Olivia tragó saliva, no comprendía nada. —¡Armando! ¿Dónde carajos te metiste?, trae a Olivia. —Esta vez el grito de Jackson fue mucho más fuerte. Olivia pegó un brinco, tapó su boca y miró a Armando.—¡Señorita váyase! Después le explicó el por qué. —Aramando se giró y bajó rápidamente las escaleras, corrió hasta la biblioteca hasta donde Jackson estaba destrozando todo a su paso.Los vidrios de las ventanas estaban totalmente destruidos, las manos de Jackson tiraban todo a su paso, sin importar absolutamente nada.Armando miraba con cierta satisfacción en su rostro la escena que estaba haciendo Jackson. Jackson dejó de tirar todo, calmó un poco su respiración, y miró a Armando.—¿Dónde demonios está Olivia?, ¡Traela! —exclamó Jackson. Camino tomó una copa y sirvió un poco de coñac.—¡Señor en este momento voy por ella! —respondió Armando. Armando salió de la biblioteca subió las escaleras y caminó suavemente hasta llegar a la habitación de Olivia.Dejó salir un suspiro de tranquili
Aún así Olivia acomodo su cabello y caminó firmemente hasta la entrada del restaurante, donde un hombre de traje elegante la condujo hasta donde Liam la esperaba con ansias.—¡El señor Paterson está esperando en aquella mesa! —dijo el hombre señalando la única mesa ocupada.Olivia ancho sus ojos, y no pudo evitar sonreír, en verdad era guapo, demasiado guapo diría ella.Ella caminó hasta estar justo en frente de la mesa donde Liam se encontraba con una sonrisa dibujada en su rostro.—¡Hola cariño! —Habló Liam. Se colocó de pie, la tomó de la cintura, la pego a él, y beso sus labios.—¡Hola! —dijo tímidamente Olivia. —¿Por qué no hay más gente, solo nosotros? —preguntó ella mirando todo el lugar.—Eso es por qué quería estar solo contigo, además no quiero que nadie más mire lo que es mío —dijo alzando una ceja.Se veía hermosa, de eso no cabía duda. El vestido rojo encajaba perfectamente en su cuerpo, haciendo resaltar sus curvas. La cena transcurrió entre risas y besos, se podría dec
De seguro no era el lugar, ni el momento, solo quería sentirla, deslizó más su dedo y empezó a masajear el pequeño clítoris de Olivia, quién se retorcía al sentir pequeños espasmos en todo su cuerpo.—¡Liam! —dijo ella en suspiro ahogado.—Si, se que debo detenerme —respondió el resignado, tratando de separarse de ella.—No quiero que te detengas, quiero estar contigo —dijo ella. Lo beso con mucha más fuerza, lo deseaba al igual que el a ella. Liam se separó de ella, sonrió y tomó sus manos.—¡Vamos! —dijo él. Ella arqueó una ceja, sonrió y caminó junto a él, no sabía que estaba haciendo, solo sabía que quería entregarse a él, no le importaba claramente nada, solo sabía que lo seguiría hasta el fin del mundo si fuera necesario.Los dos caminaron tomados de la manos hasta el auto, Liam abrió la puerta para que ella subiera, por supuesto que también quería estar con ella, solo que no ahí, el lugar debía ser hermoso, claramente debía ser mágico.—¿A dónde vamos? —preguntó ella nerviosa,
Liam alzó su mirada, “joder”, ella era perfecta, su cuerpo, todo, toda ella era perfecta.Olivia movía sus caderas con insistencia, mientras Liam seguía saboreando sus deliciosos juegos. Sus manos se enterraron en el sofá, era la primera vez que Olivia sentía llegar al cielo.Liam alzó su mirada, era lo más hermoso que había saboreando, lo más sublime. Se colocó encima de ella y empezó a besar su boca con desesperación.—No tengas miedo pequeña —dijo besando suavemente los labios de Olivia, era imposible no corresponder al beso que el le brindaba, definitivamente eran exquisitos.Ella dejó salir una sonrisa tímida, llevó sus manos a la cara, sentía vergüenza, nunca había estado con un hombre, y ahora Liam le acaba de enseñar lo que era el verdadero placer. Liam quitó las manos de su cara y beso con insistencia, abriéndose paso por completo, su lengua jugaba con la suya como si se tratara de danza contemporánea.Ella era perfecta, vaya que si, Liam dejó salir un gemido, mientras mordía
