Capítulo 88 Un corazón roto en mil pedazos—Esa es la diferencia entre usted y yo, Señor Salomón, yo no necesito prueba de paternidad, soy el padre de Carina, el que la cuido desde que nació, he llorado con ella, he secado sus lágrimas…Sabía que ella ha venido sufriendo por una cardiopatía congénita desde que nació ¿No se lo dijo la irresponsable de Melissa?—Este tiempo no ha sido fácil, con mi hija sufriendo crisis tras crisis, he tenido que sobreponerme a mi propio dolor por no poder caminar para ayudarla a ella a vivir y a vivir bien.—Todo esto lo hemos vivido juntos mi hija y yo. Lo hemos solventado sin nadie más. Ella fue intervenida quirúrgicamente, y hasta ahora todo va bien, le estamos evitando cualquier tipo de estrés que perjudique su salud.—Fueron noches sin dormir, angustia, desvelos. Habiendo escuchado esto ¿Cree que me importa un carajo lo que usted sufre o deja de sufrir? ¡No lo ayudaré a quitarse su sufrimiento de encima, tampoco a quitarme a mi hija! ¡No sea imbéc
Capítulo 89 Eres el peor padre del mundo Samantha tuvo que contener las lágrimas y estuvo con Matteo hasta que lo vio calmado. El dolor que sentía al verlo tan deprimido seguía encogiéndole el corazón. Lo veía visiblemente afectado después de su conversación con Rafael Salomón. — ¿Estás bien?, le preguntó Samantha con voz muy suave. —Sí, no te preocupes… solo que no sé qué hacer, Samantha. No puedo creer que esto esté pasando, le respondió con un tono aparentemente despreocupado —Lo sé, es mucho para asimilar, murmuró comprensiva, pero no tengas miedo, nadie te quitará a tu hija, bueno… por ahora no—añadió. — ¿A qué te refieres? —Algún día ella se casará y su esposo tendrá que ser lo primero en su vida — ¿Crees que es el momento para bromear?, le dijo el de mal humor. —Lo lamento, solo quiero que te des cuenta de que en algún momento ella se casara y se marchara. —Pero no se marchará por ahora y menos por una fulana prueba de paternidad. —Sé que no viene al caso. Solo quería
Capítulo 90 ¿Crees que los dejaré sin luchar?Caminando de un lado a otro en su habitación, Samantha, no dejaba de pensar en lo ocurrido con Carina, y se repetía una y mil veces que era imposible que su sobrina fuera hija de Rafael, en su mente solo circulaba la idea de que su hermana estaba haciendo todo aquello por venganza, para lastimar a Matteo.«Si eso debe ser», afirmó internamente, antes de mirar hacia la pequeña mesa que últimamente estaba utilizando como escritorio.—Melissa tendrá que decirme la verdad, es momento de que la enfrente— refunfuño tomando su teléfono y esperó pacientemente a que su hermana respondiera.—Eres tan predecible, sabía que me llamarías, ahora quieres ser la superheroína del tullido. Aprovecha tu momento de gloria porque sé que durara muy poco—escucho a Melissa hablar despectivamente y respiro hondo para no caer en su provocación.—Hola Melissa. Espero que te encuentres bien— contestó con ironía. —Necesito hablar contigo— demandó.—No tengo ningún int
Capítulo 91 ¡Eres muy entrometida! — ¿Qué haces aquí, Rafael? ¿Me estás siguiendo?, le preguntó mirándolo con sospecha. —No es así. Quería hablar con Melissa. Cuando llegué a la dirección donde vive, ella iba saliendo. La seguí hasta aquí, esperé un rato y vi que llegabas. Escuché algo de su conversación. — ¿Escuchaste lo que dijo? — ¿Lo del chantaje? Era imposible no hacerlo, lo dijo en voz alta. — ¡Por favor, siéntate!, mientras decía esa frase, Samantha le señalaba la silla. — ¡Gracias! Rafael tomó la silla y se sentó dispuesto a convencerla de sus buenas intenciones… —Escucha, yo no quiero hacerle daño a nadie, mucho menos a la niña, pero como comprenderás, no puedo regresarme a mi país, así como si nada. No puedo desentenderme de esa pequeña que puede ser mi hija. Merezco saber, si es o no mi hija, más bien necesito saberlo para seguir viviendo. ¡Me gustaría que me ayudaras con Matteo D Ángelo!, la miró suplicante. —Le dijiste a Matteo que si era tu hija, la querías contig
