Paula se movió, el hombre que tenía enfrente la había intentado matar, y lo peor, ahora estaba enfrente de ella luciendo como si no hubiera hecho absolutamente nada.—¡Cómo puede ver no tengo tiempo para seguir viendo a una basura! —exclamó Paula, girándose para marcharse.Quería huir de ahí, volver con Liam y decirle que fue Jackson quién los separó, que había sido Jackson el culpable que él ahora estuviera con otra mujer —Mi tiempo es oro muñequita, ese si vale oro, pero por lo visto a ti la vida no te trata nada bien, acabo de ver cómo la zorra de Olivia te sacó de casa de mi primito. Mi pregunta es, ¿Si estabas viva en dónde estabas todo este tiempo?, ¿Acaso te escondías de mí? —dijo Jackson sujetando del brazo de Paula.—Donde estaba no es de tu incumbencia, es más puedes pudrirte si te da la gana. Ah, y por lo visto conoces muy bien a la nueva novia de Liam, no dudo que sea tu amante —dijo Paula jalando su brazo para que Jackson la soltará.—Si quieres puedes averiguarlo ahora
Armando miraba con bastante intensidad a Paula, quién al bajar del auto lo miró como si se tratara de un simple bicho.—Cierra la boca, si está viva, y lo mejor ahora está de mi lado, es cuestión de días para que Olivia vuelva a mi —dijo Jackson palmeando el hombro de Armando quien frunció el ceño al escucharlo.Armando caminó detrás de ellos, aún no entendía cómo ella estaba viva, y lo peor ahora se había unido para traer a Olivia junto al demonio, debía hacer algo y rápido.Armando salió de la casa, subió a un auto y condujo hasta el lugar secreto donde solía reunirse con sus nuevos socios, “LOS HERMANOS MANZINI”.Leonardo Manzini se colocó de pie y estrechó las manos de Armando, quien estaba más irritado que nunca.—¿Que me traes de nuevo? —preguntó Leonardo Manzini.—Si, por supuesto que si, el señor Jackson no tiene un centavo, es el momento de acabarlo de una buena vez por todas —habló Armando.Una leve sonrisa se dibujó en el rostro de Leonardo Manzini, era un hombre guapo, aun
Liam levantó su mirada e hizo una mueca, ahora iba a estar en graves problemas, Olivia estaba a celosa, de eso no cabía la menor duda, se podría decir que estaba en verdaderos problemas —¡Vine tan rápido como recibí tu mensaje —exclamó Paula.Olivia entró casi que enseguida de Paula, ni loca los dejaría a solas, confiaba en Liam, más no confiaba en Paula.—Si, pasa. Olivia por favor podrías dejarme un momento a solas con Paula, te prometo que te diré absolutamente todo —dijo Liam, estiró sus manos y sacó unos documentos los cuales pasó a Paula.Olivia salió de la oficina echando chispas por boca y nariz, no quería estar ahí, y menos después que Liam había sido quien había llamado a Paula para que viniera con él. Así que caminó hasta su escritorio, tomó su bolsa y salió hacia el elevador, tenía muchas cosas en que pensar y quedarse ahí no ayudaría mucho.Paula se sentó justo en frente de Liam, cruzó sus piernas y miró provocativa a Liam, quien desvió su mirada, era hermosa no se podí
Paula sabía muy bien cómo hacer para que Liam cayera de nuevo en sus redes. Atrás había quedado la mujer llena de miedos y dulce que había despertado después de aquel accidente, había vuelto y con ella sus escrúpulos ya no eran un problema.Liam se encargó de informarle que muy pronto podría obtener la totalidad de la herencia que sus padres habían dejado para ella y su hermana perdida, solo era cuestión de arreglar un par de documentos más.Liam acomodo su corbata, se colocó de pie en busca de unos documentos los cuales Paula debía firmar.Era imposible para Paula contenerse, ella debía recuperarlo, al precio que fuera, espero unos segundos a que Liam estuviera de espaldas, se colocó de piel, movió la silla a un lado, y llevó sus manos al cierre de su vestido hasta bajarlo por completo.La seda de su vestido resbaló lentamente por su cuerpo, dejándola en solo ropa interior, miró hacia el escritorio, hizo una mueca de desagrado, la ver varios documentos sobre el, así que llr o sus man
