Abro los ojos cuando siento sus manos acariciando mi cabello, aún está oscuro afuera y no tengo ni idea de que hora es, al verme despierta, Diego se sonríe ― ¿Qué pasa? ¿Qué hora es? ― Murmuro un poco confundida.
― Son las 2:00 am, es la hora del insomnio ― me responde de la misma manera ― normalmente en este momento me levanto y como algo, pero esta vez tengo una mejor idea.
Diego comienza a pasar sus dedos por las costuras de mis sostén, debo confesar que me alegra traer uno de los nuevos y estrenarlo de esta forma. Después sube sus manos hacia mi cuello y lo acaricia alterando todos mis sentidos.
― ¿Cuánto dura este insomnio? ― Averiguo excitada.
― No sé, depende de cu&aacu
[DIEGO] Me es muy difícil concentrarme y todavía me faltan varias reuniones con posibles nuevos clientes y algunos otros ya existentes. Después de la última noche que pasé con Valle no he podido dejar de pensar en ella en todo el día. La tengo en la mente día y noche, repitiendo las escenas que vivimos juntos. De pronto los mensajes de texto y las llamadas me parecen nulas, necesito estar con ella más tiempo, necesito conocerla más, necesito decirle que me estoy enamorando. Le mando un mensaje antes de empezar la próxima reunión y me muero de ganas por ver si ya me contestó. Eso de viajar por diferentes países no nos ayuda mucho, porque los cambios de horario comienzan a pesarnos. A veces mientras ella duerme, yo estoy despierto y viceversa. En algunas ocasiones son dos o tres horas de diferencia y los espacios para coincidir son mucho mejores. Pero en este momento no
Son las 9 de la noche cuando escucho que Diego me llama vía videollamada así que voy hacia corriendo la oficina y pongo la computadora sobre una de las mesas. Antes de contestar me arreglo un poco para no verme tan mal y cuando creo que estoy lista, respondo la llamada para verlo a él, en la pantalla, con su hermosa sonrisa y viéndome directamente a los ojos, aunque lo que me distrae es su perfecto torso descubierto―¿No podrías vestir una camiseta? ― le dijo mientras rio de nervios. ―Esta es mi pijama, ya lo sabes. Además, así me siento cómodo ¿es eso un pastel de chocolate?, como le dicen ustedes ― Me pregunta mientras señala el pastel que está detrás de mí. ―Así es, es una nueva receta, se llama pastel de chile con chocolate.― Le cuento. ― ¡Dios! ¿Por qué todo tiene que llevar chile? ― dice qu
DIEGO: ¿OCUPADA? Veo un mensaje de él. VALLE: ESTOY A PUNTO DE DESOCUPARME Le contestó rápido mientras escucho a Jo hablándome sobre algo del menú. D: EN VERDAD NECESITO QUE TE DESOCUPES AHORA Escribe así que creo es una urgencia. ―¿Todo bien Valle?― Me pregunta Jo. ―Sí, solo estoy un poco cansada. Encárgate de la cocina, iré una hora a la oficina. Cualquier cosa me buscas― le dejo saber. Camino hacia allá y me siento en el sillón. V: LISTO ¿TODO BIEN? Escribo. D: ¿TE PUEDO CONFESAR UNA COSA, NOMBRE? Responde. Sonrió mientras veo el celular. V: DIME Le escribo moviendo mis dedos un poco lento. D: NO PUEDO DEJAR DE PENSAR EN LA ÚLTIMA NOCHE QUE ESTUVIMOS JUNTOS, Y ESO ME ESTÁ VOLVIENDO LOCO. CREO QUE PASO LA MITAD DEL DÍA EXCITADO GRACIAS A ESO. «¡Guau!, pensé que sería otra cosa» pienso para mí misma, pero debo admitir que esa confesión me gusta mucho. Aún no le respondo porque veo que sigue escribiendo y no sé si debo prepararme. Tarda un poco, pero después de unos
VALLE: NOMBRE SABE LO QUE CAUSA EN TI PERO AÚN NO QUIERE DESPERTARLO DEL TODO. ENTRA A TU PISO Y VE DETENIDAMENTE CADA UNA DE LOS CUADROS, FOTOS Y COSAS QUE TIENES. TÚ, POR EL CONTRARIO, LA OBSERVAS A ELLA, RECUERDAS CÓMO ERA SU CUERPO, CÓMO SE SENTÍAN SUS BESOS Y COMO TE TOCÓ ESA NOCHE EN IBIZA. QUIERES VOLVER A SENTIRLO, PERO NO ESTÁS SEGURO DE CÓMO ACERCARTE Y PEDÍRSELO. LE OFRECES UNA TAZA DE TÉ O CAFÉ, PERO ELLA TE PREGUNTA SI TIENES ALGO UN POCO MÁS FUERTE, NOTAS QUE ESTÁ NERVIOSA Y LE DICES QUE LO MÁS FUERTE QUE TIENES ES UN VINO TINTO. ELLA LO ACEPTA. Mis dedos literalmente vuelan mientras escribo. Al terminar, dejo el celular sobre la mesa y como si nada estuviera pasando trato de poner atención a la conversación de mis hermanos, aun así no puedo, me siento demasiado ansiosa y excitada para querer saber sobre los cuarenta invitados más que Irina ha aumentado a la lista y las quejas de Rodrigo sobre el baile de esposos que tienen que hacer. Vuelve a vibrar el celular
