Después de colocarse todo lo necesario, Emilia entró con Dante, parecía que estaba dormido, seríaalgo bueno pensar así, pero la herida expuesta le complicaba las cosas, no podía tapar el sol conun dedo, y Dante estaba por enfrentar una dura batalla. Emilia tocó la mano de Dante con la suya enguantada. — Esperaba verte de otra manera— le dijo— esperaba verte feliz y pleno aunque medoliera en el alma que no fuera conmigo, ¿sabes? Eres mi primer amor— ella sonríe ante la ideaque sigue en sus pensamientos— creo que eres el primer amor de muchas, ahora soy una más detodo ese montón. Se aleja un poco de él, y continúa diciendo todo lo que se había guardado sólo para ella: — Esconderme del amor no sirvió de nada, y mira lo que son las cosas no podría habermeequivocado más, porque sé que tu no me miras con los mismos ojos, con el mismo cariño y menosporque jamás sentirás lo mismo por mí. A pesar de eso te quiero. Emilia en ese momento se dio cuenta de lo sola que se sentía entre la
La cara de Emilia cambió de desconocimiento a desesperación y sorpresa total, no tenía ni idea denada de lo que le estaban diciendo.— En ¿dónde te habías metido que no sabes nada? El país completo está vuelto loco entreel incendio y la desaparición de Carlos Villanueva— Todo esto se lo dijo Frida con tono de reclamoal verla tan desapegada a todo lo referente a los Villanueva.— Estaba con Dante, cuidándolo— Le respondió Emilia con sorna, una cosa eramantenerse aparte de todo ese pleito sin sentido de esa mujer y otra completamente diferenteera dejarse ningunear por ella.Frida cambio de postura ya no estaba tan altiva como segundos antes, le había dolido la respuestaa fin de cuentas si a ella se le hubiera permitido la entrada a la habitación de Dante ella tambiénestaría en la ignorancia total d
Después de la frase de Frida, todos se quedaron en silencio esperando las indicaciones de Emilia,ella por su parte respiró profundo y continuó:— Entonces doctor, lo que usted recomienda es que se haga la operación ¿verdad?— Así es, de hecho ya tengo los documentos solicitados y el quirófano listo para laoperación.Emilia quería saber realmente en lo que se estaba metiendo y arriesgando al tomar la decisión.— Doctor dígame, ¿hay riesgos?— Como en cualquier intervención, no sabemos la reacción que el señor Villanueva tengaa la anestesia, entre otros también la fuerza y estabilidad del cuerpo durante el procedimiento.— ¿Lo cree capaz de aguantar la operación?— lo único que quería era que Danteterminara lo mejor posible.— Si, según
La operación estaba por terminar, ya habían transcurrido varias horas, y los nervios de Emilia deno saber si había hecho lo correcto no desaparecían de su cuerpo.¿Saldría todo bien? ¿Qué pensaría Dante al despertar? ¿Vería sus verdaderos sentimientos?—Emi aquí tienes las cosas— la interrumpió Danna que iba llegando con lo que le habíaencargado su amiga.Tenía muchas horas ahí y realmente no sabía cuánto tiempo permanecería en ese hospital, suamiga Danna le había llevado ropa y enseres de aseo personal.— Gracias.— ¿Tienes noticias?— Emilia ya había puesto al tanto a su amiga en cuanto la miró sesentía tan sobrepasada que necesitaba desahogarse de alguna manera.— Aun no, pero aquí me quedo hasta que me digan que
Después de darse un baño que la había renovado, Emilia se dirigió a la habitación de Dante aesperar a que despertara.— Agua.Emilia escucha la voz ronca y bajita de Dante, ella se da la vuelta y se acerca para darle un poco deagua a tomar.— ¿Emilia?— Dante estaba confundido sus últimos recuerdos eran entre el fuego y ladesesperación por liberar al niño de un destino horrible si se mantenía entre ese infierno. — ¿Elniño?— Tranquilo Dante, el niño está bien gracias a ti.Dante intentó moverse para estar más cómodo, pero una ráfaga de dolor lo atravesó desde elhombro al resto del cuerpo.— ¡Ah!— gritó sorprendido.— Tranquilo, no te muevas, recuerda que estas herido.Él se veía ca
Dante estaba deseando que todo desapareciera, por un lado era feliz al saber que el niño habíasalido ileso del mundo de fuego que los había rodeado en esa clase de infierno, pero el tener lalimitante de su brazo con todas las cosas que estaban sucediendo, esto no era nada que leayudara.Mantenía los ojos cerrados, no quería ver lo linda que era Emilia, ¡Dios! Pensó para sí mismo, solohabía dejado de verla unos pocos días y el ya la había extrañado de una manera en la que lepreocupaba, y el olor que le estaba llegando fresco con un toque floral y algo que aún noconseguía descifrar lo tenía encantado, esa fragancia, esa maravillosa fragancia se quedaría en sumemoria para siempre, aunque ella desapareciera de su vida.— Espero que estés presentable. — se escuchó al momento que se abría la
Después de la indicación anterior, Ruiz cambió de postura y se mantuvo a un lado de la ventanillaatento a cualquier cambio en la alineación programada, se concentró en ver cuál era el auto quedesentonaba con el tráfico y en una fracción de segundo la miró una camioneta cerrada cuatropuertas acababa de hacer un intento de infiltrarse en la parte trasera de la ambulancia y del ladodel copiloto estaba una cámara con enfoque directo hacia ellos, en definitiva ya sabían que loshabían descubierto y ya nos les interesaba ser discretos.— Escuchen bien — Ruiz les habló a Emilia y Dante, él se encontraba inmovilizado en unacamilla estática pero ella estaba solo sentada a un lado. — detrás de nosotros están unospaparazis así que seguramente se harán movimientos bruscos, Emilia por favor ponte eso
Al llegar al departamento con todo el caos que había rodeado el traslado, Emilia estaba mareada ycon ganas de vomitar por tanto miedo que le daba accidentarse y al sentirse con la posibilidad deser expuesta de un momento a otro.Dante y Ruiz por su parte no podían o mejor dicho no querían dejar de lado la molestia que teníanante la actitud del otro.Al llegar al departamento, Emilia decidió ir a enjuagarse la boca y relajarse un poco.— Lo siento pero necesito ir al tocador. — les avisó mientras se retiraba mostrandoseguridad, aunque no sabía si realmente estaba para ese lado era la primera vez que ibaese lugar, pero Ruiz no tenía por qué saberlo.— Claro cariño. — Dante se esforzaba por recalcar en cada oportunidad que tenía unarelación son ella.Al ver que ella se retiraba, el primero en hablar fue Ruiz.