La noche simplemente había sido mágica, estar con Liam la había convertido en la mujer más feliz del mundo.Liam estacionó el auto, se giró y la miró fijamente, estaba realmente embelesado, ella era hermosa, y al igual que él, ella le había regalado la mejor noche del mundo.Saber que ella se había entregado en cuerpo y alma lo hacían completamente feliz Liam se quitó el cinturón, se estiró un poco y se apoderó de los labios de Olivia, se estaba volviendo loco, adicto, ella le había transformado por completo su vida.—¡Creo que es mejor que me baje, o de lo contrario, usted señor Paterson no me dejara bajar! —hablo Olivia, se separó de él, y limpio su boca con su manos, mientras en su boca se dibujaba una cálida sonrisa.—Te voy a extrañar pequeña —dijo Liam, abrió la puerta del auto, y caminó hacia la del copiloto.—No seas tan impaciente, solo será un par de horas. Mi jefe es bastante estricto, no quiero que me despida —dijo ella divertida.—Voy a matar a tu jefe por exigirte tanto
Un frío recorrió todo el cuerpo de Olivia, abrió los ojos totalmente aterrada, en frente de ella estaba Jackson mirándola fijamente.—¡Vaya, vaya! Se le fue la voz a mi muñequita. ¿Que pensaste que podías huir de mí? —dijo Jackson, se colocó de pie y empezó a caminar hacia ella.Olivia miró aterrada como Jackson caminaba hacia ella, empezó a retroceder poco a poco, mientras su angustia empezaba hacerse más grande.Estaba tan feliz que ni siquiera se había hablado con Armando para saber por qué le había pedido que huyera. Ahora Jackson estaba al frente de ella totalmente lleno de ira, ella había huido de él, sin dejar pista.—¿Que pensaste eh, que no daría con tu paradero? —dijo Jackson tomando el mentón de Olivia.—Yo, yo…Olivia no terminó de decir nada cuando sintió que su brazo era jalado bruscamente hacia la mitad de la habitación.—Te dije que si intentabas huir de mi ibas a pagar muy caro. Te pareció fácil pagar la deuda sin decir nada —habló Jackson mientras la zarandeaba de la
La mirada de Jackson era fría, sin sentimiento alguno, le gustaba ganar y por supuesto que ganaría.Jackson caminó hacia ella con una enorme sonrisa dibujada en su rostro, Olivia temblaba al igual que sus manos, y en menos de un segundo, Jackson le arrebataba de las manos el cuchillo a Olivia.—¿Que pensaste maldita zorra, qué me matarías con un maldito cuchillo?, se te olvida que conozco cada maldito paso que das.Jackson la tomó del brazo y jalo para llevarla de nuevo hacia la cama. Olivia estaba más aterrada que nunca, pero debía ser astuta.Jackson la tiró bruscamente a la cama, mientras se lamía su boca. La mirada de Olivia fue directo al arma que todavía Jackson sostenía en sus manos. No podía negar que estaba aterrada, su corazón prácticamente se había paralizado.Jackson se acercó a ella y empezó a besar su cuello nuevamente, su polla estaba extremadamente dura, tanto que quería follarla ahora mismo. Las manos de Jackson empezaron a relajarse, así que dejó el arma nuevamente
Jackson estaba furioso, aún no entendía como se había desmayado solo con un maldito ruido de la bala.Su pierna sangraba, y aunque solo había sido un suave roce, había alcanzado parte de sus tejidos.Se sentó sobre la cama tomó la toalla que Olivia había tenido alrededor de su cuerpo y la puso en su pierna para hacer presión, debía hacer que su herida dejara de sangrar.Jackson Sonreía abiertamente por la astucia de Olivia, nunca había creído que ella fuera capaz de disparar, ahora su ira había incrementando, ella se había atrevido casi que a matarlo. Tan pronto vio que la sangre se había contenido, tomó su celular y marcó a Armando.Sus órdenes eran claras y concisas, “ sacar ya a los niños de su propiedad. Armando no le quedó de otra que acatar sus órdenes.Su angustia se había hecho cada vez más grande, no sabía absolutamente nada de Olivia, sabía que ella estaba en peligro, y odiaba no poder hacer nada al respecto.«Ahora sí está perdida, no va ver nada ni nadie que te ayude, ¡Er