DILLON Observé su expresión mientras le aplicaba la compresa de hielo en el tobillo lesionado. Me miraba continuamente como si fuera un fantasma.—¡Ahhh!— Lloró cuando le apliqué un poco de presión en el tobillo.—¡Oh, lo siento!— Me disculpé.—¿Qué estás haciendo aquí?— Gritó cuando salió de su pequeño mundo.—Uh aplicando una bolsa de hielo en tu pierna supongo— le dije mientras veía como sus ojos crecían del tamaño de un platillo.—¡Oh, claro!— Ella dijo confundida y luego como si le hubiera golpeado la mente, entrecerró los ojos y comenzó a mirar.—Quiero decir, ¿qué estás haciendo aquí?— Ella habló explicándome moviendo sus manos.—Te dije...— me cortó —¡No! No esta cosa del hielo quiero decir que eres tú— señaló su dedo índice hacia mí —Aquí— señaló su dedo hacia su casa.—Eso solo lo dije ayudándote— le dije y vi como empezaba a temblar de rabia.—¿Qué demonios Dillon?— y volvió a gritar.Puse los ojos en blanco y continué haciendo mi trabajo.—No me ignores ahora— gritó cuan
ANDREA —¡Ahora habla!— Dije mientras golpeaba impacientemente el suelo con el pie.—¿Por qué eres tan impaciente?— se quejó Dillon mientras se arreglaba el pelo con la mano. Lo miré a través del espejo y luego lo fulminé con la mirada.—¡Sí! ¡Sí! Tu pelo ya está perfecto. Déjalo y responde a mis preguntas ahora—. Pregunté mientras esperaba que hablara.—Oh, cállate ya— le oí murmurar y di un pisotón.—¡Bien!— Me di por vencida y me di la vuelta saliendo de su habitación, hacia la mía.—¿Qué vas a desayunar Lu- uh Andrea?— Preguntó Greta y la miré incrédula.—¿Así que ahora me preguntas qué voy a hacer para desayunar? Nunca me lo habías preguntado así que ¿por qué ahora?—. PreguntéElla se quedó callada esperando mi respuesta.—¡Bien! Haz lo que quieras— dije mientras caminaba hacia el salón y me sentaba en el sofá apoyándome en él y cerrando los ojos.—¿Cómo está tu pierna?— Escuché la voz de Dillon después de algunos minutos.Me quedé callada sin responder a su pregunta. Si él no pu
ANDREA Me quedé mirando como si tuviera cuernos en la cabeza. Lo que me dijo hace un momento no me gustó nada.—¿Qué?— fue lo que logré pronunciar. Luego me aclaré la garganta y miré aquí y allá.—¿Perdón? ¿Qué acabas de decir? No te he entendido— pregunté de nuevo pensando que quizás le había escuchado mal.Parecía tranquilo y tenía una expresión de complicidad en su rostro, como si supiera que yo iba a reaccionar así.Me dedicó una pequeña sonrisa y, una vez más, me encontré con que estaba pasando su dedo por mi pie, lo que me produjo un escalofrío.—Sé que puedes sentir estos cosquilleos cada vez que te toco. Este es el vínculo de pareja y esta es la prueba de que eres mi Mate—, me dijo mientras seguía pasando su dedo por mi pie.Negué con la cabeza, retiré la pierna de su agarre y me senté recta.—Esto es imposible. No soy tu pareja. Soy una humana, por el amor de Dios—. Levanté las manos en el aire.—Pues eres mi pareja. Por supuesto, mi pareja humana—, me dijo mientras se recos
DILLON —¿Qué me pasa?— susurré mientras me miraba en el espejo.Allí atrás, perdí el control sobre mí misma. Maldita sea, sólo el mero hecho de pensar en otro macho, no importa si es un humano o un hombre lobo, me enfurece.No puedo soportar que ningún otro macho toque lo que es mío. Andrea es mi Mate y ella es mía.Habría matado a ese hombre de ahí fuera si Andrea no me hubiera detenido en el momento oportuno.—¡Maldición! No puedes perder el control sobre ti mismo. Eres un Rey— me dije a mí mismo a través del espejo.Finalmente me eché un poco de agua en la cara y me la limpié con una toalla y salí del baño hacia su habitación.Su aroma llenó mi nariz y sentí que me relajaba aún más. Inhalé su olor y me senté en su cama.Pude escuchar lo que hablaban abajo.Algo sobre que ella era entrenadora.—¡Interesante!— Dije y me recosté sobre mi espalda escuchando la conversación.—Ella no parece interesada— me dije cuando escuché que ella no le daba una respuesta positiva.Me levanté de la
