Capítulo 61. Cumplir una sentencia

Irina quiso quitar las manos de Ema de ella e irse con dignidad, pero Ema no estaba dispuesta a perderla.

—No te vayas Irina por favor, no quiero que te vayas —suplicó la niña entre sollozos desesperados.

—Por favor Irina, lleva a Ema a su habitación —pidió Alex.

—Esa mujer debe alejarse de mi hija —espetó Bianca.

— ¡Es que no ves que Ema está aterrada! —Increpó Alex.

—Por favor Irina, quiero ir a mi cuarto —suplicó Ema, Irina al verlo la cargó y se la llevó de allí, con la rapidez de quien se aleja de un nido de serpientes.

Cuando Alex escuchó la puerta de la habitación de Irina cerrarse miró a Marco.

—No puedo despedirla. Bianca en su arranque de histeria golpeó a Irina, lo último que necesito es un pleito legal.

—Estoy de acuerdo, no puedes despedirla —corroboró Marco.

Bianca abrió la boca completamente incrédula.

— ¿Cómo puedes decir eso, papi? ¡Ella está intentando destruirme!

Marco negó con la cabeza, exasperado.

—No dramatices, Bianca, por fa
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