[DIEGO]El primer día en Nueva York pasa rápido, pero no en vano. Después de cerrar el trato en la nueva Casa Sandoval, Valle y yo vamos a Greys Papaya's a comer unos deliciosos y legendarios hot dogs de los que estoy enamorado. Valle se ha comido ahora dos porque dice que son tan únicos que sabe que no probará otros así en ningún otro lado. Caminamos de la mano por Broadway y nos tomamos miles de fotos en frente de los letreros y después de decidir en cuál salgo mejor la subo a instagram generando la reacción automática de quienes me siguen. Al caer la noche y observar las luces de Manhattan, decidimos regresar al hotel y dormir, definitivamente dormir, ya que el cansancio es tan grande que ahora si no tenemos ganas de nada. Mientras Valle se pone su pijama habitual, yo sigo leyendo los mensajes en las redes y les doy "me gusta" a algunos, no cabe duda que pueden ser muy creativos con los comentarios que dejan. — ¿En algún momento le dirás a la gente de la empresa que estoy emba
Abandonamos el hotel y mientras vemos como Manhattan se aleja Valle me abraza y se queda dormida en el recorrido hacia el aeropuerto, parece que tanto caminar le ha pasado la cuenta. La acomodo bien entre mis brazos y beso su frente. Mi instinto de protección se ha vuelto bastante alto desde que estoy casado con ella, y mucho más ahora que nuestra pequeña viene en camino. Al llegar al aeropuerto la despierto y mientras bajo las maletas, ella va al baño, y luego regresa con un rostro de cansancio que me preocupa—No amor, sólo caminamos mucho — me dice en tono tranquilo — Ahora que el avión despegue, descanso un poco y ya está. Después de unos momentos, y de que ella haya ido como más de cinco veces al baño, por fin subimos al avión para acomodarnos y descansar. Esperamos tranquilos sentados hasta que el capitán anuncia la salida de nuestro vuelo —Extraño a beni— le digo tierno mientras le ayudo a acomodarse el cinturón de seguridad. — Estoy seguro que beni también te extraña a
El trayecto al hospital se me hace eterno, no sé cuánto tardamos de viajar del piso para acá, el tiempo se ha detenido y sigo sin entender qué pasa. De pronto las puertas se abren y de inmediato bajan a Valle, millones de preguntas surgen en mi cabeza y al verla completamente inconsciente delante de mí mientras la meten a urgencias es algo que mi mente no logra comprender, hace horas estaba bien, ahora ya no. Escucho miles de indicaciones que se dan entre los doctores y yo sólo camino detrás de la camilla sin perderla de vista ¿sigue respirando? ¿Seguirá viva? ¿Mi hija sobrevivirá? ¿qué pasa si pierdo a ambas hoy? Meten a Valle a un pequeño cuarto y observo en cámara lenta como le ponen sondas y encienden monitores, el silencio de mi mente se interrumpe. — ¿Usted es el esposo?— escucho la voz del doctor. —Sí— respondo rápido —No le voy a mentir, su esposa viene muy grave y se deben tomar medidas drásticas en este momento.— Indica. Valente se encuentra a mi lado «¿Cuando llegó? N
[DIEGO]Horas después las puertas se abren y el doctor James sale de inmediato, viene vestido con un uniforme azul. Me acerco de inmediato esperando el veredicto —Su esposa sobrevivió señor y se encuentra estable— me anuncia provocando que yo lance un suspiro al aire y mi cuerpo reviva de nuevo solo para escuchar la estocada final —la bebé nació muerta por lo que la decisión que tomó fue la correcta, no hubiéramos podido hacer nada por ella— sólo que le tengo malas noticias —dice serio. —¿Malas noticias?—pregunto. —No lo quiero desanimar, pero será muy difícil que su esposa vuelva a quedar embarazada.—¿Difícil? o ¿imposible?— Cuestiono completamente preocupado y es que ya no sé ni siquiera cómo sentirme con todo esto. —Difícil, bastante difícil— Admite. — ¿Qué está diciendo?— pregunto sorprendido. — Lo siento— me dice el doctor — La perdida que sufrió su esposa fue grave, cuando estén más tranquilos con gusto les explico. Podrá verla dentro de unos minutos que suba al piso.—