Estoy muerta. Llevo quince minutos tratando de levantarme de la cama, pero mi cuerpo no quiere responder. Ayer, después de la plática que tuve con Diego salí corriendo al gimnasio a hacer todo el cardio posible y como tres rutinas completas para bajar todas las hormonas y calores que quedaron en mí. Puede que sea vea exagerado, pero es cierto y no lo voy a negar. Obviamente, él no se enterará de dicho asunto porque no planeo decírselo. Afortunadamente, hoy es mi día de descanso y no tendría por qué levantarme de la cama, pero mi madre me acaba de pedir que vaya a casa de la abuela porque Irina estará allá todo el día planeando más cosas sobre la boda. Mi madre quiere a Irina, pero no aguanta mucho estar con ella a solas, así que siempre he sido el bote salvavidas de ambas, soy un tipo de moderadora para que la situación no escale rápido y siempre haya paz, sobre todo antes de la boda. En verdad no tengo g
Después de la llamada de Diego me quedo pensativa unos momentos. Ahora, en lugar de despertarme me deprime, creo que en verdad esta relación me está afectando no sé si para bien o para mal. Me levanto y camino por mi habitación escogiendo la ropa que me voy a poner cuando mi celular vibra de nuevo. Lo tomo y veo que es un mensaje de Diego. DIEGO ESPERO MI FOTO ¿EH?, ESO NO SE ME OLVIDA. «¡Claro que no se te olvida!» Pienso mientras dejo el celular de nuevo sobre la cama y saco la lencería antes de meterme a la ducha. *** Llego tarde a casa de mi abuela pero no me importa, en verdad la sesión de fotos que le he enviado a Diego valió la pena «¿quiere eso?, pues se lo doy». Sé que aún no las ha visto así que me
Registrada en SAFE CREATIVE Bajo el código: 2108118723106TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©I*: @dalsantoftmartinez [Valle] (Noviembre) Me encantan noviembre y diciembre, son los meses más rápidos del año, ya que empiezan las festividades y todo el mundo se pone de buen humor porque viene la Navidad. En mi caso, amo este mes, ya que he conseguido una master class con el héroe de la infancia, además de que tengo una despedida de soltera en Las Vegas y un cumpleaños número 29 tocando mi puerta. En este momento me encuentro en la Ciudad de México cumpliendo el primero de los compromisos o festividades que tendré antes de que se acabe el año. El plan es regresar de México el lunes por la mañana, ponerme al corriente de lo que pasa en el restaurante, hacer de nuevo mi maleta para ir a Las Vegas y finalmente tomar el vuelo el martes por la noche para empezar la despedida "Oficial" de Irina organizada por Sandra. Después tengo unas semana
[VALLE] (Ciudad de México) Me pongo unos jeans negros, una blusa de cuello de tortuga y combino todo con unas botas negras y una chamarra de cuero del mismo color, hace frío así que el negro es mi color para este tipo de clima. Me maquillo sencilla y me pinto los labios de rojo, dejo mi cabello suelto que cae más abajo de mis pechos. Diego me mira cuando salgo del baño, sé que me está comiendo con los ojos, pero creo que el ardor le puede más así que sólo me sonríe. Él también se ve guapísimo, viste de negro igual que yo pero él trae unos pantalones de cuero. ―¿Quieres matar a medio Ciudad de México con esos pantalones?― Bromeo mientras veo como se pone una chamarra encima. ―No le veo nada de malo ¿crees que noten algo? ―me dice coqueto. Simplemente abro la puerta de la habitación y camino hacia el pasillo― Sólo te advierto, no quiero que las mujeres de esta ciudad mueran a causa de un infarto. Diego me toma de la mano y me pega contra la pared como es su costumbre, afortunadame