Capítulo 92 ¡Ponte en mi lugar! Matteo entró al despacho con Samantha a su lado y allí vio a Rafael Salomón. Éste caminaba de un lado al otro. Parecía nervioso. Era quizás un nerviosismo parecido al que aquejaba a Matteo. En cuanto vio a Matteo fue hasta él para estrechar su mano. Matteo aceptó con desgano estrecharle su mano. A este hombre lo veía como su enemigo. Nadie lo convencería de lo contrario. Trataría esto como el convenio más delicado e importante de su vida. La pregunta que se hacía Matteo era ¿Cómo enfrentarlo sin perder el control? Este hombre quería arrebatarle lo más preciado que él tenía: su hija. Ella había sido el motivo por el que sacrificó su libertad y soportó a esa mujer durante tanto tiempo. Por lo cual era crucial mantener la calma. Las emociones fuertes podrían nublar su buen juicio. Respiro profundamente, decidido evitar caer en provocaciones. Se enfocaría en lo que era lo mejor para Carina. Rafael Salomón comenzó a hablar primero: —Matteo, quiero rei
Capítulo 93 ¿Aún me odias? La discusión continuaba en el pasillo de la sala donde se hizo la prueba de paternidad. —Samantha, ¿Puedes decirme que tú misma no estás siendo egoísta? Estás pensando solo en la felicidad de Matteo. Ya escogiste un bando y sin importar qué, siempre me verás como el villano. —No es cosa de escoger un bando o estar de parte de uno o del otro, aquí lo único importante es Carina, su bienestar físico y mental. ¿Piensas que la niña estará bien diciéndole que los primeros cinco años de su vida han sido una mentira? —Samantha contuvo el aliento, casi se ahoga con las palabras. —No estoy exigiendo que me entreguen a la niña, ni que le digan ahora mismo que es mi hija, sino que cooperemos, para que ella se acostumbre a mí y a mi familia. Quiero compartir con ella, que me conozca y aprenda a quererme. Más adelante, cuando tenga la capacidad de entender, ustedes me ayudarán a decirle que soy su padre. Siento que merezco experimentar mi paternidad. —Lo sé, Matteo fu
Capítulo 94 ¿No te importa el bienestar de la niña?Rafael, llego al apartamento de Melissa. Al estar frente a la puerta golpeo con insistencia la misma. Su rostro reflejaba una mezcla de ira, rencor y confusión. Al ver que Melissa le abría la puerta, Rafael cruzó el umbral y la enfrentó.Se preguntaba cómo podía esa mujer tener un rostro tan tranquilo y feliz, después del desastre que había hecho con la vida de Matteo, Carina y él mismo.— ¡De verdad que no entiendo! ¿Cómo puedes existir una persona así como tú? ¿Te ves tan tranquila después de todo lo que has hecho? ¡Eres un ser tan despreciable! Es que no le tienes miedo al castigo de Dios! —gritaba, fuera de sí, completamente alterado.Melissa, sin inmutarse, lo miró fijamente. — ¿No sé a qué te refieres? —Preguntó con fingida inocencia, mientras jugueteaba con su pulsera.Rafael, enfurecido, se acercó a ella. — ¿Te parece poco? Me escondiste a mi hija. La hiciste pasar como hija de otro. Lo engañaste también a él para casarte con
Capítulo 95 ¡Yo no soy un regalo para ninguna mujer!Desde temprano en la mañana, Samantha decidió cocinar y Matteo, en cuanto lo supo, la miró enojado.— ¿Cocinas para él? ¡En serio! ¿No te das cuenta de lo que él significa para mí? Ella sonrió al escuchar sus palabras y puso su mano en sus hombros. Ambos murmuraban ya que una de las cocineras entraba y salía de la cocina.— Solo soy realista. Él estará en nuestras vidas durante mucho tiempo. ¡No lo convirtamos en nuestro enemigo! No ganamos nada con enfadarnos, le dijo en voz baja.— No estoy enfadado, solo… no sé cómo manejar esto, replicó.— Debes enfrentar la realidad. ¡Debemos esforzarnos! Nos corresponde ser amables con él, de esa manera tu hija crecerá en un ambiente agradable y no en un ring de boxeo. Esto apenas ha comenzado y depende de nosotros hacer que la vida de Carina sea lo más placentera posible. Me gustaría que crezca en un hogar armonioso. Escucha… Carina es tu hija, sus años juntos han desarrollado un lazo indestr