Sonrío al ver cómo llega mi auto. Me subo casi olvidando dar las gracias al chico del vallet y comienzo a manejar lo más rápido que puedo dentro de las velocidades permitidas. No han sido 15 pero he llegado en 20 minutos gracias a que la autopista está vacía, estaciono el auto y entro al hotel. Saco mi móvil para enviarle un mensaje de que ya estoy ahí cuando siento que alguien me toma del brazo.
― Tenés razón Nombre, ese traje se ve demasiado ardiente en vos ― me dice con ese acento que me mata.
Me volteó de inmediato y sin pensarlo dos veces lo beso. Él me responde sin ponerme ningún impedimento. Nos quedamos así por unos segundos hasta que nos separamos para tomar aire.
― Te extrañé ― me murmura al o&ia
Aún en el ascensor me toma la mano fuertemente, como si pensara que estoy a punto de escaparme, pero en verdad no iré a ningún lado «¿quién podría pensar en irse a otro lado cuando se está al lado de él?» Mientras subimos no paro de verlo como una idiota, aún creo que esto se va a acabar mañana por lo que trato de recordar cada detalle de su rostro, de su cuerpo y ahora de sus manos.― ¿Todo bien? ― Me pregunta sonriendo mientras me descubre que lo estoy viendo embobada.― Todo bien ― contesto mientras finjo que mi mirada va para otro lado.― Sí soy real Valle, esto es real, creelo ― me dice con un tono de voz tan sincero que en verdad se la creo.Llegamos a la hab
Abro los ojos cuando siento sus manos acariciando mi cabello, aún está oscuro afuera y no tengo ni idea de que hora es, al verme despierta, Diego se sonríe ― ¿Qué pasa? ¿Qué hora es? ― Murmuro un poco confundida.― Son las 2:00 am, es la hora del insomnio ― me responde de la misma manera ― normalmente en este momento me levanto y como algo, pero esta vez tengo una mejor idea.Diego comienza a pasar sus dedos por las costuras de mis sostén, debo confesar que me alegra traer uno de los nuevos y estrenarlo de esta forma. Después sube sus manos hacia mi cuello y lo acaricia alterando todos mis sentidos.― ¿Cuánto dura este insomnio? ― Averiguo excitada.― No sé, depende de cu&aacu
[DIEGO] Me es muy difícil concentrarme y todavía me faltan varias reuniones con posibles nuevos clientes y algunos otros ya existentes. Después de la última noche que pasé con Valle no he podido dejar de pensar en ella en todo el día. La tengo en la mente día y noche, repitiendo las escenas que vivimos juntos. De pronto los mensajes de texto y las llamadas me parecen nulas, necesito estar con ella más tiempo, necesito conocerla más, necesito decirle que me estoy enamorando. Le mando un mensaje antes de empezar la próxima reunión y me muero de ganas por ver si ya me contestó. Eso de viajar por diferentes países no nos ayuda mucho, porque los cambios de horario comienzan a pesarnos. A veces mientras ella duerme, yo estoy despierto y viceversa. En algunas ocasiones son dos o tres horas de diferencia y los espacios para coincidir son mucho mejores. Pero en este momento no
Son las 9 de la noche cuando escucho que Diego me llama vía videollamada así que voy hacia corriendo la oficina y pongo la computadora sobre una de las mesas. Antes de contestar me arreglo un poco para no verme tan mal y cuando creo que estoy lista, respondo la llamada para verlo a él, en la pantalla, con su hermosa sonrisa y viéndome directamente a los ojos, aunque lo que me distrae es su perfecto torso descubierto―¿No podrías vestir una camiseta? ― le dijo mientras rio de nervios. ―Esta es mi pijama, ya lo sabes. Además, así me siento cómodo ¿es eso un pastel de chocolate?, como le dicen ustedes ― Me pregunta mientras señala el pastel que está detrás de mí. ―Así es, es una nueva receta, se llama pastel de chile con chocolate.― Le cuento. ― ¡Dios! ¿Por qué todo tiene que llevar chile? ― dice qu
