Kerem y la mujer rubia, hicieron el amor por segunda vez para reafirmar la felicidad de aquella propuesta. Por un momento al terminar, la mujer volvió a quedarse dormida en sus brazos, Kerem estaba a punto de quedarse dormido, cuando escuchó el timbre, abrió sus ojos con mucha sorpresa, luego dos golpeas más contra la puerta, la rubia se levantó bruscamente de su lugar, miró a Kerem quien prendió la lámpara de noche.
—Dios mío—susurró la mujer con el corazón latiendo a toda prisa, se levantó a toda prisa, se vistió, al igual que Kerem. Otro golpe, detrás de otro contra aquella puerta.
— ¡Abre la puta puerta! ¡Sé qué estás ahí! —los dos se quedaron congelados en su lugar, la voz de la otra mujer les hizo alertarse. Kerem estaba a punto de salir de la habitación cuando la mujer lo detuvo.
Kerem intentó tranquilizar a Jazleen, miró como el rímel manchó las mejillas de ella.—Respira, respira—Jazleen no podía controlarse, al ver que intentó ser amable, le hizo hervir más la sangre.— ¡No seas hipócrita! ¡Veo que aspiraste a algo más grande! —Siguió llorando con rabia— ¡Es mi madre, Kerem! —Kerem la miró.—Yo la amo, ella me ama—dijo él, pero Jazleen lo volvió a abofetear.Pero esta vez Kerem no regresó su mirada hacia a ella.—Jazleen—comenzó a decir Kerem.— ¡No! No me quieras convencer de que es un verdadero amor, por qué el verdadero amor no se oculta, —Kerem regresó la mirada hacia a ella. —Ella solo se está divirtiendo y el que haya comprado ese departamento, no es el primero que compr
Hora después, Kerem cerró la puerta, cargando con él solo su abrigo y el cambio de ropa, no le importó dejar algo más, ya no le importaba nada más, miró su móvil, estaba a punto de enviarle un mensaje a Burak y contarle, pero luego negó, esperaría a que empezara su día. Bajó en el elevador hasta el estacionamiento del subterráneo dónde estaba su auto, estaba aún en shock con lo que había pasado, repasó una y otra vez, se dijo a si mismo que podría ser una pesadilla, que, en cualquier momento, despertaría…Decidió ir a su local, no quería llegar a su departamento, no podría dormir, no dejaría de pensar lo que estaba pasando.Quitó la alarma y entró, el local pequeño estaba aún en mal estado, faltaba muchas cosas que hacer, a pesar de ser pequeño, tení
Jaqueline miró a su tío comer mientras miraba su periódico. Ella se llevó un trozo de pan a la boca.—Necesitamos hablar—dijo finalmente ella, Damián sintió su pecho latir a toda prisa, intentó controlarse, no necesitaba un infarto en esos momentos. Desvió su mirada hacia a ella que estaba a su lado, tenía los ojos de su madre, el cabello de ella, no tenía nada de él, ¿O sí? Ella era pura, demasiado. Dejó el periódico que era un pretexto para retardar esa plática.—Hablemos—susurró tenso, Damián.— ¿Qué es lo que se me oculta? —Damián arrugó su ceño.—Nada, lo prometo—Jaqueline presionó sus labios con dureza.— ¿Entonces por qué estás tan cerca de ella? —Damián soltó un largo
El jefe de la policía se retiró, Jaqueline siguió en shock en el sillón, recordando los últimos momentos con Mónica, se limpió las lágrimas, lo que quedaba en estos momentos era buscar al asesino.Burak fue a la cocina y le llevó a Jaqueline un vaso de agua fría, necesitaba sacarla de su trance, entendía a la perfección por lo que estaba pasando, aunque no era su familiar directo, la quería demasiado. Burak se sentó en la mesa del centro de la sala y quedó frente a ella, le entregó el vaso de agua.—Toma un poco—dijo Burak, Jaqueline levantó la mirada al hombre sentado frente a ella.—Gracias—dio un pequeño sorbo, sintió refrescarse un poco, tomó aire y lo soltó. —Parece ser que muchas cosas están saliendo a la luz para ambos—dijo mirando a Burak.—
