El jefe de la policía se retiró, Jaqueline siguió en shock en el sillón, recordando los últimos momentos con Mónica, se limpió las lágrimas, lo que quedaba en estos momentos era buscar al asesino.
Burak fue a la cocina y le llevó a Jaqueline un vaso de agua fría, necesitaba sacarla de su trance, entendía a la perfección por lo que estaba pasando, aunque no era su familiar directo, la quería demasiado. Burak se sentó en la mesa del centro de la sala y quedó frente a ella, le entregó el vaso de agua.
—Toma un poco—dijo Burak, Jaqueline levantó la mirada al hombre sentado frente a ella.
—Gracias—dio un pequeño sorbo, sintió refrescarse un poco, tomó aire y lo soltó. —Parece ser que muchas cosas están saliendo a la luz para ambos—dijo mirando a Burak.
—
— ¿Jaqueline? —Jaqueline salió de su terror, el labio inferior le tembló. — ¿Contesto el mensaje?Jaqueline pensó en algo más, ya que, no sabían cuál era ese lugar de siempre en el que Kerem y la mujer se encontraban.—Hay que…—la voz de Jaqueline se quebró, Burak lo notó.—Dime que pasa, ¿Sabes quién es? —Jaqueline quedó en silencio.—Sí. —Burak se dejó caer en su silla, arrugó su ceño, su corazón latió como un loco, las palabras no fluyeron.—D-Dime quien es. —pidió Burak en un hilo de voz—Jaqueline, por favor…—Es Jodie, se acababa de marchar cuando le dije unas cosas como anzuelo, por eso te pedí que buscaras el móvil… —Burak sintió que el suelo se abría b
Jodie palideció al escucharla, Julissa esperó a que dijera algo, pero no fue así. No dijo nada más, miró a Jaqueline luego a Julissa. —Eres una maldita—susurró con odio. —No más que tú y, tengo pruebas. Jodie se sintió acorralada por un momento, se dio la vuelta y salió de la oficina, luego desapareció, Jaqueline miró a Julissa quien se giró con una gran sonrisa. — ¿Qué fue eso? —Preguntó Jaqueline— ¿Ella fue quien…? —Jaqueline no pudo terminar de formular la pregunta cuando su madre se acercó, puso sus manos en los brazos de ella. Jaqueline tembló de la ira, Jodie le había arrebatado a su madre. —Yo me encargaré de hacer justicia, solo intenta alejarte lo más que puedas de ella. Cuando Julissa la tranquilizó, Jaqueline sintió algo en su interior, necesitaba preguntar. — ¿Por qué cuando te refieres a mi padre, solo usas “Frank”? y no “Tu padre”…—Julissa se tensó, bajó sus manos de los brazos de Jaqueline, se volv
Jaqueline palideció.“Damián Ward” hizo eco dentro de su cabeza, ella negó.— ¿Cómo te atreves a decir eso? —Dijo Jaqueline, su rostro empezó a enrojecerse de la ira, — ¿Cómo es que dices eso? ¡Él te dio todo como para que digas eso! ¿Cómo es que dices que es un asesino? ¡No! ¡No! —Burak intentó detener a Jaqueline quien casi se le iba encima a Jazleen, él siguió intentando creer lo que ella decía.—Tranquila—Jaqueline siguió enrojecida, Jazleen la miró, luego a Burak.—Tengo pruebas—Jaqueline se quedó quieta en su lugar, las manos de Burak fueron dejando sus brazos.— ¿Cuáles? —Jazleen lo miró.—Hace días, el dueño del negocio de enseguida, —Jazleen detuvo sus palabras
Jaqueline miró el fuego bailando frente a ella después de quemar la carta, había llorado mucho a su padre y, aunque no sabía realmente que es lo que sufría en su interior, pudo perdonarlo. Se pasó una mano por su mejilla para barrer las lágrimas que siguieron deslizándose. Cerró los ojos, sintió una mano cálida acariciando su brazo, al abrirlos miró a su lado, Julissa le sonrió de manera cálida, de manera en apoyo, mostrando que ella estaba ahí para su hija.—Es impresionante lo que Damián siempre guardó dentro de sí, nunca imaginé que él…—Julissa detuvo sus palabras, así se quedaron por un largo momento, mirando el fuego frente a ellas. — ¿Y qué va a pasar con Burak? No lo he visto desde el funeral de tu hermana…—preguntó Julissa, Jaqueline soltó un la
