VALLE: NOMBRE SABE LO QUE CAUSA EN TI PERO AÚN NO QUIERE DESPERTARLO DEL TODO. ENTRA A TU PISO Y VE DETENIDAMENTE CADA UNA DE LOS CUADROS, FOTOS Y COSAS QUE TIENES. TÚ, POR EL CONTRARIO, LA OBSERVAS A ELLA, RECUERDAS CÓMO ERA SU CUERPO, CÓMO SE SENTÍAN SUS BESOS Y COMO TE TOCÓ ESA NOCHE EN IBIZA. QUIERES VOLVER A SENTIRLO, PERO NO ESTÁS SEGURO DE CÓMO ACERCARTE Y PEDÍRSELO. LE OFRECES UNA TAZA DE TÉ O CAFÉ, PERO ELLA TE PREGUNTA SI TIENES ALGO UN POCO MÁS FUERTE, NOTAS QUE ESTÁ NERVIOSA Y LE DICES QUE LO MÁS FUERTE QUE TIENES ES UN VINO TINTO. ELLA LO ACEPTA. Mis dedos literalmente vuelan mientras escribo. Al terminar, dejo el celular sobre la mesa y como si nada estuviera pasando trato de poner atención a la conversación de mis hermanos, aun así no puedo, me siento demasiado ansiosa y excitada para querer saber sobre los cuarenta invitados más que Irina ha aumentado a la lista y las quejas de Rodrigo sobre el baile de esposos que tienen que hacer. Vuelve a vibrar el celular
Estoy muerta. Llevo quince minutos tratando de levantarme de la cama, pero mi cuerpo no quiere responder. Ayer, después de la plática que tuve con Diego salí corriendo al gimnasio a hacer todo el cardio posible y como tres rutinas completas para bajar todas las hormonas y calores que quedaron en mí. Puede que sea vea exagerado, pero es cierto y no lo voy a negar. Obviamente, él no se enterará de dicho asunto porque no planeo decírselo. Afortunadamente, hoy es mi día de descanso y no tendría por qué levantarme de la cama, pero mi madre me acaba de pedir que vaya a casa de la abuela porque Irina estará allá todo el día planeando más cosas sobre la boda. Mi madre quiere a Irina, pero no aguanta mucho estar con ella a solas, así que siempre he sido el bote salvavidas de ambas, soy un tipo de moderadora para que la situación no escale rápido y siempre haya paz, sobre todo antes de la boda. En verdad no tengo g
Después de la llamada de Diego me quedo pensativa unos momentos. Ahora, en lugar de despertarme me deprime, creo que en verdad esta relación me está afectando no sé si para bien o para mal. Me levanto y camino por mi habitación escogiendo la ropa que me voy a poner cuando mi celular vibra de nuevo. Lo tomo y veo que es un mensaje de Diego. DIEGO ESPERO MI FOTO ¿EH?, ESO NO SE ME OLVIDA. «¡Claro que no se te olvida!» Pienso mientras dejo el celular de nuevo sobre la cama y saco la lencería antes de meterme a la ducha. *** Llego tarde a casa de mi abuela pero no me importa, en verdad la sesión de fotos que le he enviado a Diego valió la pena «¿quiere eso?, pues se lo doy». Sé que aún no las ha visto así que me
Registrada en SAFE CREATIVE Bajo el código: 2108118723106TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©I*: @dalsantoftmartinez [Valle] (Noviembre) Me encantan noviembre y diciembre, son los meses más rápidos del año, ya que empiezan las festividades y todo el mundo se pone de buen humor porque viene la Navidad. En mi caso, amo este mes, ya que he conseguido una master class con el héroe de la infancia, además de que tengo una despedida de soltera en Las Vegas y un cumpleaños número 29 tocando mi puerta. En este momento me encuentro en la Ciudad de México cumpliendo el primero de los compromisos o festividades que tendré antes de que se acabe el año. El plan es regresar de México el lunes por la mañana, ponerme al corriente de lo que pasa en el restaurante, hacer de nuevo mi maleta para ir a Las Vegas y finalmente tomar el vuelo el martes por la noche para empezar la despedida "Oficial" de Irina organizada por Sandra. Después tengo unas semana