— ¿Jaqueline? —Jaqueline salió de su terror, el labio inferior le tembló. — ¿Contesto el mensaje?Jaqueline pensó en algo más, ya que, no sabían cuál era ese lugar de siempre en el que Kerem y la mujer se encontraban.—Hay que…—la voz de Jaqueline se quebró, Burak lo notó.—Dime que pasa, ¿Sabes quién es? —Jaqueline quedó en silencio.—Sí. —Burak se dejó caer en su silla, arrugó su ceño, su corazón latió como un loco, las palabras no fluyeron.—D-Dime quien es. —pidió Burak en un hilo de voz—Jaqueline, por favor…—Es Jodie, se acababa de marchar cuando le dije unas cosas como anzuelo, por eso te pedí que buscaras el móvil… —Burak sintió que el suelo se abría b
Jodie palideció al escucharla, Julissa esperó a que dijera algo, pero no fue así. No dijo nada más, miró a Jaqueline luego a Julissa. —Eres una maldita—susurró con odio. —No más que tú y, tengo pruebas. Jodie se sintió acorralada por un momento, se dio la vuelta y salió de la oficina, luego desapareció, Jaqueline miró a Julissa quien se giró con una gran sonrisa. — ¿Qué fue eso? —Preguntó Jaqueline— ¿Ella fue quien…? —Jaqueline no pudo terminar de formular la pregunta cuando su madre se acercó, puso sus manos en los brazos de ella. Jaqueline tembló de la ira, Jodie le había arrebatado a su madre. —Yo me encargaré de hacer justicia, solo intenta alejarte lo más que puedas de ella. Cuando Julissa la tranquilizó, Jaqueline sintió algo en su interior, necesitaba preguntar. — ¿Por qué cuando te refieres a mi padre, solo usas “Frank”? y no “Tu padre”…—Julissa se tensó, bajó sus manos de los brazos de Jaqueline, se volv
Jaqueline palideció.“Damián Ward” hizo eco dentro de su cabeza, ella negó.— ¿Cómo te atreves a decir eso? —Dijo Jaqueline, su rostro empezó a enrojecerse de la ira, — ¿Cómo es que dices eso? ¡Él te dio todo como para que digas eso! ¿Cómo es que dices que es un asesino? ¡No! ¡No! —Burak intentó detener a Jaqueline quien casi se le iba encima a Jazleen, él siguió intentando creer lo que ella decía.—Tranquila—Jaqueline siguió enrojecida, Jazleen la miró, luego a Burak.—Tengo pruebas—Jaqueline se quedó quieta en su lugar, las manos de Burak fueron dejando sus brazos.— ¿Cuáles? —Jazleen lo miró.—Hace días, el dueño del negocio de enseguida, —Jazleen detuvo sus palabras
Jaqueline miró el fuego bailando frente a ella después de quemar la carta, había llorado mucho a su padre y, aunque no sabía realmente que es lo que sufría en su interior, pudo perdonarlo. Se pasó una mano por su mejilla para barrer las lágrimas que siguieron deslizándose. Cerró los ojos, sintió una mano cálida acariciando su brazo, al abrirlos miró a su lado, Julissa le sonrió de manera cálida, de manera en apoyo, mostrando que ella estaba ahí para su hija.—Es impresionante lo que Damián siempre guardó dentro de sí, nunca imaginé que él…—Julissa detuvo sus palabras, así se quedaron por un largo momento, mirando el fuego frente a ellas. — ¿Y qué va a pasar con Burak? No lo he visto desde el funeral de tu hermana…—preguntó Julissa, Jaqueline soltó un la