Capítulo 81 ¿Eres millonario?— ¿Rafael? —repitió, fingiendo sorpresa mientras una sonrisa ladina se dibujaba en su rostro. Se mordió el labio inferior, con emoción y cálculo.«Este pobre diablo podría ser una buena distracción mientras veo que hacer con el idiota de mi marido o a la pequeña traidora de mi hija», pensó con entusiasmo. Pero, de repente, su expresión cambió. Movió la cabeza de lado a lado, desechando la idea. «No, no volveré a ensuciarme con este pobre infeliz».Con un movimiento sutilmente dramático, acercó el teléfono a su oído.—Tu voz me parece conocida, ¿eres Rafael? —Sabes quién soy y te estoy contactando porque quiero verte lo más pronto posible. Tenemos algo que hablar.Melissa volteó los ojos, exasperada.—Lo siento, cariño. Después de tantos años, verte sería fabuloso, pero voy a viajar a Estados Unidos. Estoy en plena filmación de una película.—No te irás si antes no hablamos. Es urgente.—Pero… pero voy subiendo a mi avión, mintió con gran descaro.—Enton
Capítulo 82 Los delitos de FrancescoLa voz de Sebastiano suena temblorosa cuando responde la pregunta de Andrea—Tu hijo, Andrea, ha cometido un delito grave. Y no solo eso, ¡quién sabe cuántos más habrá hecho a escondidas! Eres tú la culpable, Andrea. Tu ambición desmedida lo ha corrompido. Nunca estás conforme con lo que tienes, siempre buscando más y más. ¿Es esta la vida que soñabas para tu hijo?— ¿De qué estás hablando, Sebastiano? ¿Qué delito ha cometido Francesco?, pregunto desesperada.— Matteo tiene pruebas irrefutables en contra Francesco. Gastos exorbitantes aprobados con mi firma falsificada. ¡Falsificar la firma de su propio padre! ¿Cómo pudo llegar a ese punto? Y eso no es todo, también hay indicios de que ha estado involucrado en la fuga de información confidencial. ¡Me ha traicionado, Andrea! ¡A su propio padre!—Es tu culpa Sebastiano. Te has conformado con ser un segundón de tu hijo. Siempre andas detrás de él aceptando sus migajas y encima tenemos que conformarnos
Capítulo 83 Estar en negación o como negarse a admitir sus propios errores Aferrada a la reja de la prisión, Andrea lloraba inconsolablemente, viendo a Francesco cabizbajo, sentado en una cama rudimentaria de metal. La escena la llena de desolación. — Mamá— murmuró Francesco cuando se percató de su presencia— ¡Sácame de aquí! —He hecho de todo hijo, le he suplicado al maldito de Matteo, y no le he logrado nada. No tiene piedad ni compasión, por ninguno de nosotros. —Búscame al mejor abogado penal que exista, le exigió Francesco, con un atisbo de esperanza presente en sus ojos. —Con que lo haríamos, replicó ella, su voz cargada de amargura, ahora mismo lo que tengo es el apellido, tu padre no me habla, y dependemos de Sebastiano. Y por si fuera poco, ese viejo endemoniado está muy delicado de salud, y todo por culpa tuya. — ¡Sácame de aquí!, gritó él, desesperado. ¡Tú eres la culpable! ¡Querías dinero!, y eso fue lo que hice. Ahora lo tengo, pero no puedo disponer de él. ¡Maldició
Capítulo 84 ¡Hace tiempo que debimos divorciarnos! — ¿Te pasa algo, Samantha? Te noto un poco triste, preguntó Matteo, confuso, frunciendo el ceño. Samantha decidió contestar después de una pausa. —He estado pensando mucho en Melissa. Corre el rumor en las redes sociales de que la han sustituido por otra actriz. ¿Tú tuviste algo que ver con eso? —lo miró inquisitiva, con el rostro lleno de dudas. — ¡Claro que no!, ¡Soy el primero al que le gustaría tenerla lejos en otro país! Pudo ser que creyera que todo este escándalo de nosotros tres la iba a favorecer y ha resultado lo contrario. En ocasiones, la publicidad negativa puede ser devastadora para una actriz y la puede llevar a ser cancelada y sustituida por otra. Como dice el refrán, ¡le salió el tiro por la culata! Definitivamente, estuvo mal asesorada. Un buen agente le habría dado un mejor consejo. Y como bien dices, también se aplica el refrán: cosechas lo que siembras. — ¿Por qué las cosas tuvieron que ser así? Mi hermano y