[VALLE] (Ciudad de México) Me pongo unos jeans negros, una blusa de cuello de tortuga y combino todo con unas botas negras y una chamarra de cuero del mismo color, hace frío así que el negro es mi color para este tipo de clima. Me maquillo sencilla y me pinto los labios de rojo, dejo mi cabello suelto que cae más abajo de mis pechos. Diego me mira cuando salgo del baño, sé que me está comiendo con los ojos, pero creo que el ardor le puede más así que sólo me sonríe. Él también se ve guapísimo, viste de negro igual que yo pero él trae unos pantalones de cuero. ―¿Quieres matar a medio Ciudad de México con esos pantalones?― Bromeo mientras veo como se pone una chamarra encima. ―No le veo nada de malo ¿crees que noten algo? ―me dice coqueto. Simplemente abro la puerta de la habitación y camino hacia el pasillo― Sólo te advierto, no quiero que las mujeres de esta ciudad mueran a causa de un infarto. Diego me toma de la mano y me pega contra la pared como es su costumbre, afortunadame
[VALLE] Nos paramos en nuestro lugar y salimos del restaurante. Ya es de noche, así que Diego me toma de la mano provocando en mí la sensación más rara de todas pero una de las más bonitas. Caminamos por las calles en silencio hasta llegar a la Calle Madero y llegamos hasta el Zócalo, ya que el hotel se encuentra por ese rumbo. Las palabras que me dijo, rondan por mi cabeza, pero aún así no le digo nada. ―¿Mañana tenes algo planeado?― Por fin rompe el silencio. ― Aún no, supongo que iba a ser espontáneo donde las ganas de caminar y conocer me lleven― Le digo feliz. ―Bueno, entonces mañana iremos a donde las ganas de caminar y conocer nos lleven― responde divertido. Llegamos al lobby del hotel y subimos al cuarto―¿Te vas a quedar entonces?― Pregunto mientras veo como se quita la chamarra. ―Sí, ya te dije que vengo exclusivamente a verte a vos, tenemos mucho de qué hablar, muchos planes que hacer― explica. Se acerca a mí de nuevo, me vuelve a poner nerviosa. No sé si algún día
Valle Observo el anillo de compromiso entre sus dedos y no me la creo, podría pensar que es una broma de mal gusto pero sé que no. Diego D’Angelo, el chico que ha estado teniendo estos encuentro fortuitos conmigo me ha pedido matrimonio. No quiero decir que no porque en verdad no quiero, pero estoy un poco impactada para decir sí. Tomo ese anillo de oro blanco con tres diamantes y lo observo, es hermoso, sencillo y lo suficientemente brillante como para deslumbrar a cualquier persona. ―Es un anillo trilogy― explica él mientras sonríe ―Representa el aprender del pasado, vivir el presente y confiar en el futuro, en po
Tomo un sorbo de jugo de naranja mientras veo a las personas pasar. El mesero que nos atiende llega con nuestra orden de café y lo deja sobre la mesa, al igual que una cesta de pan dulce. Diego toma una pieza y come de inmediato, supongo que muere de hambre. Yo, por el contrario tomo la cuchara que está al lado de la taza y comienzo a dar golpecitos al vaso. Diego me ve extrañado. ―¿Qué harás un anuncio? ―me dice bromeando. ―No, sólo observa― respondo como una experta. Momentos después, un chico con una enorme tetera en las manos y llena de leche caliente, vierte una buena cantidad sobre mi café. Le indico que así está bien y luego se va. Diego sonríe. ―Este café se llama lechero y así lo sirven. Te traen la taza con cierta cantidad de café concentrado y luego llamas al lechero para que te sirva la cantidad de leche que quieres. Esta tradición es de Veracruz y el café "La parroquia" original se encuentra allá. Diego escucha como otros clientes hacen lo mismo así que él toma la c