Chiara entra para abrir las ventanas, puesto que hace mucho calor y afuera corre una brisa deliciosa. Claude la mira moverse por la habitación en silencio, hasta que no aguanta más y le habla.—¿Te pasa algo? —pero por respuesta solo recibe el silencio—. ¿Dije algo malo?—No.—¿Es por lo que te dije hace un rato? Eso de que no quiero dormir porque me da miedo —ella lo mira fijamente y luego le lanza una pantufla por la cabeza, pero sigue sin hablarle—. ¡¿En verdad te molestaste por eso?! ¡¿Para qué me pides explicaciones, si luego ni siquiera me hablas?!—¡Porque eres un tonto! ¡¡Debías decirme que sufres de pesadillas!! Me habría quedado contigo para acompañarte, ¿o es que me ves tan debilucha que crees que no puedo con algo así?—No quiero molestarte, ya suficiente con que me tengas en tu casa y debas traerme la comida y…—Y nada, niño idiota —él se queda con la boca abierta por aquel insulto y Chiara se acerca peligrosamente a él con la otra pantufla en la mano—. Desde esta noche m
Chiara no duda en contarle las cosas ocurridas entre ella y Claude, tratando de no omitir nada. En lugar de querer matar a Claude, Sylvie se destornilla de la risa, especialmente por la caída y que Chiara pudo sentir su «clon miniatura».—Aunque en realidad no es tan miniatura, pero sabes a lo que me refiero.—Yo creo que debes irte con cuidado, Claude tiene la fama de galán, pero eso no quita que no te dejes querer un poquito de vez en cuando —las dos se recuestan en la cama, miran el techo y suspiran—. Para mí fue sencillo con Ilhan porque resultó no ser el chico promiscuo que todos pintaban…—No creas que voy a casarme con él, pero tienes razón, una probadita no me hará daño, tampoco es que vaya a acostarme con él, no sería tan tonta para caer en algo así.Las dos se ríen un poco más y Sylvie se sorprende del plan de Chiara para hacer sufrir a Claude mientras se quede allí. Cuando las dos salen de nuevo del cuarto, Chiara se pasa por el cuarto de Claude para ver cómo está, Sylvie c
Los días se pasan en la viña con rapidez, Sylvie e Ilhan deben regresar a Francia, mientras que Coraline les dice que se tomará un buen relajo con Gianfranco, quien debe regresar a Roma porque hay algunos problemas familiares que lo tienen preocupado.—Supongo que no nos veremos en un buen tiempo —le dice Sylvie—. Aunque me encanta que sea por algo así, es que te ves radiante, me encanta verte así.—Gracias —se dan un abrazo y ella le susurra—. Aprovecharé de ver mi vestido de novia.—Me cuentas todo, no me quiero perder detalles de tus vacaciones.—¿Quieres todos lo detalles? Porque te podrías sorprender…—Esos no, sucia.Las dos se ríen y se despiden para irse en autos separados, los ve partir felices, Ilhan la abraza y entran a la casa para despedirse de Chiara y de Claude, quien ya ha bajado contento de que no tenga que seguir encerrado en el cuarto.—No te vuelvas loco —le advierte Ilhan—. Puede que las heridas se cerraran, pero debes seguir cuidándote.—Lo sé y no creas que me d
Deciden quedarse en Madrid solo una semana, porque deben regresar a casa para arreglar algunas cosas y en especial para preparar la casa para la llegada de las gemelas. Se despiden de la ciudad con una sonrisa y al regresar a Metz vuelven a la realidad.Los padres de Sylvie van a visitarlos en cuanto llegan, los dos disfrutan de ver los ojos de Sylvie brillando de felicidad con cada atención de Ilhan. Si en algún momento Blanca pensó que Ilhan podía ser como su padre, ahora le queda muy claro que eso es imposible.—No saben cuánto me gusta verlos así, abrazados, demostrándose amor a cada momento —les dice Blanca cogiendo una galleta de avena que Ilhan ha mandado a preparar—. Me recuerdan a nosotros cuando recién nos casamos.—Déjame decirte madre, que no te creo.—Es verdad —dice Adrien—. Las cosas cambiaron cuando Sylvie creció y comenzamos a trabajar los dos en el viñedo, nos olvidamos de demostrarnos amor —él le toma la mano a su esposa y la besa—. Pero ya estamos trabajando en eso
En cuanto Ilhan llega a la casa de su madre, corre hacia ella y la abraza, refugiándose en su cuello como cuando era un niño, solo que se ve bastante extraño porque ahora le pasa en estatura al menos una cabeza.—¿Por qué no me dijiste todo lo que sufriste con él? —los sollozos de Ilhan deja a todos los presentes con un nudo en la garganta, Renée solo sonríe y le acaricia el cabello—. En cuanto me independicé del viejo, debiste decirme para sacarte de allí… en cuanto lo pasé en estatura, tenías que contarme y yo te habría defendido.—Eso ya no importa, hijo. Todo eso quedó atrás, en verdad que sí —ella se separa un poco para limpiarle las lágrimas y dedicarle una de esas sonrisas tranquilizadoras—. Miro hacia atrás y te juro que no me arrepiento de haber tomado las decisiones que tomé, no me duele haber vivido lo que viví, porque eso hizo que aprendiera, pero en especial que tú encontraras a tu esposa.—No es justo que te sacrificaras así por mí… que anularas tu felicidad por la mía.
