ANDREA Me quedé mirando como si tuviera cuernos en la cabeza. Lo que me dijo hace un momento no me gustó nada.—¿Qué?— fue lo que logré pronunciar. Luego me aclaré la garganta y miré aquí y allá.—¿Perdón? ¿Qué acabas de decir? No te he entendido— pregunté de nuevo pensando que quizás le había escuchado mal.Parecía tranquilo y tenía una expresión de complicidad en su rostro, como si supiera que yo iba a reaccionar así.Me dedicó una pequeña sonrisa y, una vez más, me encontré con que estaba pasando su dedo por mi pie, lo que me produjo un escalofrío.—Sé que puedes sentir estos cosquilleos cada vez que te toco. Este es el vínculo de pareja y esta es la prueba de que eres mi Mate—, me dijo mientras seguía pasando su dedo por mi pie.Negué con la cabeza, retiré la pierna de su agarre y me senté recta.—Esto es imposible. No soy tu pareja. Soy una humana, por el amor de Dios—. Levanté las manos en el aire.—Pues eres mi pareja. Por supuesto, mi pareja humana—, me dijo mientras se recos
DILLON —¿Qué me pasa?— susurré mientras me miraba en el espejo.Allí atrás, perdí el control sobre mí misma. Maldita sea, sólo el mero hecho de pensar en otro macho, no importa si es un humano o un hombre lobo, me enfurece.No puedo soportar que ningún otro macho toque lo que es mío. Andrea es mi Mate y ella es mía.Habría matado a ese hombre de ahí fuera si Andrea no me hubiera detenido en el momento oportuno.—¡Maldición! No puedes perder el control sobre ti mismo. Eres un Rey— me dije a mí mismo a través del espejo.Finalmente me eché un poco de agua en la cara y me la limpié con una toalla y salí del baño hacia su habitación.Su aroma llenó mi nariz y sentí que me relajaba aún más. Inhalé su olor y me senté en su cama.Pude escuchar lo que hablaban abajo.Algo sobre que ella era entrenadora.—¡Interesante!— Dije y me recosté sobre mi espalda escuchando la conversación.—Ella no parece interesada— me dije cuando escuché que ella no le daba una respuesta positiva.Me levanté de la
ANDREA —¿Qué RAYOS acaba de pasar?— Murmuré mientras bajaba las escaleras.—¿Le he besado?—¿En serio lo besé?— Me cuestioné a mí misma y me toqué los labios que aún me hormigueaban por ese beso.—¿Y ni siquiera me arrepiento?—. Me pasé una mano por el pelo confundida.Hubiera matado a esa persona que me hubiera besado así pero aquí estaba disfrutando de besar a Dillon y ni siquiera me arrepiento de haberlo hecho.—Oh Andrea lo siento mucho— escuché a Greta y miré hacia ella para encontrarla de pie cerca de la vajilla rota.No sólo una vajilla, sino una vajilla muy cara que traje de Francia el año pasado. Mi vajilla es muy especial para mí y me encanta. Gritaría a cualquiera que le hiciera algún daño y aquí Greta ha roto mi favorita.—Greta apártate que te vas a hacer daño en los pies— le dije y vi como me miraba sorprendida y yo también.¿Qué demonios estoy diciendo?—A-Andrea ¿estás bien?— Preguntó aturdida.—Por supuesto. Ahora hazte a un lado que te vas a hacer mucho daño en los
ANDREA Mis ojos se abrieron un poco y pude ver una habitación. Todo estaba borroso para mí y me sentía con sueño. No quería volver a dormir, pero mi cuerpo se rindió y me encontré de nuevo en la oscuridad.Gemí sintiendo sed y traté de estirar las manos hacia la mesita de noche en busca de la botella de agua. Siempre guardo una botella de agua antes de dormir. No encontré ninguna. Gimiendo, intenté abrir los ojos. Seguía pesando. En cuanto abrí los ojos, se cerraron inmediatamente afectados por la luz que entraba por las cortinas. Me froté el dorso de la mano en los ojos y lentamente intenté abrirlos de nuevo adaptándome al entorno y fue entonces cuando me di cuenta.—No es mi habitación—, me dije a mí mismo.Miré a mi alrededor y para mi mayor sorpresa, me encontré de nuevo en la habitación de nada menos que la casa de Dillon.—¡Oh, señor mío!Rápidamente me levanté de la cama y corrí hacia la ventana y miré hacia afuera.—El mismo lugar.—¡Mierda! ¿Qué acaba de pasar? ¿Cómo he lleg