— ¿No me soltarás? —dijo Jaqueline al terminar el beso, Burak sonrió poco a poco, luego en total silencio, asintió. — ¿Lo prometes?—Lo prometo—Burak respondió, la abrazó con más fuerza a su cuerpo, sintió esa calidez tan familiar. —Nunca he estado tan seguro de ello. —Jaqueline sonrió.Al separarse se miraron por unos momentos en total silencio, él acarició su mejilla, tomó aire y lo soltó en un largo suspiro, ella se sonrojó al ver su mirada azulada tan intensa, distraída por un momento, acarició su estómago.— ¿Qué piensas? —preguntó Burak al ver que Jaqueline arrugó su ceño, ella negó lentamente, se mordió s u labio inferior y lo soltó para sonreírle.— ¿El que me digas que no me soltar
Burak abrió la puerta del auto blindado, le extendió la mano a Jaqueline para ayudarle a bajar del auto.—Gracias—dijo Jaqueline con una gran sonrisa, se le veía otro semblante.Cerró la puerta y puso su mano en la espalda baja de ella para guiarla por el muelle. Ella se ajustó sus lentes de sol, la brisa de la mañana le encantó, se sintió un poco relajada. Los hombres detrás de Burak, cargaron las maletas de ambos. Burak tomó de la mano a Jaqueline y entrelazó sus dedos con los de ella, esta sonrió y se sonrojó.— ¿No iremos a desayunar? —preguntó Jaqueline al ver que no se dirigieron al restaurante, Burak sonrió sin mirarla.—Vamos a desayunar—Jaqueline siguió caminando y miró los barcos anclados—…pero ahí—señaló un catamarán a lo lej
El chef a bordo, preparó los mejores filetes que Jaqueline pudo probar, estaban exquisitos, había comido un poco más de lo normal, pensó que podría ser la última vez que podría saborear la comida de Charles, un chef francés muy reconocido. Después de probar el postre, bolas de chocolate con fresas, se quedaron por un momento callados, mirando hacia el mar, la brisa le agradó mucho a Jaqueline, pero cayó en cuenta de algo, el muelle ya no se podía ver, miró hacia todos lados, luego por un momento, pero breve momento, pensó que podría ser parte del plan de Burak, no le había contado nada, giró su rostro hacia a él, se encontraron sus miradas, él dio un sorbo a su copa.— ¿Puedo hacerte una pregunta? —preguntó Jaqueline hacia a él.—Ya la hiciste…—Jaqueline soltó una ri
Dos semanas después de navegar, Burak y Jaqueline disfrutaron de las bellezas de ambas islas, habían dormido en una villa que era de los padres de él, luego de nadar, de pasear en bicicleta por los lugares, de saborear los platillos, habían llegado finalmente al aeropuerto de la última isla. El avión privado de las empresas de Burak estaba esperando en aquella pista. Jaqueline se sostuvo con fuerza del sombrero que tenía sobre su cabeza para que no se lo llevase el aire, Burak reía al ver que ella no paraba de reír, ya que con la otra mano intentaba que su falda plisada, no se levantara, él se acercó para ayudarle. — ¡Gracias, cariño! —agradeció divertida Jaqueline cuando finalmente llegaron al pie de la escalera del avión, parecía un matrimonio disfrutando de los placeres de la luna de miel. Al subir, el personal los saludó, luego tomaron lugar, Jaqueline se retiró el sombrero, luego se comenzó a arreglar el cabello con sus dedos, miró a Burak que habló por u