoy es mi tan ansiada cita con ese hombre de ojos azules que ha conseguido volverme loca desde la primera noche que lo he visto.No quiero pensar en Raúl y su evidente cara d
La cena ha estado exquisita, la conversación aún más, pero en estos momentos todo es un poco diferente. Su mano sostiene la mía mientras me lleva a conocer toda la casa. Ya hemos recorrido todo el primer piso y ahora estamos subiendo la escalera para ir al segundo donde están las habitaciones.Me palpita demasiado fuerte el corazón, es como si esta noche fuese a ser mi primera vez con un hombre, pero nada puede estar más lejos de la verdad. Incluso, él y
Le veo regresar del baño y sonrió como una idiota al verle tan solo con su bóxer puesto. Se acuesta a mi lado en esta cama, y me acomoda entre sus brazos haciendo que apoye mi cabeza en su pecho. Besa mi cabello, le escucho respirar —mi camisa te queda mucho mejor a ti que a mí. — comenta y con sus dedos desabrocha el primer botón que he abrochado.— ¿Qué haces? — pregunto entre risas.
Al día siguienteCasi como si fuese una ladrona en mi propia casa, entro intentando hacer el menor ruido posible. Son apenas las siete de la mañana y tan sólo espero que mi padre aún no se haya despertado para ir a jugar golf como lo hace todos los sábados. Sé que no dudaría ni un solo momento en preguntarme con quien he estado ya que mi cabello aún está mojado y tengo la misma ropa que anoche.
Me es imposible olvidar todo lo sucedido entre nosotros la última vez que subimos a un barco juntos. Sé que todo eso ha quedado atrás y que hemos comenzado a reescribir una nueva historia, pero no puedo evitar mirar a mi alrededor y luego volver a verle.— Quizás no ha sido una buena idea traerte al yate. — dice bajito y apenas puede mirarme a los ojos.
Estoy segura de haber encontrado mi sitio perfecto en el mundo, y es entre sus brazos. El sol golpea sobre nuestros cuerpos, pero son definitivamente sus besos los que me hacen arder — amo el aroma de tu piel— me dice al oído y besa mi hombro.— Y a mí me gustas todo tú... amo estar así contigo. — confieso y amarro mis brazos por encima de los suyos a la altura de mis pechos.
He intentado entrar en absoluto silencio a la casa, pero ni mis mejores esfuerzos han sido suficientes cuando al entrar me encuentro a mi padre sentado en la sala mirando televisión —Hija, ¿dónde has estado? — pregunta al verme y entrecierra sus ojos –te has bronceado... ¿estabas en la playa? — continúa indagando.Me acerco a él, le saludo rápidamente y sonrió –sí papá, estaba en la playa con algunas amigas y me he bronceado más de la cuenta. — miento y pongo mi mejor cara de póker —iré a ducharme y luego a dormir; estoy muerta. — me invento.Último capítulo