ANDREA Corre.Corre tan rápido como tus pies puedan llevarte, sólo corre.—Me decepciona un poco que no hayas considerado siquiera hablar conmigo o con cualquiera de nosotros antes de huir de nosotros.Blade me habló con cara de disgusto y sus ojos reflejaban sus tristes sentimientos. Y el hecho de que yo fuera el motivo de su tristeza me hizo tener aún más ganas de escapar de este lugar lo antes posible.—¡Luna por favor detente!— Escuché a alguien detrás de mí y sabía que no era nada comparado con su fuerza sobrenatural así que hice lo que mi cerebro me dijo que era correcto hacer. Ellos tienen que parar, no yo. Así que doblé una esquina y corrí tan rápido como pude hacia la puerta. Sólo quería escapar de este lugar tan pronto como pudiera.Antes, Blade, Jack, Jenny y Bertha vinieron a recibirme. Parecían más que felices de conocerme pero pronto me bombardearon con sus preguntas.¿Por qué te fuiste?Eres nuestra Luna.Se supone que debes protegernos, ¿verdad?Te protegeremos pase l
ANDREA —¿Por qué siempre huyes?— Preguntó mientras caminaba hacia mí. Cuanto más se acercaba, más nerviosa me ponía y lo odiaba.—Bueno, un cautivo tiene derecho a huir de su captor— le dije y él suspiró frotándose la mano en la cara.—No soy tu captor, Andrea. Soy tu Mate. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?— Preguntó y me di la vuelta evitando su mirada.—Vi un lobo— hablé y lo escuché tararear en respuesta.—Era mucho más grande que uno normal— le dije y me quedé en silencio durante unos minutos antes de volver a hablar —¿Eras tú?— Pregunté y me giré hacia mi lado para mirarle.Asintió de mala gana y se metió las manos en los bolsillos del pantalón.—Es el Rey. Se llama Manson— me dijo y yo asentí y fruncí los labios.—Lo vi una vez antes— le dije a lo que él me miró confundido.—Nunca me transformé en él ni te mostré mi forma de lobo antes. Entonces, ¿cómo y dónde lo viste?— Preguntó y yo sonreí al recordar dónde lo conocí.—En mi sueño— le dije y levanté la vista hacia él para e
DILLON Estaba en una manada patrullando cuando la mente de Blade me enlazó diciéndome que Andrea estaba tratando de escapar.Les pedí que la atraparan pero les advertí a todos que no la tocaran. Sabía que Andrea era inteligente pero nunca pensé que haría una estupidez saltando un muro de cuatro metros. Seguía siendo una humana y no me gustaba la idea de que saltara un muro. ¿Y si le pasaba algo?Sabía que no era un gran problema para ella pero para mí era más que un gran problema. Así que le pedí a Blade que se detuviera y que no la siguiera después de que hiciera ese ridículo salto. Si querían podían haberla seguido y saltar apenas unos metros no era gran cosa para los hombres lobo. Podíamos hacer mucho más que eso.Pero aun así les pedí que no la persiguieran. Porque era yo quien iba a eso. Siempre seré yo quien la persiga. Tan pronto como entré en mi perímetro me detuve en mi camino y usé mi poder.Ser capaz de controlar todo tipo de elementos era una bendición para mí. Podía cont
ANDREA Me desperté cuando llamaron a mi puerta. Me quejé sintiendo sueño, pero aun así me levanté de la cama y me tapé con el chal, ya que tenía frío por la temperatura.—¿Bertha?— Pregunté al verla de pie en mi puerta con una sonrisa en su rostro.—¿Por qué estás levantada tan temprano en la mañana?— Pregunté y volví a mirar hacia el reloj de pared de mi habitación y leí la hora —Solo son las Cinco y media de la mañana— le dije y bostezo.—Buenos días Luna— saludó ella luciendo feliz como siempre.—¿Qué pasa Bertha?— Pregunté sintiendo sueño y me apoyé en el marco de la puerta para sostenerme.—Tengo algo para ti— dijo contenta y yo alcé las cejas y me puse recta.—¿Ah sí?— Pregunté—Cierra los ojos— me pidió y la miré incrédula.—Bel...— me cortó —¡No! Cierra los ojos primero— exigió.—Bien— dije y cerré los ojos.—Vale, no, abre los ojos—, dijo, y lo hice para encontrar un regalo envuelto en un envoltorio de color marrón en su mano.—¿Qué es esto?— Pregunté—Para ti— ella saltó so