Mirando la hora otra vez en la computadora soltó una tremenda maldición cuando dieron las siete de la noche y Markus aún no salía de su oficina. Todos ya habían salido hace dos horas, menos ella.
Sintió su cara arder cuando las fresas se burlaron de ella después de que Markus le había dicho que tenía que quedarse horas extras.
Apoyó su cabeza sobre el escritorio cerrando los ojos, tenía un sueño horrible. No había podido dormir desde el sábado después de que el banco le había llevado esa carta con la cantidad de dinero que su padre debía.
El sueño fue tan pesado que no se dio cuenta cuando se quedó dormida sobre su escritorio justamente como hacía cuando iba a la escuela y le to
Markus salió del baño con una toalla en su cintura tapando su desnudez, subió una ceja cuando encontró a Luisanna acostada en la cama mirando televisión solo en ropa interior. Se mordió el labio sintiendo como su autocontrol estaba al máximo al ver el cuerpo de la menor.Se subió en la cama logrando que Luisanna deje de ver la televisión para mirarlo a él. Agarrando el brazo de la menor logró detener su huida patética.— No te he dicho que te vayas, así que deja tu pálido trasero donde estaba, Luisanna —esta asintió—, ¿Por qué estás en ropa interior? ¿Intentas matarme de un orgasmo repentino?— susurró, y ella se sonrojó.— No intenté n
Tomando otro sorbo de su bebida, miró cada una de las expresiones que su jefe tenía en su rostro en ese momento.Ya había perdido la cuenta de cuantas copas de alcohol había bebido en menos de unos pocos minutos para ser exactos.Después de que sus padres se habían ido a sus asientos los cuales estaban debajo del suyo, ósea, en el primer piso. Le había pedido a uno de los camareros que pasaban por allí una botella de alcohol con un vaso incluido necesitaba olvidarse de los problemas aunque en la mañana se lamentaría.Sonrió como si le hicieran algún chiste cuando Markus bajó del podio saludando a las personas que parecían más interesadas en que siguiera invirtiendo en sus empresas que algo de lo que hab&ia
Mordió su labio cuando sintió las grandes manos de su jefe sobre sus hombros.La habitación estaba a oscuras y ella no se había molestado en levantarse de la silla en la que se encontraba, ni siquiera cuando fueron a limpiar la habitación. Los platos que había usado los había recogido todo dejando la habitación impecable.— Es muy noche para que estés mirando el océano —dijo, antes de besar su oído y retirarse hacia la habitación.Luisanna se levantó por inercia para ir detrás de su jefe el cual se había quitado el saco y prosiguió a quitarse los botones de las muñecas de su camisa.— ¿Qué hacías estas horas a
Los siguientes días fueron los peores para la rubia. Markus la trataba como si fuera una simple mercancía.Gracias a Dios ya su martirio había acabado aunque sea por unos pocos días en los cuales Markus después de haber regresado a su casa pasaba más tiempo con su esposa o eso imaginaba.Y ahí se encontraba como cada día desde que comenzó a trabajar para Markus comprando el café.— ¡Santa mierda! ¡Esto quema! —gritó histérico, la persona que estaba enfrente de ella.— ¡Lo siento! —gritó también—. No fue mi intención hacer eso. Venía distraída, enserio lo siento —mordió su labio inferior mirando
Soltando una maldición se cruzó de brazos cuando Markus salió de la oficina indicándoles a las demás personas que podían salir, menos a ella. Aunque, tenía bastante trabajo atrasado tenía planeado salir con Matt esa noche, pero como siempre su estúpido jefe tuvo que intersectar sus movimientos, deteniéndola.No sabía cómo Markus se había enterado de que se había encontrado con su mejor amigo pero no le interesaba en lo más mínimo. Por primera vez en la vida tenía ganas de dejar a la rubia pacífica y matar a su jefe.Siguiendo con el trabajo pendiente murmuró una que otra maldición para que Markus la escuchara por alguna de las cámaras que habían allí.Aunque
Luisanna trataba de caminar de forma correcta después de haber salido del carro de Markus. Le dolía el cuerpo completo después de haber tenido sexo con él sobre la mesa de la sala de reuniones.Estaba más que claro de que no era su día y más aún que su cumpleaños era al día siguiente. No podía mover ni un solo músculo de su cuerpo Markus había exagerado con sus cosas.Había perdido la hora desde que llegó a su casa lo único que quería era que de milagro Markus le diera vacaciones para poder salir del país a visitar a su hermana.Al menos debía de agradecerle ya que las nuevas secretarías que tenía en la oficina fueran buenas y hacían la mayor parte del trabajo para
Pasando la punta de su dedo por la espalda de Luisanna no pudo evitar sentir algo de miedo al confesarle que le gustaba más de lo normal. No debía de haber dicho esas palabras a alguien así como ella, no podía dejarse caer por una persona que vendía su cuerpo por dinero para pagar sus deudas.La habitación del apartamento estaba oscura pero a cierta manera se podía ver la luz del sol salir dando el primer alumbramiento del día.Debía de admitir que para una persona tan joven como lo era Luisanna era sumamente hermosa, con ese toque de inocencia que le hizo contratarla desde que la vio hace meses en la puerta de su oficina buscando trabajo.Sonrió de lado sin dejar de pasar sus dedos por la espalda y detenerse en su trasero y volver a subir otra ve
Se escondió detrás de una de las columnas viendo con una ceja levantada a la supuesta esposa de Markus en uno de los restaurantes que quedaban cerca de su trabajo. Justamente en el mismo lugar en que había estado comiendo con Matt.Entrando otra vez se sentó de espaldas a ella y a los dos hombres con los que estaba tratando de escuchar algo. Ya se le hacía bastante raro que la vea otra vez con ellos.Encendió la cámara quitándole el flash y luego lo colocó junto con la sal grabando todo lo que decían. En voz baja pidió un café tratando de que no la reconocieran por haber estado allí hace unos pocos minutos.— Debemos de actuar rápido, Markus no es estúpido como para creer que estoy embaraz