ANDREA —¿Qué RAYOS acaba de pasar?— Murmuré mientras bajaba las escaleras.—¿Le he besado?—¿En serio lo besé?— Me cuestioné a mí misma y me toqué los labios que aún me hormigueaban por ese beso.—¿Y ni siquiera me arrepiento?—. Me pasé una mano por el pelo confundida.Hubiera matado a esa persona que me hubiera besado así pero aquí estaba disfrutando de besar a Dillon y ni siquiera me arrepiento de haberlo hecho.—Oh Andrea lo siento mucho— escuché a Greta y miré hacia ella para encontrarla de pie cerca de la vajilla rota.No sólo una vajilla, sino una vajilla muy cara que traje de Francia el año pasado. Mi vajilla es muy especial para mí y me encanta. Gritaría a cualquiera que le hiciera algún daño y aquí Greta ha roto mi favorita.—Greta apártate que te vas a hacer daño en los pies— le dije y vi como me miraba sorprendida y yo también.¿Qué demonios estoy diciendo?—A-Andrea ¿estás bien?— Preguntó aturdida.—Por supuesto. Ahora hazte a un lado que te vas a hacer mucho daño en los
ANDREA Mis ojos se abrieron un poco y pude ver una habitación. Todo estaba borroso para mí y me sentía con sueño. No quería volver a dormir, pero mi cuerpo se rindió y me encontré de nuevo en la oscuridad.Gemí sintiendo sed y traté de estirar las manos hacia la mesita de noche en busca de la botella de agua. Siempre guardo una botella de agua antes de dormir. No encontré ninguna. Gimiendo, intenté abrir los ojos. Seguía pesando. En cuanto abrí los ojos, se cerraron inmediatamente afectados por la luz que entraba por las cortinas. Me froté el dorso de la mano en los ojos y lentamente intenté abrirlos de nuevo adaptándome al entorno y fue entonces cuando me di cuenta.—No es mi habitación—, me dije a mí mismo.Miré a mi alrededor y para mi mayor sorpresa, me encontré de nuevo en la habitación de nada menos que la casa de Dillon.—¡Oh, señor mío!Rápidamente me levanté de la cama y corrí hacia la ventana y miré hacia afuera.—El mismo lugar.—¡Mierda! ¿Qué acaba de pasar? ¿Cómo he lleg
ANDREA Corre.Corre tan rápido como tus pies puedan llevarte, sólo corre.—Me decepciona un poco que no hayas considerado siquiera hablar conmigo o con cualquiera de nosotros antes de huir de nosotros.Blade me habló con cara de disgusto y sus ojos reflejaban sus tristes sentimientos. Y el hecho de que yo fuera el motivo de su tristeza me hizo tener aún más ganas de escapar de este lugar lo antes posible.—¡Luna por favor detente!— Escuché a alguien detrás de mí y sabía que no era nada comparado con su fuerza sobrenatural así que hice lo que mi cerebro me dijo que era correcto hacer. Ellos tienen que parar, no yo. Así que doblé una esquina y corrí tan rápido como pude hacia la puerta. Sólo quería escapar de este lugar tan pronto como pudiera.Antes, Blade, Jack, Jenny y Bertha vinieron a recibirme. Parecían más que felices de conocerme pero pronto me bombardearon con sus preguntas.¿Por qué te fuiste?Eres nuestra Luna.Se supone que debes protegernos, ¿verdad?Te protegeremos pase l
ANDREA —¿Por qué siempre huyes?— Preguntó mientras caminaba hacia mí. Cuanto más se acercaba, más nerviosa me ponía y lo odiaba.—Bueno, un cautivo tiene derecho a huir de su captor— le dije y él suspiró frotándose la mano en la cara.—No soy tu captor, Andrea. Soy tu Mate. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?— Preguntó y me di la vuelta evitando su mirada.—Vi un lobo— hablé y lo escuché tararear en respuesta.—Era mucho más grande que uno normal— le dije y me quedé en silencio durante unos minutos antes de volver a hablar —¿Eras tú?— Pregunté y me giré hacia mi lado para mirarle.Asintió de mala gana y se metió las manos en los bolsillos del pantalón.—Es el Rey. Se llama Manson— me dijo y yo asentí y fruncí los labios.—Lo vi una vez antes— le dije a lo que él me miró confundido.—Nunca me transformé en él ni te mostré mi forma de lobo antes. Entonces, ¿cómo y dónde lo viste?— Preguntó y yo sonreí al recordar dónde lo conocí.—En mi sueño— le dije y levanté la vista hacia él para e