Alexei Voronin Nos habíamos ido de la ceremonia, solo faltaban unos minutos para llegar a la mansión y podría encerrarme con Alina durante toda la noche en la habitación. — ¿Cuánto falta? — era la quita vez que preguntaba desde que nos habíamos ido, estaba acostada en mis piernas y yo jugaba con las hebras de su cabello suelto. — Menos desde la última vez que preguntaste, te lo aseguro — éramos escoltados por seis camionetas, le había avisado a su padre que nos habíamos ido, lo cual no le había causado ninguna gracia. — Estoy cansada de estar en este auto — hace un puchero lo que la hace parecer aun más tierna, dios quien escuchara mis pensamientos sobre esta mujer tendría una sobredosis de azúcar. — Ya veo las luces de la casa — se levanta como un resorte y comienza a dar saltitos — No sabía que te entusiasmaba tanto que te comiera las tetas y de haberlo sabido antes hubiera hecho el sacrificio — susurro en su oído, tomo su lóbulo entre mis dientes y tiro de él. — Alexei… — Sh
Alina Klara: 30 de Julio Un fuerte dolor de cabeza me impide abrir los ojos, no recordaba mucho después de haber sido inmovilizada, antes de salir de los túneles ya había perdido la conciencia, me habían drogado o me noquearon. La humedad en el lugar era asfixiante, mi cuello dolía por permanecer tanto tiempo en la misma posición, mis manos estaban atadas por detrás de la silla donde me encontraba al igual que mis piernas. El irritante sonido de una puerta siendo abierta me pone a pitar los oídos, hago una mueca al saber que si me habían drogado. Varias pisadas comienzan a escucharse en la habitación. Había visto las suficientes películas para saber lo que vendría. — Si van a torturarme háganlo de una puta vez — digo, mi voz se escuchaba rasposa y no se parecía nada a la mía. — Así que su alteza ya esta despierta — un par de manos callosas me toman del cuello obligándome abrir los ojos a pesar del dolor. Lucas Moretti me miraba con una sonrisa triunfante en su asqueroso rostro. —
Alexei Voronin: 31 de Julio Pasamos toda la noche revisando las cámaras y no encontramos nada, no teníamos forma de saber por donde se habían ido sin ser detectados. Intente dormir un poco — ordenes de mi padre — pero por más que lo intente cada vez que cerraba los ojos no podía ver más que su sonrisa y sus ojos brillantes, saber que en estos momentos podría estar siendo torturada me dolía, iba mas allá de una simple molestia en el pecho, sentía que me estaban arrancando cada parte de mi, el alma me dolía y simplemente no podía contemplar una vida sin ella. Había verdad en la frase El amor duele porque si yo la perdía, ella se llevaría mi corazón, porque dejo de ser mío en el momento que la conocí. Tocan la puerta de la habitación así que me levanto abrirla, mi padre dijo explícitamente y cito — que me llamaría en cuanto tuvieran algo, si seguía caminando de un lado a otro mataría a todo el mundo — así que esperaba que fuera importante lo que me tenían que decir, no quería agregar u
Alina Klara: 1 de agosto Tuve una noche tranquila lo que me tenia ansiosa y con los nervios a flor de piel, la espalda me escocía y me preocupaba el estado en la que se encontraba, intente ponerme de pie un par de veces pero la falta de comida, agua y sangre comenzaba afectarme y sumado a eso los golpes que había recibido. Si venían por mí no tenía la fuerza para luchar, el cansancio era tanto físico como psicológico, anoche me había desmayado sobre mi vomito así que el estado en el que me encontraba era deplorable, no era ni la sombra de la chica que se llevaron, solo les había tomado tres días fracturarme y romperme. Las palabras de Lucas venían a mi mente por minutos, procuraba pensar lo menos posible en eso y los recuerdos que solían llegarme en mis momentos de mayor lucidez, si moría, no sería por un ataque de pánico, usaría las horas que me quedaban para recibir la muerte con dignidad. No era propio de mí rendirme, pero sabía que hay batallas en la vida que no podemos ganar