Ilhan se levanta a la misma hora de siempre, prepara el desayuno para los dos y parte con Sylvie a la casa de su madre, ya que allí se quedará para seguir trabajando en el invernadero, mientras que ellos irán a la cárcel. —Cualquier cosa, me llamas —le dice él a Sylvie, como cada día que deben separarse por trabajo. —Tú tranquilo, estaré bien —le da un beso lleno de amor y buenos deseos antes de verlo salir con su madre hacia la cárcel. Durante el trayecto los dos hablan para ponerse de acuerdo en lo que harán en el caso de que Orson arremeta contra ellos, porque eso es lo más probable. Al llegar al recinto, los dos entran abrazados, pasan por el protocolo que hay para las visitas y los guían al lugar en donde se llevan a cabo los encuentros con los reclusos. Minutos después ven aparecer a Orson por completo demacrado, camina con lentitud, va esposado y en cuanto los ve, su rostro cambia por uno de alegría, haciendo que madre e hijo se miren desconcertados. —Gracias por venir —le
Aquella tarde con su hermano es bastante emotiva. Ambos ríen y lloran a partes iguales cuando se van contando algunas cosas de su vida, como por ejemplo, Jean tuvo la oportunidad de celebrar cada uno de sus cumpleaños con grandes fiestas, con sus amigos y la familia más cercana. Incluido Orson. Además de eso, Orson fue a cada una de sus premiaciones, presentaciones y graduaciones. Lo acompañó al primer día de escuela y de la universidad, además de pagar por esta, algo que se negó rotundamente a hacer con Ilhan. Pero incluso fue mucho más allá, le prometió a su hijo que le haría a un lugar en la empresa y que lo ayudaría a escalar para que más adelante él pudiera hacerse de la cabecera. —En verdad no puedo creer que el viejo se portara así contigo… Si nos comparamos, tú eres el que más se parece a él. Incluso en el carácter, al menos el que yo conocí. —La historia de ellos fue bastante oscura, conoció a mi madre en un club nocturno en donde ella bailaba y solo hacía eso para poder
Una vez que Ilhan y Sylvie salen de la consulta del doctor, ambos se quedan mirando al suelo unos minutos. Hasta que ambos deciden mirarse a los ojos, y Sylvie sabe la verdad en ese preciso momento. —Entonces te harás esos exámenes, ¿verdad? —Sí, claro que sí. A pesar de que el doctor dijo de que existen varios riesgos para mí. Quiero hacerlos. ¿Te molesta que lo haga? —se acerca a ella y la abraza con ternura. —No me molesta que lo hagas, la verdad es que tengo miedo… porque te conozco y sé que si salen compatibles no vas a dudar ni un minuto en ser el donante. —Pero también existe la posibilidad de que no lo sea, ¿verdad? —Prefiero ponerme en el caso de que sí, porque eso para mí sería lo más terrible que pudiese suceder. Antes de que Ilhan pueda decirle cualquier cosa a Sylvie para reconfortarla, suena su teléfono y responde de inmediato al ver que es su hermano. Le cuenta cómo le fue con el doctor y comienza a explicarle cada una de las cosas que éste le dijo. La etapa en l