[DIEGO]Cuando estás esperando un bebé todo es alegría a tu alrededor. Las personas te felicitan cada vez que te ven, te dicen que tu esposa se ve muy hermosa, te pregunta qué sexo quieres que sea y te dan recomendaciones y consejos: duerme cuando el bebé lo haga, cárgalo mucho, no lo cargues tanto, que duerma con ustedes, deja que llore, nunca dejes que llore... pero cuando lo pierdes todas esas voces se callan y te dejen en este especie de confín entre la lástima y la tristeza. Las personas omiten el tema, no te dan consejos y lo único que hacen es quedarse a la distancia mientras te ven con una mirada de lástima increíble. Yo sentí esas miradas miles de veces cuando iba al hospital a ver a Valle y me juré que nunca dejaría que la vieran así, incluso cada vez que yo la veía al entrar al cuarto le daba la mejor de mis sonrisas y acariciaba tiernamente su mano mientras nos quedábamos callados escuchando los ruidos de la habitación y viviendo cada segundo sin esquivar uno solo. Tal
[DIEGO]Los días pasan, y aunque se respira tranquilidad sé que un día tenemos que hablar, tenemos que enfrentarlo y ponerle nombre a esto que nos pasó, decidir qué pasará entre nosotros y desahogar sentimientos. Sólo debo darle tiempo. —¡Diego! — Escucho de nuevo esa voz en mi oído e inmediatamente abro los ojos alarmado, mi pecho está agitado y siento el sudor corriendo por mi frente, la habitación está de nuevo obscura y sólo la luz de la luna deja que un rayo de luz entre levemente. Volteo de inmediato al lado de ella al no sentir su calor y al ver que no está me enderezó de pronto. — ¿Valle?— grito alarmado viendo hacia el baño. — Aquí estoy — me dice bajito. Volteo al balcón y la veo sentada en el sofá de afuera. Me levanto un poco más tranquilo y tomó un pantalón de pijama y una camiseta y salgo con ella. El buen clima ya está en San Diego así que no es necesario ponerse suéteres o cobijas y las noches son increíblemente agradables, estrelladas, con lunas increíbles que t
[VALLE]Luego de semanas vagando por la casa es la primera vez que me encuentro sola después de la pérdida de Emma. Me siento rara y creo que Diego también, ya que antes de salir por la puerta del piso me pidió que le asegurara que todo estaba bien y que si yo lo deseaba él se quedaría sin dudarlo, pero le dije que no, en verdad un tiempo separados nos hará bien. Él necesita distraerse un poco y regresar a su rutina, trabajar, encargarse de todo lo relacionado a la empresa y por supuesto de su familia, hace tiempo no canta mientras cocina, así que básicamente estamos en silencio todo el tiempo y sólo se escuchan nuestras voces cuando hablamos. Debo confesar que extraño escucharlo hablar con Beni Bodoque y que el gato le contestara con un maullido como si fuera una conversación real. Por mi lado, el doctor ya me ha dado totalmente de alta y ya puedo comenzar a hacer más cosas, empezar mi rutina, hacer cosas "nuevas" como él me lo ha dicho, parece ser que en pocas palabras debo encontr
[DIEGO]Nos encontramos recostados sobre nuestra cama. Es domingo y este día no hacemos nada más que estar en pijama y ver películas. Esta vez Valle ha decidido ver su serie favorita "The Nanny" y hemos empezado desde la temporada uno por lo que nos llevará todo el día verla. Desde el primer capítulo nos la hemos pasado riendo, me gusta escucharla reír, me alegra el alma de cierta manera. Entre capítulo y capítulo Valle y yo nos besamos por unos momentos, desde que volvimos a retomar este hábito se ha vuelto adictivo, y ya no pienso nunca dejar esa adicción. Cuando Valle estaba triste y yo necesitaba consejos de qué hacer para poder levantarle el ánimo, algunos me dijeron que lo mejor sería que la llevara a un viaje inolvidable por el mundo, y aunque sé que tengo la posibilidad, no lo veía muy viable. Sin embargo, la única persona que me dio el mejor consejo fue la que nunca esperé que sería, mi cuñado Rodrigo, que simplemente me dijo: quédate con ella en la cama y abrácense eso le