Capítulo 69 Trabajando juntosLas sirenas de la policía se escuchaban a la distancia. Eva salió precipitadamente de un vehículo y, al ver el caos que se había desatado, comenzó a gritar en dos idiomas para dispersar a la multitud de periodistas que acosaban el vehículo donde sabía estaba Samantha. Los latidos de su corazón fluctuaban dramáticamente.Con terror vio que el guardaespaldas no había podido cerrar la puerta trasera y era acosado por los paparazzi que querían más información directamente de una de las fuentes.La policía llegó, también, otros guardaespaldas de Matteo, y, con firmeza, alejan a los paparazzi de la zona, creando un espacio seguro.Eva, visiblemente molesta por la situación, se subió al vehículo y prácticamente saco a empujones al guardaespaldas que se encontraba sentado junto a Samantha. Una vez que el guardaespaldas salió, Eva se sentó al lado de su amiga, la abrazó con fuerza y ella recostó su cabeza en su pecho. Samantha comenzó a llorar ininterrumpidamente,
Capítulo 70 Debes perdonarme, SamanthaEva observó a Samantha con preocupación — ¿Estás segura de que quieres hacer eso? No puedes huir ante la primera dificultad. Todo esto está orquestado por alguien con malas intenciones, el artículo, la emboscada frente a tu trabajo… nada es casualidad. No te preocupes, ya pasará, la prensa perderá el interés en ti.—¿De verdad crees eso?, le pregunto con duda.— ¡Por supuesto! ¿Y qué hay de Carina? ¿Qué pasará con ella?, le respondió con firmezaSamantha bajo la mirada con tristeza—Es precisamente por ella, que me gustaría irmeEva suspiró —Siempre supiste que un romance entre Matteo y tú, no sería fácil. Pero no hablemos más de esto por ahora. Deja que Rodrigo te ayude con un sedante o algo para que puedas calmarte.Samantha negó con la cabeza—No quiero nada de eso. Tengo que superar esto sola.Eva insistió —No seas terca, Sam. Esa experiencia no ha sido fácil para nadie. Déjate ayudar. ****—Sam, ¿Te sientes mejor?—Sí, estoy bien. Ve a hacer
Capítulo 71 Un verdadero lío—Sam, escúchame bien. Yo puedo darte mucho más que Matteo. Nunca serás feliz con él, lo sabes. Melissa nunca lo permitirá. Solo te causará dolor. Ya lo estás empezando a sentir. Tienes todo en contra. Déjame demostrarte lo que puedes tener conmigo.— ¡Suéltame imbécil!, Samantha luchaba por soltarse de su agarre.—No seas así, Samantha. Solo quiero ayudarte. Sé lo que estás pasando y puedo ofrecerte un futuro mejor.Francesco continuó profundizando en la herida emocional de Samantha, como si fuera su propia conciencia.—Después de todo, ellos están casados, son pareja y tienen una hija. Carina también saldrá lastimada si esto continúa. ¿Qué crees que pasará contigo? ¿Crees que tendrás alguna oportunidad con Matteo? Yo puedo darte todo lo que un hombre puede darle a una mujer. Ya me amaste una vez. Puedes volver a hacerlo.Las palabras de Francesco golpeaban con fuerza a Samantha, confirmando sus peores pensamientos. Parece que había leído su mente.Ella co
Capítulo 72 ¡Quiero a mi titi Sami!Eres una niña encantadora —le dijo Melissa sonriendo con dulzura a Carina mientras la observaba sentada en un banco del jardín—Me recuerdas mucho a mí. ¿Estás contenta de verme? ¡Quería venir antes, pero no pude! Tu papá está un poco enfadado conmigo y no me dejaba verte. ¡Pero ahora estoy aquí y dispuesta a quedarme! Ayúdame, mi pequeña, dile a tu papá que quieres que viva aquí contigo.Carina, la miro sería. Hacía tiempo había perdido la familiaridad con su madre. A su edad se necesitaba un contacto más seguido para que haya afectividad.Melissa ignoró la indiferencia de su hija y enfatizó con firmeza— ¡Soy tu mamá! ¡Tenemos que estar juntas!,Carina casi a punta de llorar, y con la cara enfurruñada solo repetía— ¿Dónde está mi tía Sami? Nina, ¿dónde está mi tití? ¡Ya debería haber llegado!Melissa repitió con desgano, haciendo una mueca de fastidio — ¿Titi Sami? Ella se fue, mi amorcito. Es tu tía, la envié aquí solo para qué te acompañará mientr