Alexei Voronin La mansión de los Moretti se encontraba únicamente protegida por unos cuantos guardias, Lucas estaba tan confiado que nunca imagino que encontraríamos su ubicación y mucho menos que su primo nos abriría las puertas de su casa. Podría haber llegado matando todo lo que se moviera y sacar a Alina de aquí, pero con cierta reticencia acepte entrar con el mayor disimulo y dar la señal para que Lorenzo la sacara. Salgo del túnel que da a la entrada principal, tomo a uno de los guardias por la espalda presionando su cuello hasta que se desmaya, no lo mataría, era de cobardes si no lo hacías cara a cara. Mis otros hombres hacen lo mismo hasta que el frente se encuentra totalmente desprotegido, había llegado la hora. Ponemos la dinamita y volamos la cerca, todos los guardias de Lucas vendrían por nosotros mientras Alina salía de aquí, un plan con muchos finales, unos felices y otros no tanto. Mis hombres terminan de entrar y cuando inicia la balacera le doy un festín a mi sed d
Me deshago de su agarre ignorando el dolor en mi mejilla, no seguiría permitiendo que me maltratara. Lo miro y lo enfrento. — Detente. No seguiré con esto estoy harta, no solo me maltratas si no que también me estuviste engañando con mi mejor amiga, sabía que lo hacías pero nunca imagine que con ella — intenta tomarme del brazo pero me alejo — ¡No! ¡Ya te dije que no! Ahora me iré por esa puerta y no me seguirás, no intentaras buscarme porque iré a la policía y te pondré tras las rejas. Lo dejo con la palabra en la boca y termino de bajar las escaleras, imploro para mis adentros que no me siga, si lo hacía podría llevarme fácilmente a rastras al apartamento, necesite de toda mi valentía para hacerle cara a la situación, pero el miedo estaba ganando terreno. Me cuelgo la mochila cuando llego al estacionamiento, estaba cerca, al ver mi motocicleta no puedo evitar correr hacia ella, me subo a ella y la enciendo, al ver hacia tras Matt venia por mí. M****a. Acelero a fondo soltándome
Alina Klara Mi cuerpo se sentía ligero, las sombras en mis parpados se movían de un lado a otro, mi mente se encontraba en blanco, me encontraba sola en la oscuridad y aun así no estaba asustada. Percibía movimientos a mí alrededor, una mano cálida sostenía la mía y trazaba círculos en ella, no tenía que ver para saber quién era. Intentaba evocar los recuerdos de lo que había sucedido, mi secuestro, las torturas, una explosión, luego me liberaron y por ultimo una punzada en mi pecho que me aterro a pesar de estar inconsciente. — Cariño — la voz de Alexei se escuchaba cansada — Anhelo por primera vez ser reprendido por alguien, despierta así sea para gritarme o para echarme en cara no haberte dicho la verdad pero despierta… por favor — sentía el dolor que desprendían sus palabras. Quería abrir los ojos y decirle que estaba bien, pero que no debe descuidar su salud así, pero soy arrastrada de nuevo a las sombras. Lejos de mi diablo. ф En esta ocasión cuando regreso a la consciencia
Anastasia Smirnov Mi cuerpo me pedía que descansara, pero si no obtenía respuestas ahora entonces me vendría abajo. Esto era algo que necesitaba para no pensar en los últimos días. — ¿Y bien? — se habían sentado y me miraban fijamente. Mi padre suspira y comienza hablar. — Mucho antes de que yo conociera a tu madre, tu abuela Anoushka o Ana, trabajaba para mí padre, tu abuelo Antonio Smirnov, ella era la encargada de su seguridad, ella era alguien muy querida por todos y una guerrera. Un día conoció a Jasha Syoma, tu abuelo, era uno de sus guardias, pero también el diseñador de armas más buscado del mundo, se enamoraron y tuvieron a una niña, Alina Syoma, tu madre. « Siguió los pasos de su madre y comenzó a trabajar para mí padre, un día enviaron a tu abuela a una misión, acabar con los italianos, pero ella terminó secuestrada por ocho meses, durante ese tiempo tus abuelos la buscaron, pero nunca la encontraron, después de los ocho meses enviaron su cabeza en una caja a Jasha. Eso