Capítulo 85 ¿Qué tipo de mujer es esa?— ¡Lo siento amor! ¡En verdad lamento todo esto! Solo quería una salida contigo para distraerte, venía diciendo Matteo con voz llena de tristeza y arrepentimiento.— ¡No te preocupes! Nadie tiene la culpa. Como tú mismo dices… es el efecto de Melissa en las personas. Vamos a tu casa… te lo dije allá, tenemos helados…, le respondió Samantha con una sonrisa tímida y comprensiva, tratando de calmarlo.****Rafael, con el ceño fruncido y la mandíbula tensa, escuchaba los resoplidos de ira de Melissa al otro lado de la línea. La impotencia y la frustración lo consumían. Un minuto de espera que le pareció una eternidad. Finalmente, no pudo contener la rabia que lo carcomía y explotó:— ¿Me llamaste para quedarte callada o me dirás algo?El silencio continuó, roto solo por la respiración pesada de Melissa. —Si te digo lo que quieres saber, ¿qué harás?, preguntó Melissa con voz llena de rencor.Rafael apretó el teléfono contra su oreja y se levantó de d
Capítulo 86 ¿Como averiguar la verdad? Rafael Salomón comenzó como actor, tenía un buen físico; sin embargo, no tuvo el éxito que esperaba. Conoció a Melissa en un casting y se sintió atraído sexualmente por ella. Después de su dramático rechazo, quedó devastado y regresó a España. Debía tratar de ayudar a sus padres y hermanos en su pequeña empresa de importación y exportación. Ser actor fue un sueño, uno que no pudo ser y que sus padres respetaron, aunque le dieron un plazo de tres años para lograrlo. La realidad de sus fracasos lo golpeó tan profundamente que comenzó a trabajar día y noche para obtener el éxito deseado, y lo logró. En la actualidad su empresa familiar era el principal proveedor de productos que importaban algunos países como Namibia y otros países africanos. Después de que Melissa lo llamó, no había podido dormir. Así que tomó una botella de whisky de la pequeña nevera de la suite en la que se hospedaba, y pasó la noche maldiciendo su idiotez. Al día
Capítulo 87 ¡Es mi hija!—Disculpe de que quiere hablar conmigo ¡No creo conocerlo!—Es un asunto personal y le aseguro que nos interesa muchísimo a ambos, se trata de Melissa— ¿Melissa? ¡No entiendo!, la expresión de Matteo fue de absoluta confusión e incomprensión.—Hay algo muy delicado que tenemos que hablar, si pudiera ser en su casa sería lo más recomendable.A Matteo no le gustó para nada la mención de Melissa y el tono urgente y grave de este hombre al enfatizar la importancia del tema y la necesidad de hablar en privado. Lo pensó un momento, luego se decidió.—Pásele el teléfono a mi asistente, por favor. Esperó un momento y escuchó la voz de Santiago.—Dígame señor—Revisaste sus antecedentes y credenciales.— ¡Lo hice, señor!— ¡Tráelo hasta aquí! ¡Los espero!— ¡Vamos saliendo!Una hora después, Santiago entró al despacho de Matteo y le informo:— Señor D Ángelo, el señor Salomón está aquí.— ¡Por favor! Hazlo pasar.Matteo estaba verdaderamente intrigado. ¿Qué podía ten
Capítulo 88 Un corazón roto en mil pedazos—Esa es la diferencia entre usted y yo, Señor Salomón, yo no necesito prueba de paternidad, soy el padre de Carina, el que la cuido desde que nació, he llorado con ella, he secado sus lágrimas…Sabía que ella ha venido sufriendo por una cardiopatía congénita desde que nació ¿No se lo dijo la irresponsable de Melissa?—Este tiempo no ha sido fácil, con mi hija sufriendo crisis tras crisis, he tenido que sobreponerme a mi propio dolor por no poder caminar para ayudarla a ella a vivir y a vivir bien.—Todo esto lo hemos vivido juntos mi hija y yo. Lo hemos solventado sin nadie más. Ella fue intervenida quirúrgicamente, y hasta ahora todo va bien, le estamos evitando cualquier tipo de estrés que perjudique su salud.—Fueron noches sin dormir, angustia, desvelos. Habiendo escuchado esto ¿Cree que me importa un carajo lo que usted sufre o deja de sufrir? ¡No lo ayudaré a quitarse su sufrimiento de encima, tampoco a quitarme a mi hija! ¡No sea imbéc