Capítulo 73 ¡Samantha no te quiere!Matteo enarcó una ceja.— ¿Vas a seguir molestando a Carina? ¿Su estado de agitación es por tu culpa?Melissa apretó los labios con fuerza—Entiende que soy su madre. ¿Acaso no puedes comprender que a Samantha no le puede doler más que a mí, Carina? El hecho de que tengas una relación confusa con Samantha no significa que ella la ame más que yo.La cabeza de Matteo parecía que iba a echar humo — ¿Estás hablando en serio? Samantha estuvo al lado de mi hija todo este tiempo. Lloro de tristeza, cuando la llevaban a cirugía y de, felicidad cuando salió de la cirugía. Cuando no quería las inyecciones, cuando no quería comer, era ella la que estaba allí junto conmigo, lloramos de felicidad el momento exacto en que el médico nos dijo que se pondría bien. Tú, en cambio, nunca hiciste acto de presencia, después que nació te desentendiste, ni siquiera llamaste durante la cirugía, estabas en una fiesta en plena cirugía. ¿Cómo puedes ser tan descarada? ¡Termina
Capítulo 74 ¡Acepta el divorcio!—Me lo has querido quitar todo, mi marido y ahora a mi hija ¡Es que no tienes vergüenza!— ¡Melissa contrólate! ¡Solo vine a saber de la niña! —le respondió con una postura tensa.Samantha puso su mano en el hombro de Matteo y este gesto no pasó desapercibido para Melissa, que la miró con rabia.—No tienes nada que hacer aquí, ahora estoy yo, su madre, tú no tienes nada que hacer aquí. ¿Cómo se te ocurre ambicionar lo que es mío, por derecho?Al escucharla, Matteo ladeo su cabeza con arrogancia y la miró fijamente — ¡La que no tienes nada que hacer aquí, eres tú!, ¡Sinvergüenza! ¡Lárgate de una vez! No te basta con lo que has hecho ¡Has alterado tanto a mi hija que ahora está allí en la emergencia! ¡Es tu lengua venenosa lo que la ha llevado a estar así!, le reclamó Matteo.— ¿La defiendes? ¿Colocas a Samantha por encima de la madre de tu única hija? —le indico Melissa, aparentemente anonadada, ella que siempre había estado primero que su hermana, en s
Capítulo 75 ¡Debes hablar conmigo!—Lo siento, hijo —dijo Sebastiano—. Como me gustaría que esto no te sucediera. Matteo negó con la cabeza.—No es culpa de nadie, papá, solo de ella. Es Melissa. No puede aceptar que no tiene el control total de la situación.—Matteo, sé que no he sido buen padre, pero en verdad deseo tu felicidad y que estés bien. Todo lo que te ha ocurrido los últimos años, me ha dolido muchísimo. También he tratado de cuidar tu negocio, mientras pasaba tu dolor, y aun en eso te he fallado.—Deja eso, papá, nunca he dudado de tu afecto hacia mí. Simplemente, no hemos tenido suerte. Tú también te has rodeado, de personas indeseables. Tu mujer y tu hijo, por ejemplo, le dijo con pesar, ellos siguen en mi casa porque te tengo en consideración, y no quiero dejarte solo en medio de esas alimañas.—Lo lamento, he hecho lo mejor que he podido, en verdad lamento todo esto, le dijo cabizbajo.—No hablemos más de eso, papá. Ya lo hemos discutido antes.Samantha se acercó al
Capítulo 76 ¡Eres la víctima!Samantha se quedó en silencio por unos segundos, respirando agitadamente. Luego, con una voz más calmada, pero no menos firme, le dijo:—Está bien. Te espero abajo. Que quede entre tú y yo. Un último favor que te haré y créeme es el último.Las sombras de la tarde se alargaban. A medida que Melissa se bajó del vehículo y se acercó a la reja principal, la tensión fue palpable. La impotencia y la rabia la consumían. No podía creer lo bajo que había caído, siendo la dueña y señora de esta casa, tener que estar fuera esperando, abrieran la puerta.Samantha no podrás escapar de mí—se dijo Melissa apretando los puños —no después de lo que me has hecho. Vine a darte una lección que no olvidarás jamás.Al llegar Samantha, trato de mantener la calma, aunque su corazón latía con fuerzas. Los guardaespaldas trataron de detenerla, pero ella llegó a un acuerdo con ellos, y la dejaron abrir el portón para dejar pasar a Melissa. No estaba dispuesta a que cualquier pers