DIEGO: ¿OCUPADA? Veo un mensaje de él. VALLE: ESTOY A PUNTO DE DESOCUPARME Le contestó rápido mientras escucho a Jo hablándome sobre algo del menú. D: EN VERDAD NECESITO QUE TE DESOCUPES AHORA Escribe así que creo es una urgencia. ―¿Todo bien Valle?― Me pregunta Jo. ―Sí, solo estoy un poco cansada. Encárgate de la cocina, iré una hora a la oficina. Cualquier cosa me buscas― le dejo saber. Camino hacia allá y me siento en el sillón. V: LISTO ¿TODO BIEN? Escribo. D: ¿TE PUEDO CONFESAR UNA COSA, NOMBRE? Responde. Sonrió mientras veo el celular. V: DIME Le escribo moviendo mis dedos un poco lento. D: NO PUEDO DEJAR DE PENSAR EN LA ÚLTIMA NOCHE QUE ESTUVIMOS JUNTOS, Y ESO ME ESTÁ VOLVIENDO LOCO. CREO QUE PASO LA MITAD DEL DÍA EXCITADO GRACIAS A ESO. «¡Guau!, pensé que sería otra cosa» pienso para mí misma, pero debo admitir que esa confesión me gusta mucho. Aún no le respondo porque veo que sigue escribiendo y no sé si debo prepararme. Tarda un poco, pero después de unos
VALLE: NOMBRE SABE LO QUE CAUSA EN TI PERO AÚN NO QUIERE DESPERTARLO DEL TODO. ENTRA A TU PISO Y VE DETENIDAMENTE CADA UNA DE LOS CUADROS, FOTOS Y COSAS QUE TIENES. TÚ, POR EL CONTRARIO, LA OBSERVAS A ELLA, RECUERDAS CÓMO ERA SU CUERPO, CÓMO SE SENTÍAN SUS BESOS Y COMO TE TOCÓ ESA NOCHE EN IBIZA. QUIERES VOLVER A SENTIRLO, PERO NO ESTÁS SEGURO DE CÓMO ACERCARTE Y PEDÍRSELO. LE OFRECES UNA TAZA DE TÉ O CAFÉ, PERO ELLA TE PREGUNTA SI TIENES ALGO UN POCO MÁS FUERTE, NOTAS QUE ESTÁ NERVIOSA Y LE DICES QUE LO MÁS FUERTE QUE TIENES ES UN VINO TINTO. ELLA LO ACEPTA. Mis dedos literalmente vuelan mientras escribo. Al terminar, dejo el celular sobre la mesa y como si nada estuviera pasando trato de poner atención a la conversación de mis hermanos, aun así no puedo, me siento demasiado ansiosa y excitada para querer saber sobre los cuarenta invitados más que Irina ha aumentado a la lista y las quejas de Rodrigo sobre el baile de esposos que tienen que hacer. Vuelve a vibrar el celular
Estoy muerta. Llevo quince minutos tratando de levantarme de la cama, pero mi cuerpo no quiere responder. Ayer, después de la plática que tuve con Diego salí corriendo al gimnasio a hacer todo el cardio posible y como tres rutinas completas para bajar todas las hormonas y calores que quedaron en mí. Puede que sea vea exagerado, pero es cierto y no lo voy a negar. Obviamente, él no se enterará de dicho asunto porque no planeo decírselo. Afortunadamente, hoy es mi día de descanso y no tendría por qué levantarme de la cama, pero mi madre me acaba de pedir que vaya a casa de la abuela porque Irina estará allá todo el día planeando más cosas sobre la boda. Mi madre quiere a Irina, pero no aguanta mucho estar con ella a solas, así que siempre he sido el bote salvavidas de ambas, soy un tipo de moderadora para que la situación no escale rápido y siempre haya paz, sobre todo antes de la boda. En verdad no tengo g
Después de la llamada de Diego me quedo pensativa unos momentos. Ahora, en lugar de despertarme me deprime, creo que en verdad esta relación me está afectando no sé si para bien o para mal. Me levanto y camino por mi habitación escogiendo la ropa que me voy a poner cuando mi celular vibra de nuevo. Lo tomo y veo que es un mensaje de Diego. DIEGO ESPERO MI FOTO ¿EH?, ESO NO SE ME OLVIDA. «¡Claro que no se te olvida!» Pienso mientras dejo el celular de nuevo sobre la cama y saco la lencería antes de meterme a la ducha. *** Llego tarde a casa de mi abuela pero no me importa, en verdad la sesión de fotos que le he enviado a Diego valió la pena «¿quiere eso?, pues se lo doy». Sé que aún no las ha visto así que me