La mirada de Jackson se cruzó con la de Olivia, su mirada estaba llena de terror, miedo, y tal vez un poco de arrepentimiento, ella bajó su mirada, aunque él le había causado daño, no le deseaba nada malo.Olivia respiró profundo y miró al hombre a su lado, quien la tomó del brazo e indicó que lo siguiera.Ella no quería subir de nuevo, no quería ver la cara de Paula, no podía hacer nada, solo dejarse llevar por los dos hombres a su lado Paula acomodó su vestido, maquillaje y salió de la oficina de Liam dando un enorme portazo.Sus pasos eran largos, llenos de ira, por supuesto que no se iba a dar por vencida, ni mucho menos.Paula subió al elevador que acababa de llegar al mismo tiempo que las puertas del otro elevador se abrían.Héctor, alzó su mirada al ver a la mujer que estaba de espaldas en el otro elevador. Sintió un leve cosquilleo en su corazón, era ella, su corazón se lo decía.Héctor bajó rápidamente del elevador, y corrió al otro elevador dónde las puertas se cerraban sin
Héctor y Leonardo no tuvieron problemas en firmar absolutamente nada, los dos salieron de la empresa con una enorme sonrisa dibujada en sus rostros.—Bueno hermanito, esto es lo que tanto querías, ahora ya es un hecho, solo quiero que esta vez tengas los pies firmes sobre la tierra, no quiero que la vuelvas a perder por ninguna mujer —dijo Leonardo con su vista firme en la delantera.—Si lo se, solo puedo decirte que este no es solo mi sueño, era también el de nuestro padre antes de morir —exclamó Héctor.Por supuesto que su corazón estaba roto, había dejado a Leonardo prácticamente solo por meses por estar con ella, con la mujer que le había robado por completo su corazón.Los dos hombres bajaron del auto, acomodaron sus corbatas y caminaron hacia la enorme bodega, sus pasos eran firmes, sus corazones estaban llenos de ansias.Sus ojos brillaron al mismo tiempo al ver al hombre que había matado a su padre justo al frente.Leonardo Manzini, sacó las manos de los bolsillos de su pantal
Héctor caminó con una gran sonrisa llena de satisfacción, ahora el asesino de su padre estaba sufriendo como había sufrido también su hermano.Leonardo, estaba disfrutando más que nunca, Jackson había acabado con su padre, y de paso lo también había marcado su rostro.—Ahhhh —gritaba Jackson lleno de dolor, Héctor se habia encargado de tortura lo a un más. Nunca fue partícipe de torturar a los enemigos, solo que esta vez era la excepción.Leonardo y Héctor habían decidido dejarlo descansar un poco, antes de darle el tiro de gracia.—Hermano, afuera hay un hombre que quiere hablar contigo —dijo Héctor, Leonardo alzó la vista y dejó salir una cálida sonrisa. Estaba feliz de tener de nuevo a su lado a su hermano, siempre había sido muy unidos y ahora lo eran más que nuncaArmando caminaba de lado a lado, estaba muerto de los nervios desde que se había enterado que Jackson había desaparecido, y más al saber que estaba en poder de Leonardo.—Vaya, vaya, no creí que fueras tú quien estuvie
Leonardo le hizo señas a Armando para que los siguiera hasta el calabozo dónde habían dejado a Jackson.Efectivamente, Jackson sentía como su piel se quemaba lentamente, su dolor era cada vez más agudo, le dolía hasta el alma, solo Dios sabía lo que haría a los hermanos Manzini si lograba salir con vida.Las puertas del calabozo se abrieron dejando ver a los tres hombres, Jackson alzó su mirada, al mismo tiempo que su cabeza se movía de lado a lado.—Así que fuiste tú quien me traicionó —dijo Jackson sacando fuerzas de dónde no las tenía, se estaba muriendo lentamente.Armando se tensó de inmediato, esperaba al menos ver a Jackson agonizando, pero estaba todo lo contrario, Jackson como pudo se puso de pie, sus pasos eran débiles, pero sin embargo se colocó en frente de Armando.—¡Estás acabado! Tu y tu maldita madre están muertos —dijo al mismo tiempo que su cuerpo caía al piso, un disparo acaba de atravesar su pecho.Armando abrió sus ojos, y miró como una sonrisa de satisfacción se